La guerra hispano americana de 1898 estalló apenas transcurridos veintiocho meses del descubrimiento por Roentgen de unos misteriosos rayos. Fue una guerra de corta duración en la que en unos pocos días se libraron cruentas batallas en Cuba que causaron un elevado número de bajas. En esta guerra médicos militares norteamericanos emplearon por primera vez los nuevos y todavía mal conocidos rayos en el estudio de sus heridos por armas de fuego. La temprana utilización de los rayos X en la primera e importante contienda tras su descubrimiento revela una gran sensibilidad y atención por parte de sus altas autoridades sanitarias y una ejemplar preparación de su Sanidad Militar para emplear medios modernos potencialmente eficaces para lograr sus fines.
El uso de los rayos X en esa breve, pero señalada guerra permitió demostrar de forma concluyente su idoneidad en el manejo de los heridos en guerra, motivó un cambio revolucionario en los métodos y criterios de diagnóstico y tratamiento hasta entonces vigentes y supuso un enorme beneficio para este tipo de pacientes. Los nuevos conocimientos se aplicaron en medios médico-quirúrgicos de todos los países y transformaron profundamente la Sanidad. Esta experiencia, rigurosa y oportuna, significó un trascendente avance científico en Medicina, marca un hito señero en la Historia de la Radiología y merece ser bien conocido y el reconocimiento de todos, especialmente de quienes más tarde hicieron de esos rayos su especialidad.
The Spanish-American War broke out in 1898, only 28 months after Roentgen discovered some mysterious rays. It was a war of short duration in which bloody battles with numerous casualties took place in Cuba within a few days a period. In this conflict North American military physicians employed the recently discovered and poorly known rays in the study of gunshot wounds. The early use of x-rays in the first important war after their discovery reveals a great sensitivity and atention of is highest military command and an exemplary preparation of its Medical Camps to use potentially efficient modern means to achieve their goals.
The use of x-rays in this brief but key war conclusively demonstrated the usefulness of this technique in the management of war wounds, brought about a revolutionary change in the methods and criteria of diagnosis and treatment, and represented an enormous benefit for this type of patients. The knowledge acquired was applied in medical and surgical environments throughout the world and profoundly transformed healthcare. This rigorous and opportune experience was a transcendental scientific advance in the field of medicine, is a landmark in the History of Radiology and deserves to be well known and recognized by all, especially by those who later on made of these rays their specialty.