El pasado 12 de Noviembre falleció en Barcelona el Dr José Ma Callejas Pérez a los 66 años de edad, dejando en estado de “shock” a su familia y amigos ya que ni su edad ni su carácter optimista y vital presagiaban el fatal acontecimiento.
Empecé mi relación profesional con él en 1973 en la Clínica Adriano de Barcelona, siendo yo aún estudiante de último curso, y durante casi 40 años tuve el placer de que fuera mi compañero, jefe y como el solía decir “sin embargo amigo”.
De sólida formación en Cirugía General y especialista también en Cirugía Cardiovascular, dejó constancia de su excelencia como cirujano vascular en todos los centros donde trabajó, terminando su carrera profesional en la Sanidad Pública en el Hospital Universitario Germans Trías i Pujol de Badalona, donde ocupó la jefatura de Servicio entre el año 1988 y su jubilación en el 2011.
Se implicó profundamente en la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, primero como Secretario en la junta presidida por el Dr Emilio Viver y posteriormente como Presidente durante los años1993-1997. Su carácter dialogante hizo que aquellos años fueran apacibles en su aspecto social e intensos en el científico. De extraordinaria capacidad de trabajo ostentó también cargos en la Sociedad Catalana de Angiología y Cirugía Vascular y en la Sociedad de Cirujanos Vasculares de Habla Hispana, y fue el organizador y alma de multitud de eventos científicos que tuvieron su colofón en la 1ª Reunión Hispano –Brasileña de Angiología y Cirugía Vascular, celebrada en Florianópolis en Marzo de 2011 y que devino un merecido homenaje a su trayectoria por especialistas de ambos continentes.
Si bien es cierto que podría extenderme mucho sobre sus valores profesionales, dada la amplitud de su “curriculum”, es su faceta humana la que dejará un hueco irreemplazable en aquellos que lo conocimos y apreciamos.
Brillante y a la vez modesto, a pesar de su categoría, solía pedir la opinión de sus interlocutores cuando se hablaba de algún paciente, de la misma manera que ofrecía sus siempre ponderados y bien razonados consejos no sólo médicos, sinó sobre otros aspectos de la vida. Su meticulosidad hacía que sus trabajos, ya fueran tesis doctoral, memorias o informes periciales fueran ejemplares.
De carácter afable y colaborador, aceptó la formación no sólo de médicos residentes españoles sinó también de especialistas procedentes de países sudamericanos, especialmente Brasil, los cuales en estos momentos son referentes en sus centros de trabajo.
Sus amplios conocimientos hacían de él una fuente continua de información, que sabía prodigar con ironía y sentido del humor. Esto último aplicado al mundo de la medicina hizo que fuera un placer escuchar sus conferencias o presentaciones de casos clínicos, habitualmente aderezados con anécdotas que hacían imposible que su público se aburriera.
A partir de su jubilación pudo por fin disfrutar de su familia y amigos y disponer de tiempo libre, lo que su hasta entonces repleta agenda de trabajo le había impedido, por lo que demostraba una felicidad que sólo algunos sucesos luctuosos ocurridos el último mes de su vida habían empañado.
Con su prematura desaparición siento no que he perdido un colega, sinó un hermano mayor.
Descanse en paz
