Las corrientes de pensamiento que estudian y miden el bienestar subjetivo, lo proponen como sustituto del bienestar objetivo. Las ventajas y desventajas de ambas versiones deben ser valoradas y aprovechadas, lo cual requiere, ante todo, explorar rigurosamente sus relaciones conceptuales y empíricas. Argumento que en la bibliografía del tema no se ha encontrado fuerte asociación entre bienestar objetivo y subjetivo debido a que no se han utilizado medidas robustas del primero. Pongo a prueba esta afirmación, analizando estadísticamente la relación empírica entre ambos tipos de bienestar en México, utilizando un indicador robusto del bienestar objetivo, el Método de Medición Integrada de la Pobreza, y encuentro una importante asociación empírica entre ellos, lo que debería dar lugar a revalorar la importancia del bienestar objetivo en su percepción subjetiva.
There are schools of thought that study and measure subjective well-being and propose it as a substitute for objective well-being measurements. We should value and utilize the advantages and disadvantages of both versions of well-being, which requires, first of all, to rigorously explore their conceptual and empirical relationship. I argue that in the literature on the subject no strong association between objective and subjective well-being has been found due to the non-robust objective measures of well-being used. I test statistically this statement, analyzing the empirical relationship between objective and subjective well-being in Mexico, using a robust indicator of objective well-being: The Integrated Poverty Measurement Method, and find an important empirical association between both types of well-being, which should lead to reassess the importance of objective well-being in its subjective perception.
As correntes de pensamento que estudam e medem o bem-estar subjetivo consideram-no como um substituto do bem-estar objetivo. As vantagens e desvantagens das duas versões devem ser avaliadas e aproveitadas, o que exige, acima de tudo, explorar rigorosamente as suas relações conceituais e empíricas. Neste artigo argumento que na literatura sobre o tema não têm sido encontrada uma forte associação entre o bem-estar objetivo e subjetivo, porque não têm sido usado medidas rigorosas no caso do bem-estar objetivo. Para verificar esta afirmação, analiso estatisticamente a relação empírica entre os dois tipos de bem-estar no México, usando um indicador forte do bem-estar objetivo, o Método de Medição Integrada da Pobreza, e localizo uma importante associação empírica entre eles. Isto deve levar revalorizar a importância do bem-estar objetivo na sua percepção subjetiva.
¿Los indicadores objetivos de bienestar son los mejores para medir el desarrollo o progreso de una sociedad? ¿O son mejores los indicadores subjetivos de bienestar? Según Mariano Rojas,3 el progreso debe de ser entendido como “el logro de un mayor nivel de satisfacción de las personas” y que el bienestar subjetivo4 es un “enfoque” importante para la medición y conocimiento de la satisfacción de las personas. El bienestar experimentado por las personas constituye un fin último.
Según esta línea de investigación, la satisfacción de las personas no puede apreciarse correctamente ni su medición provenir de “concepciones disciplinarias particulares”. Más bien, se requiere un enfoque de abajo hacia arriba, es decir, que parta de las personas.5 Dado lo anterior, la corriente del bienestar subjetivo critica el estudio del bienestar objetivo por haber estado dominado “durante siglos” de tradiciones de imputación y presunción,6 en la cual la palabra de los expertos define en qué consiste el bienestar, y con base en ello evalúa a las personas (es decir, es un enfoque de arriba hacia abajo). Según esta crítica, el enfoque de la presunción, “reconoce que el bienestar es algo que experimentan las personas”, pero en lugar de investigar sobre qué es lo que las personas definen como bienestar de forma directa, parte de teorías sobre “naturaleza y comportamiento humano para derivar listados de atributos o factores” que, presuntamente, deberían estar muy relacionados con una vida más satisfactoria.7
De igual manera, este autor menciona algunos de los riesgos o sesgos de medir el bienestar con el enfoque de “arriba hacia abajo”: 1) error de predicción (sobredimensionar o sub-dimensionar bienestar o factores del bienestar), 2) de perspectivismo (relevancia equivocada de algunos factores debido a la perspectiva de análisis), 3) de etnocentrismo (imputar relevancia de algo desde una cultura a otra), 4) de focalización (sobredimensionar un área de estudio), y 5) de ausencia de corroboración.
Considerar que la felicidad y la satisfacción con la vida son conceptos familiares a las personas, y no constructos académicos, explica la baja proporción de “no respuesta” en las encuestas de bienestar subjetivo. Aunque se puede preguntar directamente por cada una de estas categorías, varios autores han destacado la importancia de preguntar también sobre diferentes “dominios de la vida”.8 Rojas encontró la importancia que, para el bienestar subjetivo de los mexicanos, tiene el dominio de vida “familia”.9 También obtuvo tres conclusiones sobre la relación de los dominios de vida y el bienestar subjetivo: 1) todo aumento en la satisfacción de cualquier dominio de vida repercute en un aumento en el bienestar subjetivo; 2) ningún dominio de vida es un determinante tal cual del bienestar subjetivo; y 3) no todos los dominios de vida son igual de importantes, destaca la importancia del ámbito familiar.10
En cuanto a los determinantes o factores asociados con el bienestar subjetivo, Rojas concluye que, más que hablarse de “multidimensionalidad” del bienestar, se debería hablar de “multifactorialidad”: Los estudios han mostrado que el bienestar depende de factores tan diversos como las condiciones de crianza, la relación con amigos y parientes, la naturaleza de las actividades laborales, los rasgos de personalidad, la disponibilidad y uso del tiempo libre, el lugar donde se habita, la disponibilidad de parques y áreas de convivencia social, la seguridad, la existencia de hijos y sus edades, la relación de pareja, los ingresos del hogar y personal, el entorno macroeconómico, la distribución del ingreso, las situaciones ocupacional y de desempleo, la salud, los valores que se tienen, la posibilidad de participación en las decisiones políticas, entre otros.11
La idea de la multifactorialidad del bienestar subjetivo data de tiempo atrás. Por ejemplo, Tarascio, al hacer una revisión del trabajo de Pareto, menciona el problema de la homogeneidad en la medición del bienestar.12 Por lo anterior es que, según la interpretación de Tarascio, Pareto decidió distinguir la utilidad cuya base es la fuente económica (ophemility), de la utilidad que se basa en cualquier fuente (utility).13 Pareto (y Tarascio) justifica(n) el estudio del bienestar desde la sociología justo por la relación de la utilidad (utility) con diversas fuentes.
Frente a esta multifactorialidad del bienestar, la posibilidad de hacer comparaciones interpersonales de las respuestas individuales a las preguntas de bienestar subjetivo, se convierte en un supuesto muy importante sobre el cual se basan los estudios de bienestar subjetivo, y debido al cual éstos tendrían ventaja sobre la investigación del bienestar objetivo, como apuntan Ada Ferrer-i-Carbonell y Xavier Ramos.14y15
La postura crítica de la corriente del bienestar subjetivo ha encontrado también respuestas críticas desde la corriente del bienestar objetivo. No es mi propósito hacer una revisión exhaustiva de estas críticas, me limitaré a una cita de la crítica de Sen a una de las “tres posibles definiciones de utilidad”, la de cumplimiento de los deseos (las otras dos son la de placer o felicidad, y la de elección): …el cumplimiento de los deseos de una persona puede ser o no indicativo de un alto nivel de bienestar o de vida. El esclavo duramente golpeado, el desempleado en bancarrota, el miserable (destitute) sin esperanza, el ama de casa domesticada (tamed), pueden tener sólo el valor de desear poco, pero el cumplimiento de esos deseos disciplinados no es un signo de gran éxito y no pueden ser tratados de la misma manera que el cumplimiento de los deseos confiados y exigentes de los mejor situados. Por tanto, la satisfacción de deseos no puede ser el único objeto de valor y como método de valuación es muy defectuoso.16
De lo anterior, Sen concluye que “La felicidad claramente es un objeto de valor en el nivel de vida (pero de ninguna manera el único)”.17 La idea expresada en la cita es nombrada por Boltvinik como la crítica de “gustos baratos” y, dicho de otra manera, quiere decir que hay un proceso de adaptación en el sujeto que ha sido pobre gran parte de su vida, por lo que ante “muy pequeñas cosas o situaciones pueda sentir una gran felicidad o un gran placer y, puesto que sus deseos son muy pequeños, fácilmente son cumplidos”.18 El núcleo de esta idea puede encontrarse en otros autores, como Galbraith con su concepto de “accommodation”19 o Maslow al decir que “añoramos conscientemente [sólo] aquello que podría posiblemente ser alcanzado”.20 Realizar una revisión exhaustiva de las ideas y contraposiciones entre las corrientes que defienden el bienestar subjetivo y el objetivo, implicaría una investigación que se ocupara solamente de este objetivo.21
La posición que adopto al respecto es que ambos conceptos, y sus respectivas mediciones, se complementan: ninguna es sustituto total de la otra, lo que me lleva realizar el análisis comparado de ambas mediciones, con la finalidad de observar sus puntos de convergencia y divergencia.
2Bienestar subjetivo y objetivo: ¿Cómo se relacionan?Otros autores ya han investigado la imbricación de indicadores subjetivos y objetivos del bienestar. Ramos y Silber22 con datos de Inglaterra, compararon cuatro aproximaciones diferentes al concepto de desarrollo humano, (de 15 que analiza Sabina Alkire),23 y encontraron que el bienestar material (incluido el ingreso) está poco relacionado con otras dimensiones del desarrollo humano.
Rojas sostiene que “el ingreso y su crecimiento deben ser considerados como instrumentos para incrementar el bienestar de las personas”24 pero no como equivalentes o indicadores del bienestar. De su investigación empírica en cinco entidades federativas del centro-oriente del país concluyó que el bienestar subjetivo no está estrechamente relacionado con los indicadores objetivos del nivel de vida, lo que atribuye a tres razones: 1) “la percepción que la persona tiene de sus condiciones objetivas”25 que tiene mayor influencia en el bienestar auto-reportado que las propias condiciones objetivas, con las cuales no tiene una correlación muy alta; 2) “la heterogeneidad en propósitos de vida” o en los “referentes conceptuales de la felicidad”;26 y 3) el hecho de que el bienestar depende de la satisfacción en muchos dominios de vida y no sólo del dominio del consumo,27 o como dice Rojas: “hay más en la vida que el nivel de vida”.28
El autor deja fuera de estas razones el uso de indicadores no robustos de bienestar objetivo como ingreso o consumo utilizados por Rojas29 y por Ramos y Silber. La primera razón si bien ayuda a explicar la débil asociación entre bienestar objetivo y subjetivo, lo hace a costa de desacreditar las percepciones de la población como base sólida para juzgar su situación en casi cualquier materia: si el 52% de las personas del decil 1 de gasto personal se perciben como no pobres y 16% de las del quintil más alto se perciben como pobres30 ¿por qué debemos confiar en el bienestar autoreportado? La segunda razón se refiere, en otras palabras, a que la “noción de bienestar [o felicidad] no es igual para todas las personas”31 refuerza la duda de si, por tanto, los auto-reportes de satisfacción o felicidad son comparables, pero apunta a la diversidad humana de los fines (distinta a la diversidad que obsesiona a Sen: la de la eficiencia de conversión de medios o recursos en capabilities), que constituye una realidad que no se ha discutido en los estudios de bienestar objetivo. El asunto requeriría una larga discusión que no se ha hecho.
En cuanto a la tercera razón, hay mediciones multidimensionales de bienestar objetivo que consideran múltiples dominios de vida, como el Método de Medición Integrada de la Pobreza el cual se enmarca en la conceptualización de una multiplicidad de Fuentes de Bienestar (fb) y múltiples tipos de satisfactores (S).32 Tanto las FB específicas como los S de tipo específico, tienen diferentes importancias en cada dominio de la vida. Así, la fb tiempo disponible y el S relaciones primarias, son fundamentales en el dominio familiar, pero no en el de consumo.
Así pues, pueden sugerirse alternativas de análisis que podrían mostrar una asociación más estrecha entre ambos enfoques de bienestar. Primero, pueden analizarse de manera conjunta los factores subjetivos con los factores de bienestar objetivo, con el objetivo de conocer si la varianza que es explicada por unos factores es distinta a la varianza explicada por los otros. Segundo, pueden utilizarse indicadores de bienestar objetivo que sean más robustos que los indicadores de ingreso o consumo contemplados en otras investigaciones. Como se explica a continuación, justo éstas son las propuestas del presente trabajo.
3El bienestar subjetivo en México y su relación con el bienestar objetivoLa revisión bibliográfica del tema realizada ha mostrado la importancia del análisis del bienestar subjetivo y la necesidad de su comparación con indicadores objetivos del bienestar. Las fuentes de datos que se utilizan en el análisis siguiente son: el Modulo de Condiciones Socioeconómicas (mocoso), y el “Módulo de Bienestar Auto-reportado Ampliado” (biare-a), ambos levantados por el inegi. El mocoso, conocido por su utilización en las mediciones de pobreza del coneval, consta de una muestra de 64 mil viviendas, representativa a nivel nacional y estatal. El biare-Ampliado es el levantamiento de mayor tamaño de muestra que haya hecho el inegi sobre este tema. El levantamiento del biare-a 2014 se hizo en conjunto con el mocoso, con una muestra de 39,724 viviendas, también representativa a nivel nacional y estatal. El biare-a sigue los lineamientos de la ocde y entrevistó a personas mayores de 18 años.33
El análisis empírico que sigue, inicia con las relaciones entre el bienestar subjetivo y otras variables captadas en el propio biare-a (inciso 3.1), y continúa con su asociación con el bienestar objetivo (inciso 3.2), tal como lo mide el Método de Medición Integrada de la Pobreza (mmip).34 Con la finalidad de verificar la significancia estadística de las asociaciones entre los diferentes elementos estudiados, se ajustó un modelo de regresión logística multinomial, el cual se menciona brevemente al final.
3.1Análisis descriptivo y caracterización del bienestar subjetivoEn el cuadro 1 es posible observar cómo se relaciona la variable de “satisfacción con la vida actual” frente a la “satisfacción hace 5 años”.34 Destaca, véanse la última columna y el último renglón, la abrumadora mayoría del total de gente satisfecha (satisfecha y muy satisfecha) con su vida, tanto en 2009 (32.92+46.82= 79.74) como en 2014 (40.24+ 43.13=83.37). Entre ambos años se observa un leve aumento de la suma, aunque cambia la composición interna, ya que mientras los “satisfechos” aumentaron mucho, los “muy satisfechos” disminuyeron. El sentido del cambio también puede verse observando que, respecto a la diagonal principal (en negritas) es menor el porcentaje de los que reportan una disminución en su auto-evaluación del bienestar (las celdas por debajo de la diagonal), frente a los que dicen haber mejorado su situación (celdas por arriba de la diagonal); es decir, la mayor parte de los entrevistados consideran que mejoró su bienestar.
Satisfacción con la vida, actual y hace 5 años
En una escala del 0 al 10 ¿Podría decirme qué tan satisfecho se encuentra actualmente con su vida? | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
Muy insatisfecho (0-4) | Insatisfecho (5-6) | Satisfecho (7-8) | Muy satisfecho (9-10) | Total | Total % vertical | |
Y hace 5 años ¿Qué tan satisfecho estaba con su vida? | ||||||
Muy insatisfecho (0-4) | 20.49 | 28.97 | 32.12 | 18.41 | 100 | 7.54 |
Insatisfecho (5-6) | 6.58 | 25.35 | 43.84 | 24.23 | 100 | 12.72 |
Satisfecho (7-8) | 3.27 | 11.72 | 55.14 | 29.87 | 100 | 32.92 |
Muy satisfecho (9-10) | 2.15 | 6.18 | 30.1 | 61.57 | 100 | 46.82 |
Total (% horizontal) | 4.46 | 12.16 | 40.24 | 43.13 | 100 | 100 |
Fuente: Elaboración propia con base en biare (2014).
En el análisis que sigue se utilizan variables derivadas del reactivo 6 del cuestionario del biare-a en el cual se pregunta qué “tan de acuerdo o en desacuerdo” está con varias afirmaciones sobre su condición personal, escogiendo entre las opciones de una escala del uno al siete, en la cual cada número se asocia a una expresión verbal del grado de acuerdo o desacuerdo.35 La variable base de bienestar subjetivo utilizada en lo que sigue, corresponde a la respuesta sobre el grado de acuerdo o desacuerdo con la afirmación: “Estoy satisfecho con mi vida”.36
En el cuadro 2 se compara el bienestar subjetivo frente a las variables (del mismo reactivo) de grado de acuerdo o desacuerdo con las afirmaciones “soy una persona feliz” y “mis necesidades materiales están satisfechas”, reagrupadas con los mismos criterios que la de bienestar subjetivo de este reactivo. La distribución de ambas variables puede compararse (como se hizo respecto al cuadro 1), con base en las estructuras porcentuales de las últimas columnas (felicidad y satisfacción de necesidades materiales) con las del último renglón (satisfacción con la vida) y comparando los números por debajo y por arriba de las diagonales principales. Ser feliz muestra ser un concepto que la población entiende como ligeramente menos exigente que estar satisfecho con la vida: mientras 81% de la población se dice “feliz” o “muy feliz”, 78% dice estar “satisfecha” o “muy satisfecha” con su vida. Similar conclusión se obtiene comparando el extremo inferior: 7.6% dice no ser feliz, mientras 10.5% dice estar insatisfecho con su vida. En cambio, la pregunta sobre la “satisfacción de las necesidades materiales” parece entenderse como bastante más exigente que las otras dos: quienes se reportan como muy satisfechos y satisfechos en este rubro, es el 59% (contra 81% en felicidad y 78% en satisfacción con la vida).
Bienestar subjetivo y otros indicadores de bienestar subjetivo relacionados
Bienestar subjetivo (satisfacción con su vida) | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
Insatisfecho Ligeramente Satisfecho satisfecho | Muy satisfecho | Total | Total (% vertical) | |||
¿Qué tan de acuerdo está con lo siguiente: Soy una persona feliz? | ||||||
No feliz | 54.2 | 16.15 | 15.4 | 14.25 | 100 | 7.58 |
Ligeramente feliz | 22.3 | 32.29 | 29.38 | 16.03 | 100 | 11.1 |
Feliz | 6.87 | 13.69 | 50.99 | 28.46 | 100 | 34.55 |
Muy feliz | 3.37 | 4.78 | 23.2 | 68.65 | 100 | 46.76 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
¿Qué tan de acuerdo está con lo siguiente: Mis necesidades materiales están satisfechas? | ||||||
Insatisfecho | 31.71 | 17.47 | 27.08 | 23.74 | 100 | 19.45 |
Ligeramente satisfecho | 10.05 | 20.91 | 37.34 | 31.7 | 100 | 21.95 |
Satisfecho | 4.32 | 7.89 | 43.46 | 44.34 | 100 | 34.63 |
Muy satisfecho | 2.77 | 4.39 | 18.29 | 74.55 | 100 | 23.97 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
Fuente: Elaboración propia con base en BIARE (2014).
Al relacionar el bienestar subjetivo con variables sociodemográficas las relaciones encontradas son las siguientes (cuadro 3): 1) los hombres parecen tener una mejor percepción de su bienestar que las mujeres, pero la diferencia es tan pequeña que puede no ser estadísticamente significativa; 2) la diferenciación por cohortes también es muy tenue, pero están un poco más satisfechas las personas de las edades extremas (adultos mayores y jóvenes); 3) es ligeramente mayor la insatisfacción entre quienes hablan una lengua indígena; 4) el nivel educativo de los entrevistados tiene asociación visible (mayor que en los casos anteriores) con su autoevaluación del bienestar: a mayor nivel educativo aumenta la satisfacción con la vida; 5) los casados reportan estar más satisfechos con la vida que los “no unidos” (solteros, divorciados, viudos, etc.) y que los que están en unión libre; 6) las diferencias entre tener o no tener hijos son muy tenues (muy probablemente sin significancia estadística).
Bienestar subjetivo (satisfacción con la vida) e indicadores sociodemográficos
Bienestar subjetivo (satisfacción con la vida) | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
Insatisfecho Ligeramente Satisfecho satisfecho | Muy satisfecho | Total | Total (% vertical) | |||
Sexo | ||||||
Hombre | 9.27 | 11.6 | 33.83 | 45.3 | 100 | 43.72 |
Mujer | 11.36 | 11.61 | 32.26 | 44.78 | 100 | 56.28 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
Cohorte | ||||||
1953 o antes | 9.82 | 11.16 | 32.76 | 46.27 | 100 | 16.43 |
1954-1968 | 10.56 | 11.48 | 33.37 | 44.59 | 100 | 22.62 |
1969-1984 | 11.01 | 11.94 | 33.25 | 43.81 | 100 | 36.27 |
1985-1996 | 9.92 | 11.53 | 32.24 | 46.32 | 100 | 24.67 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
¿Habla lengua indígena? | ||||||
Si | 13.17 | 11.73 | 35.05 | 40.05 | 100 | 6.49 |
No | 10.25 | 11.6 | 32.8 | 45.35 | 100 | 93.51 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
Máximo nivel educativo aprobado | ||||||
Básica o menos | 12.15 | 12.01 | 32.11 | 43.72 | 100 | 60.61 |
Media superior | 9.36 | 12.18 | 33.33 | 45.13 | 100 | 22.27 |
Superior o más | 5.81 | 9.41 | 35.39 | 49.39 | 100 | 17.12 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
Unión conyugal | ||||||
No unido | 12.89 | 12.6 | 32.71 | 41.8 | 100 | 38.24 |
Unión libre | 11.8 | 12.26 | 33.49 | 42.45 | 100 | 17.18 |
Casado | 7.82 | 10.5 | 32.94 | 48.74 | 100 | 44.58 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
Hijos | ||||||
Si | 10.52 | 11.68 | 32.97 | 44.84 | 100 | 78.2 |
No | 10.18 | 11.34 | 32.87 | 45.6 | 100 | 21.8 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
Fuente: Elaboración propia con base en BIARE (2014).
Al contrastar el bienestar subjetivo de quienes sufrieron y no sufrieron eventos negativos en el año de la entrevista (cuadro 4) se encontraron fuertes contrastes: a) el 30% de quienes estuvieron desempleados reportó baja satisfacción con la vida (insatisfecho o ligeramente insatisfecho) y el 37% declaró estar muy satisfecho, frente a 21% y 46% respectivamente de quienes no estuvieron desempleados; b) contraste similar se aprecia entre quienes se divorciaron o separaron; c) un poco más fuerte aún es el contraste entre quienes contestaron sí (y quienes contestaron no) a la pregunta de si “ha pedido prestado para alimentación/renta/medicinas”: 34% frente a 48% reportaron estar muy satisfechos con su vida.
Bienestar subjetivo actual, eventos negativos y comparación con el hogar en el cual creció
Bienestar subjetivo (satisfacción con la vida) | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
Insatisfecho Ligeramente Satisfecho satisfecho | Muy satisfecho | Total | Total (% vertical) | |||
¿Experimentó desempleo? | ||||||
Si | 16.46 | 13.45 | 31.24 | 38.86 | 100 | 14.12 |
No | 9.45 | 11.3 | 33.23 | 46.02 | 100 | 85.88 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
¿Experimentó divorcio o separación? | ||||||
Si | 19.74 | 14.93 | 30.53 | 34.81 | 100 | 5.95 |
No | 9.85 | 11.39 | 33.1 | 45.65 | 100 | 94.05 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
¿Cómo es el nivel de vida de su hogar actual, comparado con en el que creció? | ||||||
Mejor | 8.5 | 10.15 | 33.04 | 48.31 | 100 | 60.56 |
Similar | 11.2 | 13.45 | 33.38 | 41.97 | 100 | 32.54 |
Peor | 23.9 | 15.67 | 30.03 | 30.4 | 100 | 6.9 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
¿Ha pedido prestado para alimentos/medicinas/renta en el último año? (índicea) | ||||||
Si | 18.1 | 15.87 | 32.01 | 34.02 | 100 | 22.64 |
No | 8.2 | 10.35 | 33.22 | 48.22 | 100 | 77.36 |
Total (% horizontal) | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 100 |
Fuente: Elaboración propia con base en BIARE (2014).
Se calculó un índice que toma en cuenta si se pidió prestado para 1) alimentos, 2) medicinas y 3) renta de la vivienda. El resultado del índice, una variable continua, se dividió en cuartiles, recodificando de manera tal que la respuesta “si” en la tabla, refiere al cuartil superior que más probablemente pidió para alimentos, medicinas y renta de la vivienda, en conjunto. Claramente, la respuesta de “no” se refiere a los tres cuartiles inferiores.
Además, se dispone de una variable que permite captar la percepción subjetiva de la movilidad intergeneracional. Se preguntó a la persona si el nivel de vida de su hogar actualmente es mejor, similar o peor que el del hogar en donde creció. Las diferencias aquí son también muy amplias: De los que dijeron que su nivel de vida actual era mejor, 48% dijeron estar muy satisfechos con la vida, frente al 30% de los que dijeron que tenían un nivel de vida peor que en el hogar en el que crecieron. Esto indica que la percepción de movilidad social subjetiva es un factor fuertemente asociado con la evaluación del bienestar subjetivo.
3.2Comparación del bienestar subjetivo y objetivoUn análisis que puede hacerse utilizando el biare-a y el mcs de manera unificada, y que no he encontrado en la bibliografía revisada, es el de asociación entre medidas multidimensionales del bienestar objetivo (y pobreza), que sean lo suficientemente robustas, como el mmip37 frente a los datos de bienestar subjetivo. Por ejemplo, ya se ha mencionado que en Rojas (2005) se hace una comparación de indicadores de bienestar objetivo frente a bienestar subjetivo, pero una objeción que podría hacerse a este trabajo es que las variables de bienestar objetivo utilizadas no dan cuenta fielmente del bienestar objetivo como para asociarse con el bienestar subjetivo.38
Como respuesta a la crítica anterior, se propone utilizar en este análisis una medición que sí dé cuenta fiel del bienestar objetivo, como el mmip. Con lo anterior, se presume que la relación entre bienestar subjetivo y objetivo podría ser más fuerte de lo que se ha encontrado en la bibliografía ya citada.
En el cuadro 5 se presenta la asociación de los estratos del mmip, y de sus dos principales dimensiones, ingresos y Necesidades Básicas Insatisfechas (nbi) frente a las categorías de respuesta del bienestar subjetivo. Resultan diferencias notorias en la distribución de los niveles de bienestar subjetivo (excepto en la categoría “satisfecho”) entre los estratos del mmip y, por lo tanto, asociación importante entre el bienestar subjetivo (la satisfacción con la vida) y el bienestar objetivo. Por ejemplo, el 14.4% de las personas que se encuentran en el estrato de indigencia por su valor de mmip, se auto-reportan insatisfechas con la vida, frente a 2.59% de los de “clase alta”. Para el auto-reporte de muy satisfecho, las diferencias van de 39% a 56% entre “indigencia” y “clase alta”, de forma respectiva. Resultados similares se observan para la dimensión de ingresos y nbi. Lo anterior muestra una relación estrecha entre el bienestar subjetivo y objetivo.
Bienestar subjetivo (satisfacción con la vida) e indicadores del mmip
Estratos mmip | Insatisfecho | Ligeramente satisfecho | Satisfecho | Muy satisfecho | Total | Promedio | Desviación estándar (escala original 1 a 7) | % de fila sobre total variable |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Ingresos MMIP | ||||||||
A- Indigentes | 13.5 | 13.43 | 32.22 | 40.85 | 100 | 5.9 | 1.4 | 38.56 |
B-Muy pobres | 11.3 | 11.86 | 31.56 | 45.28 | 100 | 6 | 1.3 | 13.39 |
C- Pobres moderados | 10.04 | 11.55 | 34.03 | 44.38 | 100 | 6 | 1.2 | 18.45 |
D- SRI | 6.98 | 10.55 | 33.84 | 48.63 | 100 | 6.2 | 1.1 | 18.11 |
E- Clase media | 5.65 | 7.18 | 33.92 | 53.25 | 100 | 6.3 | 1.1 | 10.13 |
F- Clase alta | 2.6 | 4.99 | 33.33 | 59.08 | 100 | 6.5 | 0.8 | 1.36 |
Total | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 6 | 1.3 | 100 |
NBI (de MMIP) | ||||||||
A- Indigentes | 16.98 | 14 | 33.78 | 35.23 | 100 | 5.7 | 1.5 | 6.8 |
B-Muy pobres | 13.14 | 13.85 | 31.84 | 41.17 | 100 | 5.9 | 1.4 | 15.25 |
C- Pobres moderados | 11.24 | 12.14 | 32.62 | 44 | 100 | 6 | 1.3 | 44.68 |
D- NBS | 7.85 | 10.65 | 34.25 | 47.24 | 100 | 6.1 | 1.1 | 12.22 |
E- Clase media | 6.36 | 9 | 33.38 | 51.27 | 100 | 6.2 | 1.1 | 19.13 |
F- Clase alta | 4.49 | 4.83 | 33.7 | 56.98 | 100 | 6.4 | 1 | 1.91 |
Total | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 6 | 1.3 | 100 |
MMIP | ||||||||
A- Indigentes | 14.4 | 13.91 | 32.63 | 39.05 | 100 | 5.8 | 1.4 | 27.85 |
B-Muy pobres | 11.82 | 12.65 | 31.93 | 43.61 | 100 | 5.9 | 1.4 | 20.94 |
C- Pobres moderados | 9.47 | 11.38 | 32.88 | 46.27 | 100 | 6.1 | 1.2 | 28.37 |
D- SANBRIT | 5.88 | 9.31 | 34.32 | 50.49 | 100 | 6.2 | 1.1 | 9.22 |
E- Clase media | 5.82 | 7.63 | 34.04 | 52.5 | 100 | 6.3 | 1.1 | 11.6 |
F- Clase alta | 2.59 | 5.24 | 36.14 | 56.04 | 100 | 6.4 | 0.8 | 2.01 |
Total | 10.53 | 11.77 | 32.9 | 44.8 | 100 | 6 | 1.3 | 100 |
Fuente: Elaboración propia con base en BIARE y ENIGH (2014).
Nota: SRI = Satisfacción de requerimientos de ingresos, NBS = Satisfacción de necesidades básicas, SANBRI= Satisfacción de necesidades básicas y requerimientos de ingreso.
Con la finalidad de verificar la significancia estadística de las asociaciones encontradas en los análisis bivariados presentados hasta aquí, controlando simultáneamente los efectos por diferentes variables, se estimó un modelo logístico multinomial,39 el cual utiliza como variable dependiente el bienestar subjetivo como variable categórica.40 Así pues, el modelo logístico multinomial utilizado calcula la probabilidad de que el entrevistado haya auto-reportado su bienestar subjetivo como “muy insatisfecho”, frente a las demás categorías de bienestar subjetivo, y a las variables independientes que se incluyen en el Cuadro 6, que presenta los principales resultados del modelo.
Resultados del modelo logístico multinomial
Riesgos relativos del modelo logístico multinomial que mide la probabilidad de pertenecer al grupo que respondió: “Muy insatisfecho” a la pregunta “¿Podría decirme qué tan satisfecho se encuentra actualmente con su vida?”. | |||
---|---|---|---|
Insatisfecho | Satisfecho | Muy satisfecho | |
Cohorte (respecto de 1953 o antes) | |||
1954-1968 | 0.896 | 0.956 | 0.954 |
1969-1984 | 1.188* | 1.360*** | 1.626*** |
1985-1996 | 1.214* | 1.571*** | 2.190*** |
Sexo (respecto de hombre) | |||
Mujer | 0.831** | 0.605*** | 0.656*** |
Unión conyugal (respecto de soltero) | |||
Unión libre | 1.100 | 1.115 | 1.268** |
Casado | 1.090 | 1.203** | 1.645*** |
Nivel máximo estudios (respecto de educación básica o menos) | |||
Media superior | 1.117 | 1.482*** | 1.636*** |
Superior o más | 0.899 | 1.507*** | 1.883*** |
No habla lengua indígena | 0.943 | 0.940 | 1.174* |
No tuvo desempleo | 0.958 | 1.244*** | 1.594*** |
No se divorció | 1.451*** | 1.739*** | 2.611*** |
Situación del hogar actual frente a la del de origen (respecto de “peor”) | |||
Similar | 1.739*** | 2.187*** | 4.547*** |
Mejor | 1.700*** | 2.237*** | 5.534*** |
No pidió prestado | 1.375*** | 1.905*** | 6.485*** |
MMIP (respecto de pobre extremo) | |||
Pobre moderado | 1.129* | 1.365*** | 1.616*** |
No pobre | 1.257* | 1.857*** | 2.667*** |
Constante | 0.902 | 0.957 | 0.034*** |
Observaciones | 37981 | ||
LR chi2(48) | 4912.09 | ||
Prob > chi2 | 0.000 | ||
Pseudo R2 | 0.0573 |
Nota: * p<0.05; ** p<0.01; *** p<0.001
Fuente: Elaboración propia con base en BIARE y ENIGH (2014).
El principal objetivo del modelo es mostrar la significancia de la asociación de las variables de bienestar objetivo con el bienestar subjetivo, aun controlando por las demás variables antes analizadas. Estimé primero un modelo con tres conjuntos: mmip, Ingreso y nbi,41 pero dado que el indicador mmip es construido con base en los otros dos, por definición están altamente correlacionados, lo que resulta en que mmip tome la varianza de las otras dos variables y sea el único de los tres en estimarse como significativo estadísticamente. Se calculó también un modelo dejando fuera al mmip, en el cual Ingreso y nbi resultaban significativos. Lo anterior también es síntoma del carácter del mmip como una medida del bienestar objetivo holística, no de dimensiones particulares de la vida.
Así pues, se observa en el modelo finalmente adoptado (sólo con mmip) que es significativa la relación entre las categorías del bienestar subjetivo y los estratos del mmip. Además, las diferencias en bienestar subjetivo entre los estratos de bienestar objetivo del mmip, siguen siendo amplias e importantes, al igual que lo observado en el análisis bivariado. Como se propuso al principio de este artículo, la baja relación encontrada entre bienestar objetivo y subjetivo en las investigaciones precedentes relacionadas con el tema, podría deberse a las formas de acercarse al bienestar objetivo. Utilizando los datos del mmip, esta relación resulta sumamente relevante para el caso mexicano durante el año 2014, aun controlando por otras variables sociodemográficas, educativas, de eventos negativos presentados en el año de entrevista y de movilidad social subjetiva.
4Discusión finalLa finalidad de los estudios de bienestar objetivo es justo intentar medir el bienestar de las personas. Como se ha discutido en la bibliografía de bienestar subjetivo, esto peca, en ocasiones, de problemas de imputación y presunción sobre el bienestar de las personas, de manera que en muchas ocasiones se cae en el error de estudiar algo que no es realmente el bienestar como lo perciben las personas. Es por lo anterior que es importante el contraste sistemático y periódico entre el bienestar como es representado por las personas mismas (el bienestar subjetivo o autoreportado) y el bienestar objetivo.
Aunque ya en bibliografía precedente se ha contrastado el bienestar subjetivo con indicadores de bienestar objetivo, puede decirse que dichos indicadores no han sido lo suficientemente robustos, y que pueden ser utilizados otros de manera que se tenga mejores resultados en analizar dicha relación. Justo esto es lo que se intentó hacer en el presente artículo, echando mano de los indicadores del método de medición integrada de la pobreza (mmip).
Como variables de control se utilizaron variables sociodemográficas, otras subjetivas y otras de eventos negativos sucedidos durante el año anterior, con la intención de indagar si estas tomaban o no la parte de la varianza del bienestar subjetivo que podría estar siendo explicada por los indicadores objetivos del bienestar, provenientes en este caso del mmip.
Así, primero, se verificó la importancia de variables sociodemográficas en su asociación con el bienestar subjetivo (sexo, cohorte de nacimiento, estado conyugal, origen étnico) además de otras como el nivel educativo. El sentido de las asociaciones es intuitivo y va de acuerdo con lo encontrado en la bibliografía citada. Por ejemplo, ser mujer aumenta la probabilidad de un bienestar subjetivo insatisfecho, al igual que las cohortes de nacimiento más antiguas y origen étnico indígena. Mayores niveles educativos y estar casado aumentan la probabilidad de tener un bienestar subjetivo satisfecho.
Eventos negativos sucedidos a lo largo del año, como pedir prestado (para alimentos, para pagar la renta o para comprar medicamentos), haber estado desempleado y tener una ruptura en una relación sentimental aumentan la probabilidad de evaluar negativamente el bienestar subjetivo. Este efecto es aún más fuerte para el haber pedido prestado.
Por su parte, la percepción de movilidad social, vista aquí como la evaluación del nivel de vida del hogar actual frente al de origen, tiene también un efecto fuerte sobre el bienestar subjetivo. Percibir que ha empeorado el nivel de vida lleva inequívocamente a una evaluación negativa del bienestar subjetivo. Así, la historia individual del sujeto cuenta en la medición del bienestar subjetivo.
Aun cuando se controló por todas las variables anteriores, y se encontró que estas fueron significativas estadísticamente, los indicadores de bienestar objetivo resultaron ser también muy significativos. El indicador mmip (es decir, el resultado total o integrado) resultó ser muy importante para entender el bienestar subjetivo. Como puede intuirse, estratos más altos de mmip se asocian inequívocamente con niveles más altos de bienestar subjetivo.
De lo analizado se concluye que la utilización de indicadores más robustos de bienestar objetivo (como el mmip) repercuten en otorgarle un papel más importante al bienestar objetivo en su relación con el bienestar subjetivo, por lo menos para el caso de México durante 2014.
Agradezco las útiles e importantes recomendaciones y consejos de Julio Boltvinik y Mariano Rojas.
Candidato a doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología, El Colegio de México. Líneas de investigación: desigualdad social, política social, pobreza, mercado laboral y educación.
Rojas, Mariano (2009), “El progreso y el bienestar experimentado por las personas”, en Mariano Rojas (coord.), Midiendo el progreso de las sociedades: reflexiones desde México, Foro Consultivo Científico y Tecnológico, México.
El estudio del bienestar subjetivo puede encontrarse en disciplinas como la psicología (Kahneman et al., 1999), y la sociología (Venhoveen, 1984, 1996 y 1997).
Veenhoven, afirma que el bienestar subjetivo sólo puede medirse mediante la pregunta directa al sujeto y que no hay espacio para especular sobre el bienestar de una persona con base en sus posesiones, su expresión facial o su comportamiento” Veenhoven, Ruth (1984), “Conditions of Happiness”, Kluwer Academic Publishers, Netherlands (citado en Rojas, 2011).
Rojas, Mariano (2008), “Experienced poverty and income poverty in Mexico: a subjective Well-Being Approach”, World Development, 36 (6).
Rojas, Mariano (2011), “El bienestar subjetivo: su contribución a la apreciación y la consecución del progreso y el bienestar humano”, en Realidad, datos y espacio: Revista Internacional de Estadística y Geografía, vol. 2 núm.1 enero-abril, México.
Salvatore, N. y M. T. Muñoz Sastre (2001), “Appraisal of Life: “Area” versus “Dimension” Conceptualizations”, Social Indicators Research, 53; Van Praag, Bernard, Pau Frijters y Ferrer-i-Carbonell, Ada (2003), “The anatomy of subjective Well-being”, Journal of Economic Behavior and Organization, 51; y Rojas, Mariano (2006), “Life satisfaction and satisfaction in domains of life: is it a simple relationship?”, Journal of Happiness Studies, 7(4).
Rojas, Mariano (2007), “The complexity of well-being: A life-satisfaction conception and a domains-of-life approach” en I. Gough y A. McGregor (eds.), Researching WellBeing in Developing Countries, Cambridge University Press.
Rojas, Mariano (2005), “El bienestar subjetivo en México y su relación con indicadores objetivos. Consideraciones para la política pública” en Garduño, Salinas y Rojas (coords.), Calidad de vida y bienestar subjetivo en México, Plaza y Valdés y Universidad de las Américas, Puebla.
Tarascio, Vincent J. (1969), “Paretian welfare theory: some neglected aspects”, Journal of Political Economy, vol. 77, núm. 1 (Jan-Feb., 1969), p. 5.
Además, para Pareto hay una diferencia importante entre la utilidad social (social utility) y la utilidad de la sociedad (utility of society). La segunda toma en consideración al colectivo como tal, alejándose de una visión simple de suma de utilidades de los individuos (a la que se refiere el primer término) en Tarascio, Vincent J. (1969), “Paretian welfare theory: some neglected aspects”, Journal of Political Economy, vol. 77, núm. 1 (Jan-Feb., 1969), p. 5.
Según estos autores existe ya evidencia empírica de la existencia de una concepción compartida única de “felicidad”, para lo cual citan los trabajos de Sandvik, Diener y Seidlitz (1993) y Diener y Lucas (1999).
Ferrer-i-Carbonell, Ada y Ramos, Xavier (2014), “Inequality and happiness”, Journal of Economic Surveys, Wiley Blackwell, vol. 28 (5), pp. 1016-1027, diciembre, p. 1017.
Sen, Amartya et al. (1987), “The standard of living. The Tanner Lectures, Clare Hall, Cambridge, 1985”, Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido, p. 11. (citado en Boltvinik, julio (2005), “Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque de la pobreza y el florecimiento humano”. Tesis para obtener el grado de doctor en Ciencias Sociales. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Occidente.)
Boltvinik, Julio (2005), “Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque de la pobreza y el florecimiento humano”. Tesis para obtener el grado de doctor en Ciencias Sociales. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social-Occidente, p. 260.
La bibliografía al respecto es extensa. Para más sobre la crítica de la corriente del bienestar subjetivo, ver Rojas (2005, 2009ª, 2009b y 2011). White et. al., (2012) proponen complementar las mediciones objetivas con análisis cuantitativos y contexto-situados.
Ramos, Xavier y Silber, Jacques (2005), “On the application of efficiency analysis to the study of the dimensions of human development”, Review of Income and Wealth, International Association for Research in Income and Wealth, vol. 51 (2), p. 300.
Alkire, Sabina (2002), “Dimensions of human development” World Development, vol. 30, núm. 2, UK pp. 181-205.
Boltvinik, Julio (2004), “Métodos de medición de la pobreza. Una tipología. Limitaciones de los métodos tradicionales y problemas de los combinados”, en Julio Boltvinik y Araceli Damián (coords.), La pobreza en México y el mundo. Realidades y desafíos, Siglo XXI editores, México.
En el cuestionario de la encuesta, la respuesta a ambas preguntas se registra originalmente como una variable continua que va del 0 (que equivale a estar totalmente insatisfecho) al 10 (que equivale a estar totalmente satisfecho), pidiendo a los entrevistados que eligieran un número del 0 al 10 como respuesta, lo que las hace totalmente comparables. Cabe mencionar que esta escala original se ha categorizado como lo hace (arbitrariamente) el INEGI en sus tabulados básicos del BIARE (INEGI, 2015): “Muy insatisfecho” (rango 0 a 4), “Insatisfecho” (5 y 6), “Satisfecho” (7 y 8) y “Muy Satisfecho” (9 y 10).
1= Totalmente en desacuerdo, 2=Desacuerdo, 3=Ligeramente en desacuerdo, 4=Ni de acuerdo ni en desacuerdo, 5=Ligeramente de acuerdo, 6=De acuerdo, 7=Totalmente de acuerdo.
Para facilitar el análisis, las siete opciones han sido re-agrupadas como: “no satisfecho”, las respuestas que significan no estar de acuerdo con la frase (opciones 1 a 4); ligeramente satisfecho (opción 5), satisfecho (6) y muy satisfecho (7). Para valorar comparativamente los resultados de esta manera de captar la satisfacción con la vida con la presentada en el Cuadro 1, sería necesario hacer equivalente la categoría “ligeramente satisfecho” con el insatisfecho del Cuadro 1, obteniéndose una distribución dicotómica de la población en satisfecha-no satisfecha (77.7-22.3%) no muy lejana a la del Cuadro 1 (83.4 vs.16.6%).
Las variables de bienestar objetivo utilizadas por Rojas son las siguientes: Ingreso (y posición socioeconómica), consumo de bienes duraderos, acceso a servicios públicos (recolección de basura, calidad del transporte público, disponibilidad de alumbrado eléctrico, drenaje y agua potable, pavimentación de calles, y percepción de seguridad del vecindario. Si bien estas variables son un buen acercamiento al bienestar objetivo, la crítica anterior se basa en que puede que éstas no sean una aproximación suficiente.
Se estimó también un modelo logístico ordenado, pero se encontró que las categorías (insatisfecho, satisfecho, etc.) no son equidistantes. Eso hizo necesario utilizar un modelo logístico multinomial, el cual es más libre al no tener como supuesto una distancia igual entre las diversas categorías de la variable de bienestar subjetivo, la variable dependiente. Según Ferrer-i-Carbonell y Ramos (2014), se ha demostrado que, cuando es posible estimar modelos con variables que pueden ser utilizadas tanto como ordinales como cardinales, no se han encontrado grandes diferencias en los resultados, ya sea que se utilicen regresiones lineales o con estimadores categóricos ordenados.
Para la estimación del modelo se probaron dos diferentes variables dependientes. Se valoraron las variables de “estoy satisfecho con mi vida” del reactivo 6 y la de bienestar subjetivo utilizada en el Cuadro 1, que proviene del reactivo 1 del BIARE-A (“¿Podría decirme qué tan satisfecho se encuentra actualmente con su vida?”). En ambos casos, las tendencias de los resultados son similares, pero la segunda variable resultó con una Pseudo-R2 más alta, por lo que fue la elegida para el modelo estadístico que aquí se muestra.