Las espinas de pescado son los cuerpos extraños que con más frecuencia se ingieren accidentalmente y a su vez los que más a menudo causan perforación. El diagnóstico clínico-radiológico es difícil dado que los síntomas son inespecíficos y el paciente no recuerda dicho antecedente. Por ello, en la mayoría de los casos suele ser un diagnóstico laparoscópico o quirúrgico. Nuestro objetivo es describir los signos radiológicos de alarma en tomografía computarizada (TC) para sospechar perforación por espina de pescado y así buscarla y diagnosticarla.
Material y métodosEstudio retrospectivo en el que se examinan 58 pacientes con diagnóstico radiológico de perforación gastrointestinal por espina de pescado. Se seleccionan aquellos pacientes con una TC de abdomen con espina localizada más allá del esófago, todas confirmadas mediante cirugía, estudio endoscópico o control radiológico, desde el año 2007 hasta 2017. Se realiza un análisis descriptivo y se analiza la localización de la perforación y los signos radiológicos sospechosos, como la presencia de un cuerpo extraño lineal hiperdenso, desdibujamiento de la grasa, burbujas de aire extraluminal y complicaciones. Se compara con los hallazgos descritos en la literatura científica.
ResultadosDe los 58 pacientes, 39 eran hombres y 19 mujeres, con una media de edad de 70 años. La localización más frecuente fue el íleon (20 pacientes). En el 100% existía desdibujamiento de la grasa, el 98% presentaba imagen de cuerpo extraño, el 45% tenía engrosamiento mural y solo el 20% mostraba pequeñas burbujas de aire extraluminal. Quince pacientes presentaban abscesos (tres hepáticos) y sólo cinco tenían neumoperitoneo franco.
ConclusionesLa afectación de la grasa alrededor del segmento intestinal perforado por espina de pescado es el hallazgo más frecuente. Por ello, ante un estudio abdominal con afectación aislada de la grasa, es importante que el radiólogo busque la presencia de un cuerpo extraño.
Fish bones (FB) are the most commonly ingested objects and the most common cause of foreign body perforation of the GI tract. Patients present with varied and nonspecific clinical presentations. The inability to obtain a history of FB ingestion and its wide spectrum of nonspecific clinical presentations makes dietary FB perforation extremely difficult to diagnose, being a laparoscopic or surgical diagnosis.
The aim of our study is to describe radiological features in CT that will alert you to look for the FB and then make an accurate presurgical diagnosis.
Materials and methodsAll patients (n=58) with radiological diagnosis of gastrointestinal perforation caused by fish bone detected by CT between 2007 to 2017 were retrospectively reviewed. Inclusion criteria were: fish bone located beyond the esophagus, radiological diagnosis by CT and confirmation by surgery, endoscopy or radiological control.
Descriptive analysis was made. Radiological features were studied including radioopaque foreign body, mural thickness, fatty infiltration or extraluminal air bubbles. Also potential complications were assessed.
ResultsThere were 58 patients, 39 men and 19 women, with an average age of 70. Ileon was the most frequent site of perforation (20 patients). 100% showed regional fatty infiltration, 98% included foreign body, 45% had mural thickening and 20% localized extraluminal air bubbles. 15 abscess were found (3 in the liver) and just 5 showed pneumoperitoneum.
ConclusionFatty infiltration is the feature more common. Therefore, if fatty infiltration is seen in isolation radiologist should look for foreign body.