Nos agrada sobremanera la nota histórica del Dr. Enrique Samaniego Arrillaga1, afamado angiólogo y cirujano vascular donostiarra, que en su día fue nada menos que el primer presidente del Capítulo de Flebología de la SEACV (1993-97); otra fecha a recordar de Samaniego fue el año 1977 cuando organizó en San Sebastián el Congreso Nacional de la SEACV, año transcendental para nuestra especialidad2.
Y decimos que nos agrada el escrito de Samaniego, por 2 motivos: el primero porque a pesar de estar alejado de la profesión continúa su colaboración con la sociedad y su revista. El segundo, tiene que ver con el personaje que ha escogido para su nota; Servet puede ser un desconocido para algunos, pero qué duda cabe que junto a Santiago Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Gregorio Marañón, Carlos Jiménez Díaz o Josep Trueta es uno de los elegidos; uno de los pocos científicos-médicos que dan nombre a hospitales de la sanidad pública española, a calles en ciudades o que «sencillamente» aparecen en los sellos de correos (fig. 1).