TUMORES HEPÁTICOS Y DE VÍA BILIAR EN EL NIÑO: MANEJO DIAGNÓSTICO (NIVEL III)
Hospital Universitario La Paz, Madrid, España.
Objetivos docentes: Conocer los hallazgos de imagen más importantes de los tumores hepatobiliares en el niño. Conocer el diagnóstico diferencial de los mismos. Valorar la utilidad de las diferentes pruebas de imagen en el estudio de estas lesiones. Estudiar el sistema de estadificación de las neoplasias malignas hepáticas.
Discusión: Los tumores hepatobiliares constituyen un conjunto variado de lesiones. Aunque individualmente son menos frecuentes que otros tumores intrabdominales, globalmente suponen un número importante. Pueden clasificarse en hepatocelulares o no hepatocelulares y en primarios o secundarios. El diagnóstico diferencial incluye múltiples procesos benignos (hamartoma mesenquimal, hemangioma, hiperplasia nodular, adenoma) y malignos (hepatoblastoma, hepatocarcinoma, sarcoma embrionario indiferenciado, linfoma, metástasis). El hepatoblastoma el tumor primario maligno más frecuente. Además de los hallazgos de imagen es importante conocer la edad del paciente, los niveles de alfafetoproteína y si existe o no enfermedad hepática subyacente. Los hemangiomas hepáticos son frecuentes en los neonatos y lactantes. A pesar de ser histológicamente benignos pueden asociarse a una importante morbi-mortalidad. Además, puede ser muy difícil diferenciarlos de otras lesiones. A esto se suma la confusión en la terminología, que conlleva errores en el tratamiento. En las últimas décadas ha habido avances significativos en los tratamientos quimioterápicos y quirúrgicos de los tumores malignos, especialmente con la posibilidad del trasplante hepático, lo que obliga a un exhaustivo conocimiento del sistema de estadificación por parte del radiólogo. También con relativa frecuencia aparecen tumores hepáticos en el seguimiento de pacientes supervivientes de neoplasias malignas. Además de ser una causa de angustia para las familias, supone un reto radiológico conseguir diferenciar las metástasis de procesos benignos como la hiperplasia nodular focal secundaria al tratamiento. Los tumores de la vía biliar son extremadamente raros. Los benignos pueden ser histológicamente muy variados, pero casi todos los tumores malignos son rabdomiosarcomas.
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