El sueño constituye un estado dinámico que busca ofrecernos descanso y reparación. El insomnio y las apneas del sueño, perturban el sueño generando importantes consecuencias.
El insomnio conduce no sólo a disminución del alerta, la productividad laboral e incremento del riesgo de enfermar, sino también se relaciona con comorbilidades como depresión. El costo económico del ausentismo laboral, mayor tasa de enfermedades, menor rendimiento y accidentes es de billones de dólares al año en los Estados Unidos.
En el caso de apneas del sueño, hay un mayor riesgo de enfermedad coronaria, insuficiencia cardiaca congestiva y accidente cerebrovascular. Los mecanismos intermediarios incluyen la activación simpática. El tratamiento con CPAP reduce la presión arterial y mejora la función ventricular, lo que apoya la relación apnea y enfermedad cardiovascular. Son necesarios estudios sistemáticos para explicar otras relaciones complejas entre apnea del sueño y enfermedad vascular, las que pueden verse agravadas por el síndrome metabólico.