Las lesiones arteriales ocurridas tras una artroplastia de cadera son muy raras. En la actualidad, y debido al mayor número de prótesis de cadera demandadas y la mayor supervivencia de los pacientes, la incidencia está aumentando. El riesgo de lesión vascular en estas intervenciones viene determinado por la proximidad de las estructuras, el uso de instrumentos agresivos y las tracciones. Los vasos lesionados con más frecuencia son las arterias ilÃaca externa y femoral común.
Describimos el caso de una mujer de edad avanzada, con antecedentes de coxartrosis y cirugÃa de prótesis total de cadera derecha, que tras reintervención de ésta y sustitución de antiguo cotilo, presentó signos de isquemia del miembro inferior homolateral. Ante la sospecha de lesión de vasos próximos a la zona intervenida, se decidió la realización urgente de eco-doppler, que mostró flujo de alta resistencia a nivel distal de arteria ilÃaca externa derecha y ausencia del mismo a nivel de arterias femoral común y superficial, las cuales presentaban material ecogénico en su interior. Seguidamente se realizó arteriografÃa de aorta y miembros inferiores, que objetivó obstrucción de arteria ilÃaca externa distal y femoral común, con revascularización a unos centÃmetros de la bifurcación de ambas arterias femorales (fig. 1). Una vez confirmada la sospecha inicial, se intervino a la paciente mediante laparotomÃa lateral derecha y abordaje retroperitoneal, alcanzando la arteria ilÃaca externa, la cual presentaba una zona de contusión en su tercio más distal que no pudo repararse por presentar importante afectación intimal. Se disecó hasta la confluencia con la arteria femoral común, sin sobrepasar el ligamento inguinal, y tras resecar el segmento afectado y realizar trombectomÃa de territorio femoral, se interpuso injerto de dacron de 7mm. En el postoperatorio inmediato se comprobó la recuperación del pulso y de la temperatura distal. A las 24 horas se inició tratamiento antiagregante, que se mantuvo tras el alta. Al mes del procedimiento, una angio-tomografÃa axial computarizada (TAC) de control objetivó permeabilidad de injerto y trÃpode femoral.
Las lesiones arteriales ocurridas tras una artroplastia de cadera tienen una baja incidencia. Los procedimientos ortopédicos electivos son la tercera causa más frecuente de lesión iatrogénica, después de las secundarias a cateterismos y las de origen traumático1,2; además, se relacionan con una mayor mortalidad (7 %) y un mayor riesgo de amputación (15 %)3. En muchas ocasiones pueden quedar como secuela sÃntomas de claudicación intermitente. Estas lesiones tienden a ser cada vez más frecuentes ya que aumenta la esperanza de vida, lo que hace aumentar la degeneración ósea y a su vez el deterioro vascular. Los mecanismos lesivos se basan en: acción directa de la broca, que puede producir un punto sangrante o bien un punto de contusión con trombosis; acción quÃmica del cemento, por reacción exotérmica y liberación de calor con daño intimal secundario; las tracciones pueden provocar lesión directa por los separadores o indirecta por mecanismos de cizallamiento y fractura intimal; puede producirse lesión directa por perforación de la cavidad cotiloidea con el fresado4,5.
Según la literatura, la localización más frecuente de estas lesiones es la arteria ilÃaca externa y femoral común25, siendo mayor aún el riesgo en reintervenciones debido a los cambios anatómicos producidos por la cirugÃa previa, la mayor fuerza de tracción o el mayor desplazamiento intrapelviano de componentes cotiloideos. Además, influye la vÃa de abordaje en el recambio de cadera, siendo el abordaje anterolateral el que más riesgos tiene por su proximidad con estructuras vasculares.
Es importante la valoración arterial previa a la intervención traumatológica, ya que en caso de lesión se dispone de información para realizar un tratamiento precoz. Esta se basa fundamentalmente en una buena historia clÃnica y en un examen vascular. Algunos autores incluyen la realización de eco-doppler en todos los casos de reintervención y arteriografÃa o angio-TAC cuando aparezcan datos de migración intrapelviana de los componentes cotiloideos4.
El tratamiento realizado más frecuentemente en estas lesiones se basa en la derivación, aunque en algunas series, como la de Leiva et al, el porcentaje entre ésta y la reparación local es similar, siendo las opciones terapéuticas las que obtienen mejores resultados de permeabilidad a largo plazo 6. La terapia endovascular, ampliamente aceptada para el tratamiento de las lesiones oclusivas crónicas del sector aortoilÃaco y habitualmente usada en el caso de lesiones arteriales producidas por traumatismos abiertos en pacientes con alta morbilidad, es una posibilidad cada vez más utilizada en lesiones contusas ilÃacas, obteniendo óptimos resultados en las series publicadas7-9. En nuestro caso, debido al aceptable grado de morbilidad que presentaba la paciente, optamos por la cirugÃa, y por tratarse de una lesión grave y extensa nos vimos obligados a interponer un injerto. Usamos un injerto sintético de dacron por disponibilidad, pero podÃamos haber utilizado un injerto de PTFE o un injerto autólogo, aunque en este caso se hubiera aumentado ligeramente el tiempo operatorio.
Es importante realizar un seguimiento en los pacientes sometidos a artroplastia de cadera10, más todavÃa si se trata de una reintervención, pues el diagnóstico precoz de una lesión vascular mejora enormemente la morbimortalidad.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.