Los aneurismas de arterias viscerales se diagnostican en menos del 1% de la población general. Dentro de ellos, los que afectan a la arteria esplénica (AAE) son los más frecuentes, alcanzando porcentajes del 60 al 71%, en tanto que los de la arteria renal (AAR) constituyen del 15 al 22% de los aneurismas viscerales.
Casos clínicosSe presentan cuatro casos (tres mujeres y un hombre) de embolización de aneurismas de arterias viscerales, dos que afectaban a la arteria esplénica y otros dos a la renal. Los dos aneurismas renales estaban asociados a hipertensión arterial, y de los esplénicos uno se diagnosticó en el contexto de una hipertensión arterial portal y el otro afectaba a una mujer en edad fértil. Se emplearon microguías, microcatéteres y coils Guglielmi de platino, liberados por electrolisis, con diferentes longitudes y características. Además, en uno de los casos de aneurisma renal se asoció la colocación de un stent por presentar una estenosis de la arteria renal adyacente al cuello aneurismático.
ResultadosSe consiguió la oclusión inmediata del aneurisma en los 4 casos. En los estudios de angio resonancia nuclear magnética realizados a los 3 meses se confirmó el sellado del saco aneurismático y la permeabilidad de la arteria nativa.
ConclusiónCon los dispositivos de que se dispone actualmente, la embolización transarterial de los aneurismas viscerales resulta una buena opción terapéutica, con baja morbi-mortalidad.