Introducción
Al disminuir la mortalidad infantil por causas perinatales e infecciosas, las malformaciones congénitas adquieren mayor relevancia. Las cardiopatías congénitas (CC) constituyen 40% a 50% de esas muertes. Con las actuales técnicas quirúrgicas, de perfusión, anestesia y cuidados perioperatorios, la mayoría de las cardiopatías pueden ser reparadas precozmente, con baja mortalidad, evitando las operaciones paliativas.1 Sin embargo, el número de centros capaces de resolver todas las patologías con resultados satisfactorios, son aún insuficientes en nuestro país. En Argentina nacen aproximadamente 5800 niños con cardiopatías congénitas y fallecen 791 de ellos en el primer año de vida; la mitad dentro del primer mes y muchos sin llegar a tener una oportunidad quirúrgica.2,3
Objetivo
Describir los resultados de la cirugía cardiaca en un hospital público de alta especialidad en Argentina.
Métodos
Se analizaron 2942 pacientes operados entre 2004 y 2009 en el Hospital de Pediatría J. P. Garrahan. Con circulación extracorpórea (CEC), fueron intervenidos 2472 (84%) (Figura 1). Los diagnósticos más frecuentes fueron comunicación interventricular (CIV), tetralogía de Fallot, comunicación interauricular y ventrículo único (Tabla 1). La mediana de edad de 2.5 años, desde un día a 22.5 años (Figura 2), la de peso 11.5 kg (1.6 kg a 96 kg). No se incluyeron los recién nacidos operados sin CEC (ductus, coartación de aorta y anastomosis sistémico-pulmonares) que se recuperaron en neonatología. Se registraron los datos sobre la condición preoperatoria, técnica quirúrgica y cierre esternal diferido; junto a los de la evolución postoperatoria: días de internación, ventilación mecánica (VM), diálisis peritoneal (DP), re-operación, complicaciones y mortalidad postoperatoria inmediata (al alta o dentro de los 30 días). Por complicaciones se consideraron aquellas evitables (infección, errores de medicación, etc.), así como otros eventos vinculados a la complejidad del procedimiento (trombosis, estenosis subglótica, parálisis frénica, etc.).
Figura 1. Pacientes operados por año 2004 - 2009. El número de casos nuevos se incrementó en todos los años. La proporción de cirugías con circulación extracorpórea aumentó en los primeros años y se mantiene constante, por encima de 80% en el resto del periodo.
Figura 2. Distribución por edad. Se observa un aumento progresivo en el número de pacientes menores de un año, que llega a constituir 40% de la población operada en el último año.
Se realizó un análisis de mortalidad ajustado por riesgo, utilizando la escala de RACHS-1 y la de Aristóteles básico, para facilitar la comparación con centros internacionales.4-8
Se analizaron como subgrupos los pacientes con reparación en un tiempo (Fallot y CIV con coartación de aorta), los recién nacidos con bomba y los pacientes con malas condiciones preoperatorias (MCP). Definida esta como requerimiento de VM e inotrópicos previos a la cirugía, debido a la inestabilidad hemodinámica o desnutrición grave.
Los datos se obtuvieron del registro de la unidad de recuperación cardiovascular. Los resultados se expresan en mediana y rango para las variables continuas y en porcentaje para las categóricas. Por tratarse de un estudio retrospectivo, sin intervención, no se solicitó consentimiento.
Resultados
La mortalidad de esta población fue de 5.5%. La mediana de internación en cuidados intensivos de cuatro días (rango de 0 a 340). En el posoperatorio, 45% de los pacientes requirieron VM por cuatro días (uno a 180), diálisis peritoneal en 5.2%, y en 12% el cierre esternal fue diferido. Se reoperaron 248 pacientes (8.4%), por sangrado, infección o defecto residual (Tabla 2) y en 81 se realizó cateterismo postoperatorio para descartar defectos residuales (2.7%).
De los pacientes, 25% presentó algún o algunos eventos desfavorables. Las más frecuentes fueron infecciones, arritmias y sangrado (Tabla 3), 24.4% tenía al menos una cirugía previa y 10% de la población se encontraba en malas condiciones preoperatorias. Esta última cifra ascendió a 31% en los menores de seis meses y a 40% en los recién nacidos. Los pacientes con MCP tuvieron mayor riesgo de complicaciones (Odds ratio de 3.63 IC 95%, 2.27 - 4.81) y de mortalidad (Odds ratio de 6.47 IC 95%, 4.36 - 9.60, p <0 0000001 p
De los casos, 2729 (93%) pudieron ser asignados a una categoría de RACHS. La distribución en la Figura 3 muestra un incremento de pacientes de categorías altas con reducción proporcional de las más bajas. La mortalidad por RACHS comparada con otros centros se observa en la Tabla 4. El promedio del score de Aristóteles fue 6.94 ± 2.4 con una sobre vida de 94.5%, similar a lo señalado en la bibliografía.8
Figura 3. Distribución por Rachs. En 2004 y 2005, la proporción de pacientes en categoría 1 de Rachs alcanzaba 25% de la población. En 2009, esta misma categoría constituyó sólo 12.5%.
Desde 2007 se asistieron con ECMO veinte pacientes (1.2%) con una sobre vida del procedimiento de 52% y alta hospitalaria de 38%.
Análisis de subgrupos: De los Fallot, 84% se repararon en un tiempo, con una mortalidad global de 3.2%. La mediana de edad fue de 22 meses (24 días a 14 años), la de peso 10 kg (1.7 kg a 43 kg); y la mitad requirió VM por tres días (1 día a 35 días).
La reparación de la CIV con coartación de aorta se realizó, en un tiempo en 38/42 pacientes (90%), 27 de ellos menores de tres meses y 17 recién nacidos. La mediana de peso fue de 3.1 kg (2 kg a 27 kg), en 17 (45%) el cierre esternal fue diferido, el tiempo de internación 12 días (cero a 165 días), con seis días de VM (uno a 150 días) y una mortalidad de 10%.
Se operaron 205 neonatos con CEC. La anomalía total de retorno venoso pulmonar, la transposición de grandes arterias y el síndrome de corazón izquierdo hipoplásico concentraron 70% de las cirugías. El tiempo de internación fue 12 días (cero a 191 días), con seis días de VM (cero a 180 días) y diálisis peritoneal 18%. La mortalidad de esta serie fue 20% y descendió a 15% en el último año.
Discusión
El Hospital de Pediatría J. P. Garrahan es un centro de referencia para la alta especialidad del país. Es de financiamiento público y atención gratuita para los pacientes sin cobertura de la seguridad social. En el año 2002 se publicaron los primeros resultados en cirugía cardiaca pediátrica de la institución;3 desde entonces, los esfuerzos para mejorar la oferta quirúrgica y los resultados han sido constantes, como puede observarse a través del aumento del número de pacientes operados anualmente y en el incremento de la complejidad de los mismos (Figuras 1 y 3). En los últimos años los programas de formación del equipo quirúrgico y de recuperación se han consolidado, se han destinado recursos adicionales para aumentar la oferta de turnos quirúrgicos, incorporar nuevas tecnologías y capacitar al personal. Esta serie de pacientes refleja el resultado de estos esfuerzos. Las cifras de mortalidad alcanzadas, ajustadas por complejidad, son alentadoras tratándose de la reparación temprana y en un tiempo de la mayoría de las patologías.6-9
Una gran cantidad de pacientes llegan a la cirugía en malas condiciones, especialmente los más pequeños, lo que pone en evidencia las dificultades en el diagnóstico, estabilización y traslado. Los centros en condiciones de resolver la patología compleja son insuficientes, por lo que se existen largas listas de espera y dificultades para atender oportunamente las urgencias, especialmente la patología compleja neonatal.2,3 La morbilidad en este grupo de pacientes es muy elevada, al igual que en otras series publicadas.10
La falta de asistencia circulatoria no debe desalentar los programas de resolución de cardiopatías complejas porque es un refinamiento terapéutico con un impacto estadístico pequeño en el resultado global.11
Para lograr buenos resultados en cirugía cardíaca compleja es necesario contar con un equipo muy calificado de profesionales cardiólogos, cirujanos, perfusionistas, anestesiólogos, intensivistas, enfermeras y técnicos junto con un adecuado apoyo institucional.
Por apoyo institucional entendemos que se provea a los profesionales de los recursos necesarios para hacer su trabajo. Disponer de datos locales para comparar con los centros de referencia es el primer paso para contribuir a la mejora de la atención de los niños con cardiopatías congénitas. En este sentido, el desarrollo de una nomenclatura internacional unificada y de modelos de ajuste de riesgo constituye un gran avance ya que permite una mejor comparación entre los centros. El registro y la difusión de los resultados es un requisito indispensable en la actualidad, para constituirse en un centro especializado en cirugía cardiovascular pediátrica.4,5,12-15
Conclusiones
En nuestra institución, la mayoría de las cardiopatías se pueden resolver tempranamente en un solo tiempo, con resultados satisfactorios. Las malas condiciones preoperatorias, que afectan particularmente a los neonatos, aumentan significativamente la morbimortalidad.
Agradecimientos
Agradecemos la colaboración del Dr. Rodolfo Neirotti en la revisión crítica de este manuscrito.
Correspondencia: María Althabe.
Av. Las Heras 3745 piso 12 a. (1425). Buenos Aires. Argentina.
Correo electrónico: maria.althabe@gmail.com.
Recibido el 20 de septiembre del 2010;
aceptado el 11 de febrero del 2011.