INTRODUCCION
La práctica de la inmunoterapia mediante la administración de alergenos por vías distintas de la parenteral no es nueva1,2, habiendo en la actualidad un progresivo interés en la utilización de la vía sublingual (ITSL). En los últimos años la valoración de esta vía de administración de la inmunoterapia ha cambiado3,4. Mientras en el documento de posición sobre inmunoterapia de la OMS del año 19985 se concluía que no existía suficiente evidencia científica para recomendar la ITSL en niños, debido a las reacciones secundarias aparecidas, un documento de opinión posterior sobre Inmunoterapia Local6 elaborado por la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAACI) y la Sociedad Europea de Alergología Pediátrica e Inmunología Clínica (ESPACI) sostiene que la Inmunoterapia sublingual es eficaz. En este documento se afirma que la ITSL disminuye la sintomatología alérgica y el consumo de medicación.
En el documento ARIA7 (Rinitis Alérgica y su Impacto sobre el Asma) del 2001 se confirma la eficacia, recomendando la ITSL con dosis elevadas, tanto en niños como en adultos. La recomendación se hace con un nivel A de evidencia que implica la existencia de estudios a doble ciego y con control de placebo.
Como la técnica para administrar la ITSL consiste en mantener el extracto del alergeno bajo la lengua durante uno o dos minutos y después se deglute, el propio paciente puede hacerlo en su domicilio. Frente a esta comodidad, se oponen los posibles errores en la dosificación y correcta ejecución de la técnica de aplicación sublingual, así como olvidos o desidia en el cumplimiento.
OBJETIVOS
A pesar de la recomendación del ARIA, son pocos los estudios efectuados con el fin de comprobar la eficacia, controlados con una metodología adecuada.. Por este motivo el Comité de Inmunoterapia de la SEICAP decidió hacer una revisión de los trabajos publicados sobre estudios con ITSL, efectuados en niños, controlados con placebo, a doble ciego.
MATERIAL
Búsqueda bibliográfica
Se ha realizado la búsqueda bibliográfica a través de MEDLINE, habiéndose encontrado diez estudios en niños, practicados con control de placebo. En cinco de estos trabajos se postulan mecanismos inmunológicos de acción de la ITSL, en el resto se comprueban la eficacia, valorada por diversos parámetros en cada estudio, y la seguridad. Una primera aproximación a estos estudios revela que todos ellos son de autores europeos, la mayoría italianos y franceses y, excepto uno8, todos publicados en revistas europeas. No hay estudios a largo plazo, máximo 24 meses y no se conoce si persisten los efectos beneficiosos una vez interrumpido el tratamiento.
RESULTADOS Y COMENTARIOS
A continuación se analizan los diversos estudios en cuanto a mecanismos de acción, eficacia y seguridad.
Mecanismos de acción
Los estudios con inmunoterapia específica subcutánea se centran en los cambios que produce la inmunoterapia en la respuesta de la célula T al alergeno. Los trabajos con ITSL han sido principalmente clínicos y se dispone de poca información sobre los posibles mecanismos de acción. Los siguientes estudios han demostrado algún cambio en la respuesta inmunológica.
En el primer estudio, publicado en 1998 por Clavel et al9, se valoraron parámetros inmunológicos tras la ITSL con extracto de polen de gramíneas. La dosis de mantenimiento fue de 300 IR (Índice de Reactividad). Hubo un incremento significativo de los niveles de IgE específica para phleum en el grupo con ITSL (preestacional 19,5 ± 10,34 kUI/l vs postestacional 57,5 ± 23,54 kUI/l: p < 0.001). El incremento de IgE específica en el grupo placebo fue significativamente más bajo que en el grupo tratado (p < 0.001). La media del nivel de IgG4 específica postestacional en el grupo tratado fue significativamente más elevada que en el grupo placebo (3,5 % ± 1,45 vs 2,0 % ± 0,6: p < 0.03; media 95 % CI). La comparación intragrupo de los niveles pre y post estacionales muestran un incremento significativo de IgG4 específica en el grupo tratado (p < 0.001) pero no hay diferencia en el grupo placebo. El balance IgG4/IgE no se correlaciona con las puntuaciones de síntomas y uso de medicación. Bousquet10, también encuentra aumentos de IgE e IgG4 en el grupo tratado con ITSL con ácaros (tabla I). La media de los niveles séricos de IgE e IgG4 específicos frente a Dermatophagoides pteronyssinus (D.Pt) y Dermatophagoides farinae (D.F), disminuyeron en el grupo placebo y aumentaron en el de tratamiento. A los 25 meses de tratamiento, las diferencias entre ambos grupos fueron significativas para la IgE: D. Pt (p < 0.05) y D. F. (p < 0.02), IgG4 D. Pt (p = 0.001) e IgG4 D. F. (p = 0.001)
La Rosa et al también valoran la IgE e IgG4 específica en un grupo de niños tratados con un extracto de polen de parietaria por vía sublingual. Los niveles de IgE específica fueron variables sin diferencia significativa entre los dos grupos. Por lo que respecta a la IgG4 específica, antes de iniciar el tratamiento el porcentaje de la misma fue más elevado en el grupo placebo que en el de tratamiento, sin valor estadístico significativo. A lo largo del estudio, los valores no variaron significativamente en el grupo placebo, mientras que en el grupo activo experimentó una elevación significativa en relación con aquel (p = 0.02). Pajno PG et al11, no encuentran cambios significativos en el contenido sérico de la IgE específica para D.Pt., de IgG total ni de IgG4, en ninguno de los grupos.
Otros estudios se han centrado en valorar el efecto de la ITSL en mucosas nasal y sublingual. Así, Passalacqua et al12 en cepillado nasal, observaron un descenso significativo del número de neutrófilos (p = 0.001) y eosinófilos (p = 0.01) después del tratamiento sólo en el grupo de pacientes que recibieron la vacuna (adultos entre 22 y 47 años), y al mismo tiempo disminuyó la expresión de ICAM-1 en las células epiteliales (p = 0.04). En cambio, no detectaron cambios en la concentración de PCE soluble en el producto del lavado nasal. Marcucci et al13 en la mucosa sublingual no encontraron variaciones en el contenido de triptasa tras el tratamiento, pero la PCE, que estaba más elevada en los alérgicos que en los no alérgicos, disminuyó significativamente.
En conclusión, aunque se han descrito diversas variaciones en los niveles séricos de IgE total y específica, IgG4 total e IgG4 específica, así como en mucosas sublingual y nasal, en las que también hay variaciones en el contenido de triptasa, de neutrófilos, eosinófilos, PCE e ICAM-1, los resultados son contradictorios en unos casos y escasamente contrastados en otros.
Sin duda, un mejor conocimiento de la farmacocinética de la ITSL, la absorción y el destino de los alergenos, es necesario para formular hipótesis sobre los posibles mecanismos de acción.
Eficacia
En la tabla II se detallan los 10 estudios controlados con placebo en población pediátrica publicados hasta la fecha. En 8 de estos estudios se produce una mejora significativa en alguno de los parámetros estudiados17 en el grupo tratado con ITSL, mientras que en los dos estudios restantes18,19 no se encontró mejora significativa de estos parámetros, aunque, en los dos se observó una tendencia hacia una mejora clínica en los grupos activos sin que alcanzara un valor significativo. Los dos estudios en los que no se evidenciaba mejora fueron realizados con extracto de ácaros. En el estudio de Guez18 hay un elevado porcentaje de abandonos (30 % activo y 61 % placebo). Se concluye que no hay diferencias por la reducción de la presión alergénica, en ambos grupos, debido a las medidas de control ambiental recomendadas. En el estudio de Hirsh19 la dosis de alergeno administrada fue unas 5 veces superior a la de IT subcutánea, a diferencia de la mayoría de estudios en los que la dosis alcanzada es muy superior. En el documento ARIA se recomienda una dosis acumulada de unas 100 veces superior a la IT subcutánea7.
En uno de los trabajos el extracto usado para la ITSL fue un alergoide17, en los otros se han administrado extractos sin modificar. Los alergenos han sido ácaros (5 estudios), polen de gramíneas (3 estudios), de parietaria (1 estudio) y de olivo (1 estudio). En niños no hay estudios controlados con placebo, efectuados con extracto de epitelios de animales ni con Alternaria.
En cada uno de los estudios, la eficacia se valora por diferentes variables: síntomas clínicos de rinitis, conjuntivitis y/o asma y la reducción del uso de medicación sintomática. En algunos de los estudios sólo se observa mejoría de uno de estos parámetros. Así, en los ensayos clínicos de La Rosa et al8 y de Vourdas et al15 mejoran los síntomas pero no el uso de medicación. En otros, la mejora de los síntomas es muy selectiva. En los pacientes tratados por Pradalier et al16 no se reduce el consumo de medicación de alivio ni mejoran los síntomas de rinitis. Sin embargo, mejoran los síntomas de conjuntivitis y se previene la aparición de asma.
Existe un único estudio controlado por doble ciego20, en pacientes de 12 a 45 años, en el que se compara la ITSL con la IT subcutánea. Los resultados demuestran una eficacia similar para ambos tratamientos en lo que respecta a síntomas y necesidad de medicación de alivio. En cambio, en el grupo tratado con ITSL no se produjo el aumento de IgG e IgG4 específica que sí estaba presente en el grupo con IT subcutánea.
Tolerancia
La principal ventaja de la ITSL sobre la IT parenteral es la de minimizar el riesgo de efectos adversos. Así pues conviene estudiar con detalle la tolerancia de todos los estudios publicados. En la mayoría de ellos no se encuentran diferencias significativas en cuanto a efectos adversos entre el placebo y el tratamiento activo El efecto adverso más frecuentemente reportado es el prurito sublingual. Este prurito siempre se define como leve y que se resuelve espontáneamente.
En uno de los estudios se observaron efectos adversos graves: molestias gastrointestinales, urticaria y asma. Posteriormente, estudios de farmacovigilancia practicados en un total de 486 niños que recibían ITSL21,22, han demostrado que esta vía de administración es perfectamente tolerada en niños. Los únicos efectos adversos con mayor incidencia en niños que recibían tratamiento activo eran los digestivos: prurito bucal y alteraciones gástro-intestinales22. Estos reacciones pueden considerarse locales, tal como ocurre con las reacciones cutáneas después de las inyecciones subcutáneas en la inmunoterapia convencional.
CONCLUSIONES
En primer lugar conviene subrayar que al igual que la subcutánea, la ITSL tiene unas indicaciones y contraindicaciones, reflejadas en el documento ARIA, que debe valorar el alergólogo, (tabla III). Por ejemplo, es más útil en el asma leve y moderada que en los casos graves de larga evolución en que existen fenómenos de remodelación. En todo caso, no debe prescindirse de las medidas de control ambiental ni del tratamiento sintomático, si es preciso. La correcta indicación por parte del especialista y la supervisión de la pauta y la técnica de administración son primordiales para conseguir un éxito terapéutico.
El número de estudios que demuestran la eficacia, seguridad y los mecanismos de acción de la ITSL es todavía pequeño y algunos resultados son discrepantes. Todavía no existe ningún estudio de los efectos a largo plazo de este tipo de IT. Tampoco existen estudios para conocer la dosis óptima de alergeno y la pauta de administración. A pesar de la recomendación del documento ARIA, no parece que exista una relación directa dosis-respuesta y la dosis óptima permanece indeterminada23. Se postula que la dosis acumulada debe ser de 50 a 100 veces superior a la administrada por la vía subcutánea.
Una limitación para indicar ITSL, es el escaso número de alergenos estudiados. No se han realizado experiencias con epitelios, hongos ni veneno de himenópteros. La demostración de la eficacia de la ITSL en pacientes con alergia a veneno de himenópteros contribuiría de forma ineludible a la valoración de esta vía de administración. Se ha propuesto la administración de ITSL con extracto de látex pero la evidencia de su eficacia es todavía limitada24. Recientemente, se ha publicado un trabajo con pacientes adultos, con una metodología muy rigurosa en el que se administraba de forma sublingual extracto de gramíneas. En este estudio no hubo diferencias significativas con el placebo respecto a la reducción de síntomas y el uso de medicación. Sin embargo, sí se observó una mejora de los pacientes con tratamiento activo al comparar los síntomas con los del año anterior, correlacionando con el aumento de los valores de IgG4. Malling25, revisa la eficacia clínica de la ITSL en 23 trabajos controlados con placebo. Valorando la eficacia clínica por la reducción de síntomas y el uso de medicación de alivio, en el 26 % de los estudios podía considerarse inequívocamente eficaz la ITSL, mientras que en el 39 % no se demostraba la eficacia. En el resto de los trabajos, 35 %, la ITSL se consideró como posiblemente eficaz; en ellos mejoraban las puntuaciones de síntomas o se producía una reducción en el uso de medicación de alivio.
Así pues, en la ITSL aún hay algunas incógnitas por resolver, no sólo la posología (dosis, pauta, duración), sino también los mecanismos de acción y sus resultados: eficacia a largo plazo, eficacia en relación con la inmunoterapia subcutánea, eficacia en la prevención, eficacia con epitelios, hongos, venenos de insectos, etc. Todo esto hace que la ITSL no sea la vía de elección en la mayoría de niños susceptibles de ser tratados con inmunoterapia. Estaría indicada en aquellos niños que hubieran presentado reacciones importantes con inmunoterapia parenteral, los que tuvieran dificultad para acudir a un centro sanitario con regularidad, o los que se negaran a ser pinchados. Es posible que en un futuro, una vez superadas las incógnitas actuales, podamos considerar su utilización en un número superior de pacientes.