La vesicostomía cutánea (VC) es una técnica de derivación urinaria temporal, de elección en pacientes con dilatación del tracto urinario superior (TUS), secundaria a patología vesical o infravesical. El objetivo de este trabajo es mostrar nuestra experiencia en niños sometidos a esta derivación, analizando su eficacia para prevenir la infección urinaria, mejorar o resolver la ureteroectasia y estabilizar o mejorar la función renal; en definitiva la recuperación morfológica y funcional del TUS.
Material Y MétodosPresentamos 43 niños, con una edad media de 2,5 años (rango: 1 mes - 14 años) a los que realizamos vesicostomía cutánea (técnica de Blocksom en 36 y el procedimiento de Lapides en el resto) por presentar ureterohidronefrosis grado IV-V, infección urinaria persistente y/o deterioro de la función renal. De ellos, 30 presentaban vejiga neuropática (26 con reflujo vesicoureteral secundario), 7 reflujo vesicoureteral primario masivo y 6 niños válvulas de uretra posterior.
ResultadosEl 100% de los niños con vejiga neurogénica (30 casos), presentaron tras la derivación, mejoría en la ectasia ureteropielocalicial, y el 90% mejoraron su función renal, desapareciendo el reflujo vesicoureteral en el 65%. En 12 pacientes se realizó cistoplastia de ampliación con intestino durante el cierre de la vesicostomía, con derivación tipo Mitrofanoff en 5 de ellos. En otros 7 niños se realizó como único procedimiento, la misma derivación continente con apéndice cecal. Los 11 niños restantes mantienen en la actualidad la vesicostomía. En 5 de los 7 niños con reflujo vesicoureteral primario, éste desapareció, procediéndose al cierre de la vesicostomía. En los otros 2 fue necesario, en el mismo acto quirúrgico, la corrección del reflujo. De los 6 niños afectos de válvulas de uretra posterior, 2 recibieron un trasplante renal, uno se encuentra en lista de espera y el resto (50%) mantienen una función renal aceptable. Durante el primer año de seguimiento, 4 pacientes presentaron infección urinaria sintomática, que desapareció posteriormente. El resto, ocasionalmente presentó bacteriuria asintomática que no fue necesario tratar. Como complicaciones se produjo prolapso vesical por la ostomía en 4 pacientes, litiasis en 3 y estenosis del estoma en 2.
ConclusionesConsideramos que la vesicostomía es la técnica de derivación urinaria electiva en los casos de obstrucción del tramo común y/o ureterohidronefrosis no obstructiva, en neonatos que no mejoran con tratamiento conservador.
Cutaneous vesicostomy (CV) is a choice temporary urinary diversion technique for patients with upper urinary tract (URT) dilation, secondary to vesical o infravesical disease. The objective of this study is to share our experience in children undergoing such diversion, analysing its efficacy to prevent urinary infections, improve or resolve the ureterectasia, and stabilise or improve renal function; in short the functional and morphological recovery of URT.
Material and methods43 children, mean age 2,5 years (range: 1 month - 14 years) with ureterohydronephrosis grade IV-V, persistent urinary infection and/or renal function impairment underwent cutaneous vesicostomy (Blocksom’s technique in 36 and Lapides’ procedure in the rest). Thirty subjects had neuropathic bladder (26 with secondary vesicoureteral reflux), 7 massive primary vesicoureteral reflux, and 6 posterior urethral valve
ResultsAll children (100%) with neurogenic bladder (30 cases), showed improvement of ureteral-pyelic-calyceal ectasia after the diversion, and 90% improved renal function with disappearance of vesiculoureteral reflux in 65%. Augmentation cystoplasty with gut was performed in 12 patients during vesicostomy closure, using Mitrofanoff’s type diversion in 5 of them. The same continent diversion with cecal appendix was used in another 7 children as the only procedure. The remaining 11 children still retain their vesicostomy. In 5 of the 7 children with primary vesicoureteral reflux, the reflux disappeared and so the vesicostomy was closed. Reflux correction during the same surgical procedure was required for the other 2 children. Of the 6 children with posterior urethral valves, 2 received a renal transplant, one is in waiting list and the rest (50%) maintain an acceptable renal function. In the first year of follow-up, 4 patients developed symptomatic urinary infection that later disappeared. The rest had occasional asymptomatic bacteriuria that required no treatment. Complications included vesical prolapse due to ostomy in 4 patients, lithiasis in 3 and stomal stenosis in 2
ConclusionsWe consider vesicostomy to be the choice urinary diversion technique in cases of common section obstruction and/or nonobstructive ureterohydronephrosis in new-borns who do not improve with conservative treatment
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