Objetivos: Los tumores neuroendocrinos (TNE) son poco frecuentes, si bien su incidencia ha aumentado en los últimos 20 años. Un diagnóstico preciso y un seguimiento adecuado tienen importantes implicaciones terapéuticas. Para ello se han empleado la imagen morfológica (TC) y la gammagrafía con In¹¹¹-octeotrido (In¹¹¹-OCT). El objetivo del presente estudio retrospectivo ha sido valorar la utilidad de la In¹¹¹-OCT y compararla con la TC en los TNE.

Material y métodos: Hemos estudiado a 75 pacientes (33 mujeres y 42 hombres), media de edad 57 años (16-85), con diagnóstico anatomo-patológico de TNE. Se dividieron en: Grupo I: 42 pacientes con ambos estudios antes de la cirugía y Grupo II: 33 con ambos poscirugía (13 con resección completa y 20 con enfermedad). También se ha tenido en cuenta la extensión tumoral (local, ganglionar y metastásica). En todos los casos se ha realizado In¹¹¹-OCT (estudio planar y SPECT/TC) y una TC. La In¹¹¹-OCT se consideró positiva, cuando se observó cualquier acúmulo del radiofármaco que no se considerara fisiológico o de causa inflamatoria no tumoral.

Resultados: Grupo I. Cada técnica detectó de forma independiente el 88,09% de los TNE. La combinación de ambas detectó un 95,23%, aumentando un 7,14% la detección de TNE. Grupo II. En 14 pacientes ambas técnicas fueron normales: 13 verdaderos negativos (enfermos con resección completa) y un falso negativo. La TC detectó los 19 pacientes restantes. La In¹¹¹-OCT mostró enfermedad en 15 de ellos y cuatro fueron falsos negativos, éstos con metástasis hepáticas. En ambos grupos, los pacientes con metástasis hepáticas fueron los que mostraron los falsos negativos del In¹¹¹-OCT.

Conclusiones: La In¹¹¹-OCT ofrece una buena capacidad de detección y localización de los TNE. Al combinar ésta con la TC se mejora la detección de los TNE. La In¹¹¹-OCT tiene una capacidad limitada para la detección de metástasis hepáticas.