El propósito del estudio fue investigar si la cercanía fraterna por configuración diádica de sexo y rol (hermano/a mayor/menor) predice el uso del condón o si tiene un papel mediador en variables parentales asociadas al uso del preservativo. Participaron 592 universitarios elegidos con un muestreo no probabilístico. Se evaluó la comunicación sexual con padres, estilos parentales, cercanía fraterna y frecuencia del uso del condón en los últimos seis meses. Las mujeres con una hermana mayor usan frecuentemente el preservativo a diferencia de los varones. La cercanía con el hermano menor en mujeres (β-) y con la hermana menor en varones son predictores del uso del condón. Las variables parentales se constituyeron como predictoras de la cercanía fraterna pero no del uso del condón. Se discuten la importancia de incluir en el análisis de la conducta sexual protegida al grupo fraterno en relación con variables parentales, para así tener una interpretación de cómo la familia influye en el comportamiento sexual.
The purpose of the study was to investigate whether dyadic configuration fraternal closeness by gender and role (brother/sister older/younger) predicts condom use or if it´s a mediating role in parental variables associated with frequency of condom use. 592 university students participated elected a non-probability sampling (43.8% men and 56.3% women). Assessed sexual communication with parents, parenting styles, fraternal closeness and frequency of condom use in the last six months. Women with an older sister frequently used condoms unlike men. The fraternal closeness with younger brother in women (β-) and closeness to the younger sister in males are predictors of condom use. Parental variables were set as predictors of fraternal closeness but not condom use. Discuss the importance of including in the analysis of sexual behavior protected fraternal group in relation to parental variables in order to have a different interpretation on how the family (parents-siblings) influences sexual behavior.
Las relaciones fraternas se caracterizan por ser las relaciones más largas que un individuo establece en la vida (Craft-Rosenberg, Montgomery, Hill, Kauder & Eisbach, 2011), la convivencia cotidiana favorece que en ocasiones pasen más tiempo juntos que con los padres (Cicirelli, 1994). La convivencia y la inexistencia de la barrera generacional, favorecen la interacción y el compartir mutuo de experiencias y opiniones similares, por ende, pueden entender mejor sus puntos de vista en comparación con los adultos. Por ello, las relaciones fraternas estrechas favorecen la comunicación sexual entre hermanos (Wallace, 2008), pero además, son fuente de valores y de oportunidades para los encuentros sexuales por medio de los amigos y de la exposición a situaciones de riesgo (Rodgers, Rowe & Harris, 1992).
Los resultados de las investigaciones muestran que los hermanos mayores varones con experiencia sexual presionan a los menores para tener actividad sexual (Wallace, 2008). Existe relación entre la edad temprana del debut sexual de los mayores y la iniciación temprana de la vida sexual de los hermanos menores (Widmer, 1997). El debut sexual precoz también está relacionado con tener hermanos mayores con hijos fuera del matrimonio (Diop-Sidibe, 2005), lo cual favorece la intención de tener actividad sexual (East, Felice & Morgan, 1993) y actitudes permisivas hacia el sexo en los hermanos menores (East & Kiernan, 2001).
Para entender estos procesos de influencia fraterna es necesario considerar el papel de la afectividad (Buist, Deković & Prinzie, 2013). Cuando existe una relación estrecha se generan oportunidades para observar y aprender de la interacción e imitación, en consecuencia, surge una similitud de cogniciones y comportamientos entre hermanos debido a la influencia del mayor hacia el menor (Feinberg & Hetherington, 2000). La cercanía fraterna también favorece la comunicación sexual entre hermanos para brindar consejos y abrir discusiones sobre comportamientos sexuales seguros. Incluso, los mayores pueden llegar a proteger a los menores fomentando prácticas sexuales seguras, aun cuando éstos lleven a cabo comportamientos de riesgo (Kowal & Blinn-Pike, 2004). Wallace (2008) señala que la cercanía es una condición necesaria para que los mayores brinden información sobre salud sexual a los hermanos menores.
La cercanía también depende de la configuración diádica fraterna, es decir, la relación entre hermanos implica al menos dos personas, las cuales pueden ser del mismo sexo u opuestos. Por ejemplo, en las diadas del mismo sexo existe más calidez y cercanía, por tanto, es común encontrar mayor influencia fraterna en el comportamiento sexual (Diop-Sidibe, 2005). En el caso particular de las díadas fraternas de mujeres, se destaca como característica principal el compañerismo y la intimidad a diferencia de las díadas de hermanos varones y mixtas (Kowal & Blinn-Pike 2004). Cuando en el análisis de las relaciones fraternas no se consideran las posibles combinaciones diádicas por sexo, se puede generar una confusión en la interpretación de los resultados (Widmer, 1997). Por tanto, es indispensable el análisis diádico por sexo (Diop-Sidibe, 2005) pero también por rol fraterno (hermano mayor/menor).
Se sabe que los hermanos mayores fungen como modelos (Brody, 1998), maestros, mentores, amigos, (Craft-Rosenberg et al., 2011), guías y son percibidos como fuentes de apoyo y protección para sus hermanos menores (Enríquez, Arias, Sánchez & Robles, 2011). Estas características se encuentran bien definidas debido a que según Whiteman y Christiansen (2008) la mayor parte de los estudios relativos a las relaciones fraternas, se encuentran interesados en evaluar el papel del hermano mayor sobre el menor, sin embargo, se sabe poco sobre la influencia que ejercen los hermanos menores sobre los mayores.
En esta misma línea de pensamiento, Whiteman y Christiansen (2008) aclaran que los procesos de influencia son diferentes del menor hacia el hermano mayor, por tanto, sugieren profundizar en este fenómeno debido a la escasa información existente. De lo poco que se sabe sobre el tema, los hermanos menores son percibidos por las mujeres como los “consentidos” y para los varones representan “cuidados” (Enríquez et al., 2011). Rodgers, Rowe y Harris (1992) señalan que una forma en la cual los hermanos menores pueden impactar en el comportamiento sexual de los hermanos mayores es brindando oportunidades para generar contactos para encuentros sexuales potenciales con amigos.
De esta forma, la cercanía, el rol y la configuración diádica por sexo son elementos implicados en la influencia fraterna hacia la conducta sexual de riesgo. Pero los hermanos no solamente se influyen entre ellos, sino que éstos también tienen impacto con los padres y viceversa. Brody (1998) analizó diversos estudios sobre como la crianza hostil afecta negativamente la cercanía entre hermanos. También, cuando los padres tienen un alto nivel de afecto, autonomía, comunicación y control - estilo parental democrático- tienden a brindar consejos y explicaciones para ayudar a resolver los conflictos entre hermanos y así fomentar la cercanía entre los mismos (Milevsky, Schlechter & Machlev, 2011). También, las relaciones fraternas influyen en la conducta parental, por ejemplo, Perlman y Ross (1997) señalaron como cuando los hermanos pelean, los padres pueden comportarse autoritarios ante el conflicto fraterno. Esta relación bidireccional entre padres-hermanos y hermanos-padres ha sido descrita desde las propuestas de la Terapia Familiar Sistémica (Lucey, 2010).
Sin embargo, en el análisis de la conducta sexual de riesgo existe una tendencia a priorizar el papel que juegan los padres. Existen resultados consistentes sobre como la supervisión parental se correlaciona con conductas sexuales preventivas en los hijos (Stulhofer, Graham, Bozicevic, Kufrin & Ajdukovic, 2009). El involucramiento afectivo también es relevante, cuando los padres establecen relaciones estrechas con sus hijos se favorece la abstinencia y el uso del condón (Jaccard, Dittus & Gordon, 1996).
Cuando un padre tiene el control sobre su hijo y se encuentra involucrado afectivamente, es probable que exista comunicación sexual (Riesch, Jackson & Chanchong, 2003). Así, cuando un adolescente platica y revela información sobre sus actividades, los padres tienen la posibilidad de monitorear y controlar la conducta del menor (Huebner & Howell, 2003). También, la comunicación sexual se torna un indicador de la calidad de la relación entre padres e hijos (Riesch et al., 2003) y funge como un factor protector, ya que ésta probabiliza que los hijos usen preservativo (Robles & Díaz Loving, 2011).
Los estilos parentales vinculan estas dos dimensiones -apoyo y control-para explicar la influencia parental sobre los hijos (Darling & Steinberg, 1993).Climent (2009) describió como los estilos parentales maternos negligente (bajo nivel de apoyo-control) y autoritario (bajo nivel de apoyo-alto nivel de control) tienen efectos negativos en las hijas, como por ejemplo debutar sexualmente a edades tempranas. Tanto el control parental, como el involucramiento afectivo (Kincaid, Jones, Sterrett & McKee, 2012) y la comunicación sexual (Moreno, Robles, Frías, Rodríguez & Barroso, 2010) tienen efectos diferenciados por sexo de los hijos.
Los estudios citados anteriormente muestran la importancia que se le ha dado a las relaciones con los padres pero no con los hermanos. En este sentido Feinberg, Sakuma, Hostetler y McHale (2013) señalan como los científicos sociales no le dan la importancia a las relaciones fraternas, aun cuando éstas impactan en la prevención de conductas de riesgo. Así, desde el punto de vista de Buist, Deković y Prinzie (2013) se torna prioritaria mayor atención e investigación en esta área.
Si bien se ha evaluado la influencia fraterna del hermano mayor sobre la edad del debut sexual (Diop-Sidibe, 2005; Widmer, 1997), sobre la intención de tener relaciones sexuales (East et al., 1993) y/o actitudes permisivas hacia el sexo (East & Kiernan, 2001), no se ha evaluado el impacto de la cercanía fraterna por configuración diádica y el rol (hermano mayor/menor) en el uso del condón, la cual constituye una conducta particular para prevenir diversos problemas de salud sexual. En el estudio de East y Kiernan (2001) si se evalúa la frecuencia del uso del preservativo, pero el estudio excluye las diadas conformadas por varones con el rol de hermano mayor y se centra exclusivamente en las relaciones entre hermanas mayores-hermano/a menor.
Asimismo, se desconoce si la cercanía fraterna por configuración diádica predice directamente la frecuencia del uso del condón o si ésta juega un papel mediador en las variables parentales. Por tanto, el propósito del presente estudio fue investigar si la cercanía fraterna por configuración diádica de sexo y rol (hermano mayor/menor) predice directamente el uso del condón o si tiene un papel mediador en variables parentales como la comunicación sexual y los estilos parentales.
MétodoParticipantesParticiparon 1332 alumnos de nivel superior provenientes de dos universidades públicas de la zona metropolitana del valle de México. Se utilizó un procedimiento de selección de la muestra no probabilístico, accidental e intencionado. Se seleccionaron los grupos en cada institución educativa a partir de la disponibilidad de las autoridades y de los docentes. Los criterios de inclusión a la muestra fueron: a) ser solteros, b) tener experiencia sexual, c) tener entre 18 y 24 años de edad, d) vivir con ambos o alguno de los padres en el momento de la evaluación, y e) tener al menos un hermano/a. Solamente 592 participantes cumplieron con los criterios de inclusión, de los cuales 259 fueron hombres (43.8%) y 333 mujeres (56.3%) con edad promedio de 20.42 (DE=1.84).
Instrumentos- 1.
-Frecuencia del uso del condón en los últimos seis meses. Se obtuvo esta información a partir de la siguiente pregunta “En los últimos 6 meses ¿has usado condón cuando tienes relaciones sexuales vaginales?”. Las opciones de respuesta se encuentran en formato tipo Likert las cuales van de “nunca uso condón” a “siempre uso condón” en mis relaciones sexuales.
- 2.
-Escala de Relaciones Fraternas (ERFRA). Se construyó esta escala a partir de un estudio previo (Enríquez et al., 2011). La escala para el hermano menor (α=.97) y mayor (α=.96) permite conocer la percepción con la cual un hermano/a brinda apoyo y confianza para favorecer el sentimiento de una relación cálida, solidaria y afectiva. Ambas escalas tienen nueve ítems (p. ej, me siento cercano a mi hermano(a) mayor cuando me ayuda a realizar algunas de mis actividades y me siento cercano a mi hermano(a) menor cuando me demuestra su apoyo). Las opciones de respuesta van de 1 (nunca) a 5 (una gran cantidad de veces). En ambas escalas se solicita señalar el sexo del hermano que considerará para contestar cada una de las afirmaciones. A mayor puntaje, mayor percepción de cercanía con el hermano.
- 3.
-Comunicación Sexual con Padres. Se evaluó la frecuencia con la cual los participantes hablan con los padres sobre diversos tópicos sexuales. Se utilizaron 12 ítems para evaluar la comunicación sexual con el padre (p. ej. frecuencia con la cual hablas con tu padre sobre las ventajas y desventajas sobre el uso de pastillas anticonceptivas, α=.96) y 7 reactivos para evaluar la comunicación sexual con la madre (p. ej., frecuencia con la cual hablas con tu madre sobre cómo protegerte en las relaciones sexuales, α=.96). Las opciones de respuesta van de 1 (nunca) a 5 (siempre) y los reactivos se tomaron de la escala de Moreno, Robles, Frías, Rodríguez y Barroso (2011). A mayor puntaje, mayor frecuencia en la comunicación sexual con papá/mamá.
- 4.
-Estilos parentales. Se evaluó la percepción que tienen los hijos de las actitudes y conductas de sus padres, las cuales son características de cuatro estilos parentales para cada padre (papá, 22 ítems, α=.65 y mamá, 23 ítems, α=.71). Los estilos paternos son: negligente, con siete ítems (p. ej., mi padres es poco responsable conmigo, α= .88), autoritario, con seis ítems (p. ej., mi padre me ha impuesto una disciplina rígida y severa, α=.72), democrático, con cinco ítems (p. ej., cuando mi padre quiere que yo haga algo me explica las razones, α=.70) y permisivo, con cuatro reactivos (p. ej., mi padre es muy tolerante y permisivo conmigo, α=.66). Los estilos parentales maternos son: negligente, con ocho ítems (p. ej., mi madre se interesa muy poco en los problemas que tenemos sus hijos, α= .92), autoritario, con seis ítems (p. ej., mi madre no acepta que yo discuta sus órdenes y decisiones, α=.83), democrático, con seis ítems (p. ej., mi madre toma en cuenta las opiniones de sus hijos antes de tomar una decisión que pueda afectarlos, α=83) y permisivo, con tres ítems (p. ej., mi madre es muy consentidora conmigo, α=.60). Los reactivos fueron tomados del Cuestionario de Patrones de Autoridad Parental para el Padre de Aguilar, Valencia y Romero (2007). Las opciones de respuesta son tipo Likert y van de 1 (muy poco cierto) a 4 (totalmente cierto). A mayor puntaje mayor percepción del estilo parental.
Cabe destacar que para evaluar la comunicación sexual con padres y los estilos parentales se crearon versiones cortas de los instrumentos originales para reducir la exhaustividad del contenido y favorecer la disposición y motivación para contestar (Meliá et al., 1990).
ResultadosDe los 592 participantes, el 56.3% vivían en el Distrito Federal y el 43.7% en el Estado de México. El 29.9% cohabitaba con un solo progenitor y el 70.1% vivían con ambos padres en el momento de la evaluación. Respecto a las características sociodemográficas fraternas, 253 informaron tener al menos un hermano/a menor (42.7%), 192 señalaron tener cuando menos un hermano/a mayor (32.4%) y 147 participantes tenían ambos tipos de hermanos (24.8%).
Se generaron ocho grupos a partir de la configuración diádica por sexo y rol fraterno (Tabla 1). Cabe destacar que hubo participantes quienes podían tener tanto hermano/a mayor como menor, esto implica que algunos participantes pudieron ubicarse en alguno de los primeros cuatro grupos y también pertenecer a otro de los grupos entre el cinco y el ocho. Por tanto, solamente se compararon intra grupalmente los grupos 1-4 y 5-8.
Configuración diádica por sexo y rol fraterno en cada uno de los ochos grupos conformados para el análisis de datos
Grupo | Sexo del participante | Rol fraterno por sexo | Abreviatura* | n | % |
---|---|---|---|---|---|
1 | Hombres | se relaciona con hermano mayor | Ho-M-♂ | 55 | 23.3 |
2 | Hombres | se relaciona con hermana mayor | Ha-M-♀ | 46 | 19.5 |
3 | Mujeres | se relaciona con hermano mayor | Ho-M-♂ | 63 | 26.7 |
4 | Mujeres | se relaciona con hermana mayor | Ha-M-♀ | 72 | 30.5 |
Total | 236 | 100 | |||
5 | Hombres | se relaciona con hermano menor | Ho-m-♂ | 53 | 18.7 |
6 | Hombres | se relaciona con hermana menor | Ha-m-♀ | 60 | 21.2 |
7 | Mujeres | se relaciona con hermano menor | Ho-m-♂ | 87 | 30.7 |
8 | Mujeres | se relaciona con hermana menor | Ha-m-♀ | 83 | 29.3 |
Total | 283 | 100 |
Las Tablas 2 y 3 muestran que tanto hombres como mujeres informaron tener una percepción de cercanía con sus hermanos independientemente de si éstos eran hombres o mujeres y del rol (mayor/menor). Asimismo, los participantes tienen padres y madres con un estilo parental democrático y permisivo, sin embargo, a pesar de que ambos estilos están asociados a un nivel de involucramiento afectivo alto y a la apertura de la comunicación, los universitarios no hablan de temas sexuales con ninguno de los dos padres. Vale la pena aclarar que solamente el grupo de varones que tienen un hermano menor no perciben a sus padres como permisivos, los siete grupos restantes si comparten esta valoración respecto al estilo del padre.
Comparación de medias en la frecuencia del uso del condón en variables fraternas y parentales de quienes informaron tener un hermano/a mayor
Grupos | 1 | 2 | 3 | 4 | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Rango | X¯ | σ | X¯ | σ | X¯ | σ | X¯ | σ | |
Frecuencia uso del condón en los últimos seis meses* | 1-5 | 3.53 | 1.54 | 3.04 | 1.62 | 3.71 | 1.57 | 3.89 | 1.40 |
Variables fraternas | |||||||||
Cercanía con hermano mayor | 9-45 | 32.87 | 9.93 | 34.57 | 9.89 | 34.25 | 11.36 | 35.96 | 9.52 |
Cercanía con hermano menor | 9-45 | 33.48 | 12.72 | 34.19 | 7.96 | 34.96 | 11.94 | 32.69 | 10.09 |
Variables parentales padre | |||||||||
Estilo parental negligente* | 7-28 | 14.70 | 6.52 | 11.79 | 5.10 | 11.93 | 4.98 | 11.28 | 4.21 |
Estilo parental democrático | 5-20 | 13.74 | 3.98 | 14.58 | 4.29 | 13.22 | 3.64 | 14.22 | 3.23 |
Estilo parental autoritario | 6-24 | 14.43 | 4.53 | 14.36 | 3.86 | 13.54 | 3.99 | 12.92 | 4.00 |
Estilo parental permisivo | 4-16 | 10.74 | 2.78 | 11.15 | 2.97 | 11.52 | 3.15 | 11.44 | 2.91 |
Comunicación sexual* | 12-58 | 29.70 | 14.18 | 27.06 | 14.75 | 19.83 | 10.47 | 21.22 | 13.33 |
Variables parentales madre | |||||||||
Estilo parental negligente* | 8-32 | 16.55 | 8.57 | 12.98 | 6.11 | 12.70 | 5.89 | 13.46 | 5.57 |
Estilo parental democrático | 6-24 | 17.67 | 4.73 | 17.96 | 5.11 | 17.41 | 4.53 | 17.63 | 4.39 |
Estilo parental autoritario | 6-24 | 13.57 | 4.85 | 12.18 | 4.20 | 11.85 | 4.68 | 11.76 | 4.28 |
Estilo parental permisivo | 3-12 | 8.53 | 2.38 | 8.38 | 2.08 | 8.36 | 2.56 | 8.14 | 2.48 |
Comunicación sexual | 7-35 | 17.63 | 9.14 | 18.07 | 9.83 | 17.53 | 10.06 | 18.89 | 9.40 |
Comparación de medias en la frecuencia del uso del condón en variables fraternas y parentales de quienes informaron tener un hermano/a menor
Grupos | 5 | 6 | 7 | 8 | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Rango | X¯ | σ | X¯ | σ | X¯ | σ | X¯ | σ | |
Frecuencia uso del condón en los últimos seis meses | 1-5 | 3.49 | 1.59 | 3.43 | 1.61 | 3.70 | 1.49 | 3.47 | 1.58 |
Variables fraternas | |||||||||
Cercanía con hermano mayor | 9-45 | 33.90 | 11.08 | 34.19 | 9.16 | 32.94 | 12.00 | 33.00 | 10.78 |
Cercanía con hermano menor* | 9-45 | 32.72 | 9.91 | 34.20 | 9.47 | 33.99 | 10.27 | 37.35 | 8.24 |
Variables parentales padre | |||||||||
Estilo parental negligente | 7-28 | 14.48 | 6.68 | 12.83 | 5.85 | 12.13 | 5.71 | 11.47 | 5.23 |
Estilo parental democrático | 5-20 | 12.98 | 4.25 | 13.81 | 3.75 | 13.25 | 3.43 | 14.02 | 3.56 |
Estilo parental autoritario | 6-24 | 13.85 | 4.03 | 14.85 | 4.09 | 13.59 | 4.15 | 13.39 | 3.88 |
Estilo parental permisivo | 4-16 | 9.73 | 2.56 | 10.81 | 2.52 | 11.00 | 3.04 | 11.19 | 3.04 |
Comunicación sexual* | 12-58 | 28.63 | 13.20 | 31.31 | 13.82 | 21.02 | 11.54 | 21.86 | 12.62 |
Variables parentales madre | |||||||||
Estilo parental negligente | 8-32 | 14.78 | 7.55 | 14.86 | 7.06 | 13.68 | 7.15 | 13.45 | 6.54 |
Estilo parental democrático | 6-24 | 17.18 | 5.31 | 17.19 | 4.60 | 17.81 | 5.14 | 17.41 | 4.17 |
Estilo parental autoritario | 6-24 | 12.42 | 5.01 | 13.47 | 4.38 | 12.26 | 4.85 | 11.96 | 4.48 |
Estilo parental permisivo | 3-12 | 8.22 | 2.51 | 8.23 | 2.15 | 8.06 | 2.46 | 8.22 | 2.41 |
Comunicación sexual | 7-35 | 17.94 | 9.42 | 17.95 | 8.86 | 18.79 | 9.27 | 20.11 | 9.01 |
Se aplicó un Análisis de Varianza de un factor (one-way ANOVA) para determinar si existían diferencias estadísticamente significativas entre las medias de los grupos de hombres y mujeres quienes informaron tener un hermano/a mayor. El ANOVA indicó que las universitarias con una hermana mayor (Ha-M-♀) usan con mayor frecuencia el condón en comparación con los varones quienes tienen una Ha-M-♀ (F (232)=3.072, p=.029; Levene, 1.716, p=.164; HSD de Tukey, p < 0.019). También se encontraron diferencias significativas en el estilo parental paterno negligente y la comunicación sexual con el padre. Los varones quienes tienen un hermano mayor (Ho-M-♂) perciben al papá con un estilo parental negligente a diferencia de las mujeres que tienen una Ha-M-♀ (F(171)=3.938, p=.009; Levene, 3.621, p=.014; Scheffé, p < 0.020). Asimismo, los varones que tienen un Ho-M-♂ hablan con mayor frecuencia de temas relacionados con el sexo con el padre en comparación con las mujeres quienes tienen una hermana (F(173)=5.798, p=.001; Levene, 4.295, p=.006; Scheffé, p < 0.020) o un hermano (Scheffé, p < .005) mayor. Por último, los hombres que tienen un Ho-M-♂ perciben a la madre con un estilo parental negligente a diferencia de las mujeres quienes informaron tener un Ho-M-♂ (F(223)=3.869, p=.010; Levene, 7.390, p=.001; Scheffé, p < 0.024).
El one-way ANOVA mostró diferencias significativas entre las medias de la cercanía con el hermano menor y la comunicación sexual con el padre de los grupos de hombres y mujeres quienes informaron tener un hermano/a menor. El ANOVA indicó que existe mayor cercanía fraterna entre las mujeres que tienen una hermana menor (Ha-m-♀) que entre los varones que informaron tener un hermano menor (F(279)=3.151, p=.025; Levene, 2.908, p=.035; Scheffé, p < .050). De igual forma que sucedió con los hermanos mayores (Tabla 2), los varones que tienen un Ho-m-♂ hablan con mayor frecuencia de temas relacionados con el sexo con el padre en comparación con las mujeres quienes tienen una hermana (F(206)=8.292, p=.001; Levene, 1.189, p=.315; HSD de Tukey, p < .049) o un hermano (HSD de Tukey, p < .018) menor.
Se calculó el coeficiente de correlación de Pearson entre las variables fraternas y parentales con la frecuencia del uso del condón en los últimos seis meses en cada uno de los ocho grupos. No se encontró ninguna correlación de estas variables en los grupos 1, 2, 4, 5 y 8. Sin embargo, el análisis de correlación determinó una asociación positiva entre la frecuencia del uso del condón y la cercanía con la hermana menor en varones (grupo 6). Asimismo, se obtuvo una correlación negativa entre la frecuencia del uso del preservativo y la cercanía fraterna en mujeres que tienen un hermano mayor pero poca cercanía con el hermano/a menor (grupo 3). Por último, se encontró una correlación negativa entre la frecuencia del uso del preservativo con el estilo parental permisivo paterno (Tabla 4).
Coeficientes de correlación de pearson entre las variables fraternas, parentales y la frecuencia del uso del condón en los últimos seis meses por sexo y rol fraterno
Grupo | Diadas por sexo/rol fraterno | Variables | Frec. uso del condón en los últimos seis meses | p |
---|---|---|---|---|
r | ||||
3 | Mujeres con hermano mayor | Cercanía con el hermano/a menor | -.418 | .034 |
6 | Hombres con hermana menor | Cercanía con el hermano/a menor | .380 | .003 |
7 | Mujeres con hermano menor | Estilo parental paterno permisivo | -.285 | .024 |
Para estimar el poder predictivo y la varianza explicada de la cercanía con el hermano/a menor en la frecuencia del uso del condón en los últimos seis meses en mujeres (grupo 3), se utilizó un análisis de regresión lineal múltiple con método enter, los resultados obtenidos fueron R2=.175, R aj=.140 (F=5.075, p=.034), lo cual indica que la cercanía con el hermano/a menor explica el 14% de la varianza de la frecuencia del uso del condón en mujeres (β=-.418, t=-2.253, p=.034). Para la interpretación nótese el signo negativo de β, es decir, para el grupo de mujeres con un hermano mayor (grupo 3), la poca cercanía fraterna con el hermano menor predice el uso consistente del condón en mujeres. No se calcularon predictores de la cercanía con el hermano menor en mujeres (grupo 3) debido a que las únicas variables que correlacionaron con la variable criterio obtuvieron una r de Pearson elevada. La cercanía con el hermano menor en mujeres correlacionó con el estilo parental paterno (r=.534 p < .015) y materno negligente (r=.499, p < .011), sin embargo, al calcular la regresión lineal stepwise se obtenía auto correlación positiva según la prueba Durbin-Watson (DW=.758), lo cual indica dependencia entre estas variables. Por este motivo se decidió utilizar la regresión lineal múltiple con método enter.
Se utilizó la regresión lineal múltiple con método stepwise para estimar la varianza explicada de la cercanía fraterna con la hermana menor en la frecuencia del uso del condón en varones (grupo 6, β=380, t=3.131, p=.003). La proporción de la varianza explicada fue R2=.145, R aj=.130 (F=9.805, p=.003). A su vez, los predictores de la cercanía con la hermana menor en varones fueron el estilo parental negligente materno (β=.-363, t=3.114, p=.003) y la comunicación sexual con la madre (β=354, t=3.036, p=.004). Ambas variables en conjunto explican el 23% de la varianza de la cercanía con la hermana menor en varones (R2=.267, R aj=.239, F=9.810, p=.001, DW= 2.024).
Asimismo, se calcularon los predictores de la frecuencia del uso del condón en las mujeres que tienen un hermano menor varón (grupo 7). El predictor de esta variable es el estilo parental permisivo paterno (β=-.285, t=-2.323, p=.024). El singo de β es negativo, lo cual indica que la baja frecuencia en el uso del condón puede ser explicada en un 6% por la percepción que se tiene de un padre con un nivel alto de apoyo y un nivel bajo de control (estilo permisivo) (R2=.081, R aj=.066, F=5.396, p=.024, DW=1.896).
DiscusiónLa presente investigación muestra el papel que juega la cercanía fraterna por configuración diádica de rol (hermano mayor/menor) y sexo en la frecuencia del uso del condón en los últimos seis meses. Analizar los datos considerando el rol fraterno permite obtener información respecto a la influencia que puede ejercer un hermano mayor hacia el menor y viceversa. Según Whiteman y Christiansen (2008) la tendencia en el estudio de las relaciones fraternas apunta a describir los procesos de influencia del hermano mayor hacia el menor (c. f. Rodgers et al., 1992), sin embargo, existe la necesidad de comenzar a describir el papel que juegan los hermanos menores en el comportamiento de los mayores, y más específicamente, determinar si existe algún tipo de influencia en los diversos comportamientos sexuales preventivos y/o de riesgo.
Por este motivo, para el presente estudio se generaron ocho grupos de comparación considerando el rol fraterno y el sexo. Sin embargo, generar múltiples grupos implica una reducción del tamaño de n por la distribución de casos a cada uno de los grupos. Por tanto, entre más grupos de comparación se analicen, se demanda un tamaño mayor de la muestra. Lo anterior puede implicar en ocasiones un problema, debido a la dificultad de reunir un número elevado de participantes los cuales cumplan con los criterios de inclusión para poder participar en la investigación. Estos detalles pueden afectar el tamaño de n en los grupos, la homogenidad entre las varianzas y por tanto las comparaciones intra grupales.
En los ocho grupos la cercanía fraterna obtuvo medias estadísticas elevadas llegando casi al puntaje máximo de la escala. Estos resultados podrían ser entendidos desde el familismo. Muñoz-Laboy (2008) señala que el familismo es común en las familias latinas, este valor favorece el apoyo y la conexión emocional entre los miembros de la familia. Si se considera que los hermanos pasan mucho tiempo juntos (Cicirelli, 1994) y son las relaciones más largas en la vida (Craft-Rosenberg et al., 2011) entonces se propician las condiciones para favorecer relaciones estrechas, independistamente del sexo y el rol fraterno.
Por otro lado, los participantes informaron percibir a sus padres/madres como democráticos y permisivos, los cuales se caracterizan por tener un adecuado involucramiento afectivo con los hijos, por lo cual se hubiera esperado que la frecuencia de la comunicación sexual con los padres fuera alta, debido a que la comunicación se torna un indicador de la afectividad entre padres-hijos (Riesch et al., 2003); sin embargo, las medias en la frecuencia de la comunicación sexual con padres fue baja para toda la muestra. Probablemente esta muestra tenga canales abiertos para comunicarse con sus padres, pero sobre otros temas diferentes al sexo. Por etapa de ciclo vital, en la adolescencia los hijos ganan independencia de los padres (Minuhcin, 1974) y ponen límites respecto a su vida personal y de pareja (Antona, Madrid & Aláez, 2003), motivo por el cual decían no hablar sobre estos temas con los padres.
Sin embargo, las díadas fraternas de hombres -sin importar el rol- se comunican con mayor frecuencia con el padre a diferencia de las díadas mixtas o de mujeres. Este resultado indica que la diada fraterna de varones podría favorecer los canales de comunicación con el padre para hablar sobre temas sexuales. Esta unión de hermanos con el fin de favorecerse es una alianza (Minuhcin, 1974), la unión, la confianza y la cercanía según Goetting (1986) permiten a los hermanos brindar soporte emocional en situaciones complicadas, como por ejemplo, cuando se tiene que hablar sobre temas difíciles como la sexualidad. También se coincide con DiIorio, Kelly y Hockenberry-Eaton (1999) respecto a que los varones hablan con mayor frecuencia con los padres sobre sexo a diferencia de las mujeres.
También es importante señalar que los hombres que tienen un hermano mayor varón tienden a percibir a sus padres y madres con poco nivel de control, exigencia y con actitud distante -estilo negligente-. Esta percepción de los padres no es compartida por las diadas fraternas de mujeres ni por diadas mixtas de mujeres con un Ho-M-♂. Tal vez las diadas fraternas de varones perciban poca afectividad de sus padres debido al género. Rocha-Sánchez y Díaz-Loving (2005) señalan que en la cultura mexicana la visión del hombre se encuentra ligada a un rol instrumental y no afectivo. Por tanto, es probable que el estilo parental para educar a una pareja de hijos varones sea través de fomentar la independencia y no la afectividad, con lo cual se buscaría que los varones en el futuro obtuvieran logros y éxito, a diferencia de la educación de las mujeres (c. f. Rocha-Sánchez & Díaz-Loving, 2005), con las cuales la relación parental podría estar matizado por aspectos afectivos debido al rol y al estereotipo de género.
Respecto a la cercanía fraterna por díadas del mismo sexo se coincide con lo reportado en la literatura respecto a que las diada del mismo sexo tienen mayor nivel de cercanía (Diop-Sidibe, 2005; Wallace, 2008). También es congruente el resultado de que las diadas de mujeres tienen mayor cercanía que las diadas de varones (Kowal & Blinn-Pike 2004). Este resultado puede vincularse a la frecuencia del uso del condón. Solamente se encontraron diferencias significativas en las medias estadísticas del grupo de mujeres quienes informaron tener una hermana mayor. Si las relaciones entre diadas del mismo sexo son estrechas, especialmente las de mujeres (Kowal & Blinn-Pike 2004) entonces según Diop-Sidibe (2005) y Wallace (2008) hay mayor compatibilidad, calidez y cercanía, por tanto, es común encontrar mayor influencia fraterna en el comportamiento sexual. Sin embargo, con el presente estudio no se puede determinar si estas hermanas mayores tienen una alta frecuencia en el uso del preservativo y si esta condición influye en el comportamiento sexual protegido de sus Ha-m-♀. Sería importante obtener información de ambas partes de la díada fraterna para realizar este tipo de análisis.
En el presente estudio, la cercanía fraterna resultó ser el mejor predictor de la frecuencia del uso del condón en los últimos seis meses por encima del estilo parental paterno permisivo. En la muestra evaluada, la -β indica que la poca cercanía percibida con el hermano menor predice el uso del condón en mujeres (grupo 3). Este resultado es comprensible según Webster, Brunell y Pilkington (2009) debido a que la cercanía y la calidad de una relación están asociadas al proceso de auto divulgación. Por tanto, la lejanía fraterna favorecería que las mujeres no hablaran de su vida personal con sus hermanos menores, además de qué podría ser una manera de marcar límites respecto de su vida personal y de pareja (Antona et al., 2003) con sus hermanos.
Por otro lado, la cercanía de varones con sus hermanas menores (grupo 6) explica el 13% de la varianza de la frecuencia del uso del condón en los últimos seis meses. Este resultado podría deberse al esfuerzo del Ho-M-♂ de ser un ejemplo a seguir (c. f. Whiteman & Christiansen, 2008) y convertirse en mentor para los hermanos/as menores (Craft-Rosenberg et al., 2011), por tanto el esfuerzo de los Ho-M-♂ podría estar dirigido a brindar un modelo, el cual estuviera dirigido a fomentar una vida sexual responsable. Este objetivo se podría alcanzar por medio de la socialización sexual fraterna (c.f. Widmer, 1997), por tanto, el Ho-M-♂ llevaría a cabo comportamientos sexuales seguros para brindarle un modelo ejemplar a la hermana menor. Incluso el hermano mayor podría fomentar prácticas sexuales seguras aun cuando éste lleve a cabo comportamientos de riesgo (Kowal & Blinn-Pike, 2004). Esta protección hacia el hermano menor puede estar mediada por los estereotipos de género, en donde, el hombre al ejercer su rol instrumental basado en la fuerza y el poder (Rocha-Sánchez & Díaz-Loving, 2005), utiliza su posición cultural para cuidar y proteger a un ser inferior, sumiso y abnegado (Cianelli, Ferrer & McElmurry, 2008), en este caso, a su hermana (Ha-m-♀).
A su vez, los predictores de la cercanía fraterna de los varones con su hermana menor fueron el estilo parental materno negligente con -β y la comunicación sexual con la madre. Goetting (1986) señala que cuando los padres tienen una participación nula con los hijos -típico del estilo parental negligente-, los hermanos mayores aprehenden las responsabilidades del cuidado hacia los menores, fungiendo como sustitutos de los padres. En consecuencia, estas condiciones favorecen el fortalecimiento del vínculo afectivo fraterno reflejado en la cercanía, pero además, reafirma el juego de roles cuidador-cuidada, porque ahora además de cumplir con el rol fraterno, con el estereotipo de género, también lleva a cabo funciones parentales. Asimismo, la comunicación sexual con la madre se convierte en otro predictor de la cercanía fraterna de los hombres con sus hermanas menores. Milevsky et al. (2011) describieron como las acciones de los padres pueden fomentar la cercanía fraterna, principalmente aquellas conductas orientadas al diálogo como brindar consejos y explicaciones para evitar conflictos o resolver problemas entre hermanos. En esta misma línea de pensamiento es importante investigar cómo la frecuencia de la comunicación sexual con la madre favorece la cercanía fraterna en este tipo de díadas.
Finalmente, el predictor de la frecuencia del uso del condón en los últimos seis meses, para las mujeres quienes informaron tener un hermano menor varón (grupo 7), fue una variable de orden parental y no fraterna. La -β indica que la baja frecuencia en el uso del condón se predice por la percepción de un padre con niveles altos de apoyo y bajo control. Climent (2009) reportó como este estilo parental permisivo de las madres influye en la edad del debut sexual de las hijas. Este estilo parental a pesar de caracterizarse por un adecuado involucramiento afectivo, carece de la supervisión/control parental, el cual diversos estudios han vinculado con prácticas sexuales seguras (Stulhofer et al., 2009), aunque según Kincaid et al. (2012) el control parental tiene mayor influencia sobre el comportamiento sexual de los varones en comparación con las mujeres, probablemente por este motivo el valor de R ajustada es bajo (.066).
A manera de conclusión, la cercanía fraterna se constituyó como un predictor directo de la frecuencia del uso del condón en los últimos seis meses, incluso, la cercanía entre hermanos tuvo mayor poder predictivo que las variables parentales. La cercanía fraterna como predictor del uso del condón depende del sexo y del rol, en el caso de las mujeres con cercanía fraterna con el hermano menor el resultado es negativo, sin embargo, en el caso de varones con cercanía fraterna con la hermana menor, se favorece la frecuencia del uso del condón. Cabe destacar que las variables parentales (comunicación sexual con la madre y estilo parental negligente materno) se constituyeron como predictores de la cercanía fraterna para los varones con la hermana menor, lo cual es evidencia sobre como los padres afectan la relación entre hermanos. Este estudio pone de manifiesto la importancia de incluir en el análisis de la conducta sexual protegida al grupo fraterno en relación con variables parentales, para así tener una interpretación diferente sobre como la familia (padres-hermanos) influye en el comportamiento sexual.