Pelvic organ prolapse (POP) is related with female sexual dysfunction. The present study aimed to determine the impact of POP corrective surgery on the sexual life of women with advanced POP.
Materials and methodsA prospective, multicentre cohort study was designed, including patients with grade≥II, symptomatic POP, who underwent vaginal surgery with traditional procedures. Sexual activity and function were assessed by PISQ-IR before surgery and 12 months after.
ResultsWe included 355 women; 322 had data from the follow-up visit. The mean (SD) age was 64.8 (9.9) years. At baseline, 170 women were sexually active and 185 were not. After surgery, 29 women (16.8%) became sexually active and 20 (12.8%) ceased sexual activity. Before surgery, 42.3% reported not having sexual intercourse due to bladder, bowel or POP problems; and 11.4% after surgery. At baseline visit, 25.3% had no sexual activity due to pain, however, at follow-up visits, this percentage was 8.5%. A statistically significant improvement was observed in 5 out of 6 scales of the PISQ-IR in sexually active women.
ConclusionsSymptomatic POP is associated with female sexual dysfunction. Surgical intervention seems to have a positive impact on sexual life among sexually inactive and active women.
El prolapso de órganos pélvicos (POP) puede asociarse a la disfunción sexual femenina. El presente estudio pretendía determinar el impacto de la cirugía correctora del POP sobre la vida sexual de mujeres con POP avanzado.
Materiales y métodosSe diseñó un estudio de cohortes prospectivo, multicéntrico, incluyendo pacientes con POP sintomático, de grado≥ii, sometidas a cirugía vía vaginal con tejidos propios. Se evaluó la actividad y función sexual mediante el PISQ-IR antes y 12 meses tras la cirugía.
ResultadosSe incluyeron 355 mujeres, 322 con datos de la visita de seguimiento. La media (DE) de edad fue de 64,8 (9,9) años. Basalmente, 170 mujeres eran sexualmente activas y 185 no. Veintinueve mujeres (16,8%) pasaron a ser sexualmente activas y 20 (12,8%) dejaron de serlo tras la cirugía. Un 42,3% reportaron no tener relaciones sexuales debido a problemas de vejiga, intestino o POP, antes de la cirugía y solo un 11,4% después de la cirugía. El 25,3% de las mujeres refería no tener actividad sexual por dolor en la visita basal, mientras que tras la cirugía este porcentaje era del 8,5%. Se observó una mejora estadísticamente significativa en 5 de 6 escalas del PISQ-IR en mujeres sexualmente activas.
ConclusionesEl POP sintomático se asocia a la disfunción sexual femenina. El tratamiento quirúrgico del POP parece tener un impacto positivo sobre la vida sexual de mujeres tanto inactivas como activas.
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