Objetivos: Comparar las diferencias en quejas de atención (A), motivación (M) y control ejecutivo (CE), de los pacientes con síndrome clínico aislado (CIS) y esclerosis múltiple remitente recurrente (EM), todos con bajos niveles de discapacidad. Estudiar la relación entre quejas cognitivas (CQ), funcionamiento cognitivo objetivo, síntomas emocionales (AD) y fatiga (F).

Material y métodos: Muestra: 100 pacientes (77,4% mujeres; edad media 42 años; escolaridad media, 16 años; 9,6 años de evolución; puntuación EDSS, 1,9). CIS y RRMS se emparejaron por edad, nivel educativo y puntuación EDSS. Método: se realizó valoración neuropsicológica (ENP) completa, y se pidió a los pacientes que completaran el Inventario de Síntomas Prefrontales (ISP), el Hospital Anxiety and Depression Scale (HADS), y el cuestionario de impacto de la fatiga en la vida cotidiana, MSFSS.

Resultados: (i) Se encontraron diferencias significativas en la puntuación total del ISP (PT), y A y CE (p < 0,05) entre CIS y RRMS; (ii) A y CE correlacionaron con ENP, HADS y MSFSS; M se correlacionó únicamente con F y AD; (III) MFSS predijo M (R² = -0,204 + > 0,299 MFSS) y PT (R² = 17,753 + 0,874 MFSS), mientras que A y CE fueron predichas por una combinación de ENP, HADS Y MSFSS.

Conclusión: CIS y EMRR muestran diferencias significativas en QC a pesar de no haber diferencias significativas en la puntuación EDSS. Los datos confirman que los síntomas cognitivos pueden estar presentes desde el inicio de la enfermedad, independientemente de la puntuación EDSS y resaltan el papel de la fatiga como mediador de las quejas disejecutivas en pacientes con EM y bajos niveles de discapacidad.