Objetivo: Determinar si la gammagrafía tiroidea con Tc99m (GT) es de utilidad para decidir el tratamiento de las tirotoxicosis por amiodarona, tanto tipo I como tipo II.

Material y métodos: Se seleccionaron retrospectivamente pacientes con hipertiroidismo a los que se solicitó GT por sospecha de tiroiditis por amiodarona (enero 2011-noviembre 2016). Se clasificaron las GT como: tipo I (bocio difuso/nodular con captación normal/aumentada), tipo II (destructiva, con escasa/nula captación tiroidea) e indeterminada (no se puede clasificar en las anteriores categorías). Se recogieron datos analíticos, el tratamiento que recibieron los pacientes y si este coincidía o no con el recomendado: para el tipo I antitiroideos/I131 y para el tipo II corticoides/AINEs.

Resultado: Se incluyeron 51 pacientes, edad media 71 años (rango 47-91). Las GT fueron: 31,4% de tipo I, 52,9% de tipo II y 15,7% indeterminadas. Tras la GT recibieron algún tratamiento 39/51 pacientes, siendo el 69,2% (27/39) de ellos acorde con lo recomendado. En el tipo I: 75% recibieron antitiroideos y 25% no fueron tratados; en el tipo II, 30% recibieron corticoides y 70% no recibieron tratamiento o no fue el recomendado. Considerando todo el conjunto, la GT tuvo consecuencias terapéuticas y fueron además, acordes con lo recomendado en el 52% del total de pacientes. Sólo en 43,1% de casos se solicitó algún tipo de marcador analítico de tiroiditis (Ac antitiroideos, VSG, PCR...).

Conclusiones: 1. Aunque la GT ofreció al clínico un diagnóstico definido de tirotoxicosis tipo I o II en 84,3% de los casos, solo en la mitad (52%) se siguió de un tratamiento específico. 2. Las tiroiditis de tipo II fueron las que menos tratamientos acordes con lo recomendado tuvieron (30% del total). El resto (48%) no tuvo tratamiento o no fue el recomendado.