Se revisan los elementos fisiopatológicos que constituyen esta frecuente complicación, compartida por muchas enfermedades distintas (no sólo neoplásicas). Se trata de un síndrome complejo, las alteraciones se dan desde en los niveles metabólico (celular), nivel neurohumoral (con la modificación del apetito y de la ingesta) y nivel somatotrópico-hormonal (resistencia a las hormonas anabólicas), configurando un cuadro que gradualmente se conoce parcialmente.
La acción predominante de citokinas y de sustancias que promueven la movilización de proteínas (PIF) y lípidos (LMF), en el contexto de un estado inflamatorio juegan un rol central.