Contar con pruebas de función pulmonar permite realizar un diagnóstico y seguimiento más adecuado en los pacientes que presentan patología respiratoria crónica o recurrente, o en aquellos que padezcan una enfermedad que de forma directa o indirecta afecte al aparato respiratorio.
Estos exámenes se pueden hacer en forma aceptable y reproducible en niños desde los tres a seis años de vida.
En este artículo se detallan las características más importantes de las pruebas de función pulmonar que frecuentemente se utilizan en el niño, como son la espirometría, curva flujo-volumen, prueba de provocación bronquial con ejercicio y con metacolina y la flujometría. También se detalla una técnica novedosa que permite medir la resistencia de la vía aérea, denominada Oscilometría de Impulso, de la cuál se dispone en Clínica Las Condes y tiene la particularidad de requerir mínima cooperación por parte del paciente.
Para el médico que solicita un examen de función pulmonar, es relevante conocer las condiciones de aceptabilidad, reproducibilidad e interpretación básicas, para que tenga un verdadero rol en el manejo de la patología respiratoria del niño.