El progresivo envejecimiento de la población lleva emparejada una realidad epidemiológica que ha supuesto una modificación significativa del perfil de pacientes. Así, hemos pasado de atender pacientes afectos de enfermedades agudas, con necesidad de un diagnóstico y un tratamiento concreto, a pacientes de edad avanzada, con dificultades o falta de apoyo familiar en el domicilio y diagnosticados de varias enfermedades crónicas causantes de discapacidad, siendo la bronquitis crónica y la insuficiencia cardiaca algunos de los diagnósticos más frecuentes en los mayores de 65 años.
Esta realidad conlleva un aumento de la actividad asistencial formal e informal, que según un estudio del Departamento de Sanidad (2003) atribuye al envejecimiento, manteniendo inalterables los restantes factores, un incremento del 16,5% en las consultas de Atención Primaria, del 22,5% en el número de altas de hospitales de agudos y del 65% en el número de altas de convalecencia y rehabilitación, en los próximos cinco años.
ObjetivoEl presente estudio propone describir la gestión actual del paciente mayor con patología crónica en nuestra comunidad y proponer alternativas de atención integral y de calidad a la utilización actual de los servicios, basándonos en experiencias de nuestro entorno.
MétodosSe identifican los diferentes grupos de población mayor con patología crónica en base a la utilización que hacen de los recursos sanitarios disponibles (cmbds; estadis, gdrs). Se evalúa la adecuación entre las necesidades y el dispositivo asistencial utilizado: Hospitales de Agudos (aep); Hospital de Media Estancia, Dispositivo Sociosanitario y Atención Primaria, mediante un cuestionario de derivación de pacientes a media estancia y dispositivo sociosanitario.
Se ha realizado una revisión de las publicaciones más relevantes en este ámbito de los últimos años y se han esbozado las líneas fundamentales a tener en cuenta en la atención a la población mayor, su ubicación en el sistema sanitario de acuerdo a sus necesidades, y el nivel asistencial sobre el cual debe pivotar la atención del paciente en cada momento de atención de su patología. Un panel de expertos, han discutido y comparado en tres sesiones dirigidas, las debilidades y fortalezas del sistema de atención actual a las personas mayores y las posibles alternativas. Finalmente el panel ha realizado el ejercicio de aplicación de las líneas de atención propuestas a una enfermedad de elevada prevalencia en este colectivo: la Enfermedad Pulmonar Obostructiva Crónica (epoc).
Análisis económico: No
ResultadosEl estudio confirma que los pacientes mayores con patología crónica controlada, poca dependencia física/psíquica y buen soporte familiar y social, se encuentran bien ubicados en sus domicilios. El riesgo de reagudización de estos pacientes produce un incremento de los ingresos médicos en hospitales de agudos (ha) (del 46% en la última década). Sin embargo, en los ingresos en ha se identifica una elevada proporción de ingresos inadecuados (17,6%), debidos en parte a que las pruebas diagnósticas y/o terapéuticas se realizan en régimen de ingresado, a pesar de que las mismas no requieren hospitalización (60%). Las derivaciones a media estancia (me) y dispositivo socio-sanitario, también, han aumentado (49% en el periodo 2004 a 2006), poniendo de manifiesto la necesidad de niveles intermedios de atención, a la vez que han disminuido los problemas sociales como motivo de ingreso en me. Entre las alternativas valoradas sobre la gestión de los pacientes con patología crónica, se ha realizado un ejercicio de aplicación del Modelo de Cuidados de Patología Crónica (ccm) a la epoc, considerando las características de nuestro sistema sanitario.
ConclusionesLa Atención Primaria debe ser el eje en la atención a la persona mayor con patología crónica, pero es necesario redefinir el manejo y control de las patologías crónicas, así como las funciones de los profesionales de cada nivel asistencial. El médico, la enfermera, el enfermo y su cuidador, cuando exista, forman un equipo de atención y su funcionamiento debe ser proactivo, generando pacientes informados e impulsando el autocuidado. La gestión de los procesos crónicos debe basarse en la detección precoz, en la valoración integral del paciente, así como en la búsqueda de los tratamientos más eficientes en los distintos niveles asistenciales. Además se han de potenciar los ingresos hospitalarios programados, tanto en ha como en niveles intermedios (me y los servicios socio-sanitarios). Es pertinente impulsar experiencias como las desarrolladas en Gipuzkoa, para adaptar e implantar los aspectos de mostrada eficiencia en cada modelo en el manejo de la patología crónica, a fin de ofertar a los pacientes el nivel asistencial más adecuado según sus necesidades.