Un niño de 6 años de edad debutó con dolor epigástrico y vómitos de un año de evolución. La radiografía de tórax y el tránsito baritado esofagogástrico demostraron la presencia de una masa mediastínica. La angiografía por tomografía computarizada torácica demostró un aneurisma de la aorta torácica descendente. Las determinaciones analíticas efectuadas fueron negativas. El aneurisma se corrigió quirúrgicamente utilizando un injerto de dacron. En el estudio anatomopatológico se describían lesiones ateroscleróticas con calcificaciones, compatibles con una pared aneurismática aterosclerótica. En la población pediátrica los aneurismas son excepcionales. Habitualmente no puede determinarse la patogenia, y por tanto, dichos casos se agrupan como idiopáticos. La corrección directa con o sin un injerto es una alternativa terapéutica en estos aneurismas y permite el crecimiento de la circunferencia aórtica.
Los aneurismas son entidades poco frecuentes en la población pediátrica. La mayoría afecta a la aorta torácica descendente (ATD), siendo los más frecuentes los desarrollados después de correcciones de coartación aórtica.