18061 - POLUCIÓN DEL AIRE, ENFERMEDAD CEREBROVASCULAR SILENTE Y COGNICIÓN
1Servicio de Neurología. Hospital Universitari Vall d’Hebron; 2Servicio de Neurología. Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida; 3Investigador. Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB); 4Investigadora. Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB).
Objetivos: La polución del aire (AP) se ha asociado en varios estudios a ictus, pero hay pocos datos respecto a la relación de AP con la enfermedad cerebrovascular silente (ECVs), por lo que el objetivo de este estudio es explorarla.
Material y métodos: Estudio observacional prospectivo con pacientes de entre 50 y 70 años sin historia de ictus ni demencia. Se estimó la exposición individual a los 6 principales contaminantes del aire (NO2, NOx, PM10, PM2,5, PMcoarse y PMabs) mediante su medición, las direcciones de cada participante y un modelo LUR (Land-Use-Regression). Se evaluó la ECVs mediante RM cerebral tanto al inicio (n = 976) como en el seguimiento a los 4 años (n = 350).
Resultados: PM 2,5 se asoció con mayor riesgo de tener un infarto cerebral silente (OR 2,21; IC95% 1,06-4,60) y NO2 con el de tener hiperintensidades de sustancia blanca (WMH) extensas a nivel subcortical (OR 1,66 IC95% 1,17-2,35) y periventricular (1,96 IC95% 1,10-3,5). El cambio vascular más frecuente en el seguimiento fue la progresión marcada de las WMH a nivel subcortical (19,7%). NO2 se asoció con un riesgo mayor de desarrollar una progresión marcada de WMH a nivel subcortical (OR 1,4 IC95% 1,05-1,9) y NOX con el de microhemorragias cerebrales incidentes en el seguimiento (OR 1,36 IC95% 1,04-1,79).
Conclusión: La exposición a AP predice la presencia y acumulación con el tiempo de lesiones cerebrovasculares silentes.