La evaluación económica de las tecnologías sanitarias se está convirtiendo en una prioridad para los sistemas de salud. Es una de las razones por las que la llamada Medicina Basada en la Evidencia está en plena actualidad y tiene una importancia cada vez mayor.
En este trabajo se aborda el problema del estudio de la literatura científica. La obtención de evidencias resulta en muchas ocasiones complicado debido a la ingente cantidad de ensayos clínicos, a las limitaciones de las principales bases de datos, etc., por lo que el médico recibe muchas veces resultados contradictorios.
Actualmente las revisiones sistemáticas (como las realizadas por la Colaboración Internacional Cochrane) están aportando los más altos niveles de evidencias sobre la eficacia de regímenes preventivos, terapéuticos y rehabilitadores, pudiendo proporcionar al médico rehabilitador que lo desee una guía de extraordinaria utilidad.
Aunque asumiendo sus imperfecciones, la Medicina Basada en la Evidencia, junto con la experiencia y conocimientos clínicos del médico, puede llevar a una mejor, más racional y estimulante práctica de la medicina aunando los intereses colectivos con los individuales.
The economic assessment of the health care technologies is becoming a priority for the health care systems. This is one of the reasons why the so-called Evidence Based Medicine is in full force and has a growing importance.
This study approaches the problem of the study of the scientific literature. Obtaining evidence is often complicated due to the huge amount of clinical trials, to the limitations of the principal databases, etc., so that the physician often receives contradictory results.
At present, the systematic reviews (as those performed by the Cochrane International Collaboration) are contributing the highest levels of evidence on the efficacy of preventive, therapeutic and rehabilitation regimes, it being possible to provide an extraordinarily useful guide to the rehabilitation physician who wants it.
Even when its imperfections are assumed, Evidence Based Medicine, together with the experience and clinical knowledge of the physician, can lead to a better, more rational and stimulating practice of medicine, joining the collective interests to the individual ones.