describir la negociación sobre los aspectos económicos en parejas reconstituidas.
Material y métodosestudio de tipo cualitativo e interpretativo. Bajo el supuesto de que las parejas en segundas nupcias son más vulnerables al fracaso, ya que dan por implícito los roles de género y el papel de cada cónyuge, lo cual dificulta la comunicación, negociación y acuerdos en la familia, se planteó la siguiente hipótesis: “la falta de negociación y acuerdos sobre el rol de los cónyuges en la pareja reconstituida predispone la desintegración familiar”. Los criterios de selección fueron: parejas en segundas nupcias, derechohabientes de la clínica de medicina familiar (cmf) “Gustavo A. Madero”, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (issste), Distrito Federal, México. El muestreo fue por conveniencia, se incluyeron tres parejas, es decir, seis cónyuges de familias reconstituidas. Se utilizó como instrumento una guía de entrevista considerando cinco dimensiones del estudio: negociación de acuerdos económicos, cuidado de los hijos, labores domésticas, comunicación en la pareja y sexualidad. Se realizaron entrevistas semiestructuradas que fueron audiograbadas bajo consentimiento informado.
Resultadosen las parejas 1 y 2 no hubo diálogo ni negociación adecuada de la economía familiar, lo que causó dificultad y tensión entre los cónyuges, además, la distribución de los recursos económicos estaba en función de las necesidades. En la pareja 3, el diálogo y la colaboración económica fueron más equitativos y se fundamentaron en la planeación y organización de las necesidades primarias y secundarias, lo cual favoreció la integración y una dinámica familiar más estable.
Conclusionesla dificultad en la comunicación y las funciones implícitas del rol de género, no permiten la negociación, planeación u organización de la familia, lo que constituye un factor de riesgo para su integración y salud familiar.
describe the negotiation on economic aspects of reconstituted couples.
Material and methodsqualitative and interpretative study. Under the assumption that remarried couples are more vulnerable for failure, as they take for granted the roles of gender and of each partner, which hinders communication, negotiation and agreements in the family. The following hypothesis was raised: “the lack of negotiation and agreements on the role of spouses in the reconstituted couple influences family breakdown”. The selection criteria were: remarried couples, patients of the issste (Institute of Security and Social Services for the State Workers) “Gustavo A Madero” Family Medicine Clinic (fmc), in Mexico City. The sampling was to convenience, three couples, that means, six spouses of reconstituted families were included. It was used, as an instrument, an interview guide considering five dimensions of the study: negotiation of economic arrangements, child care, work home, communication in the couple and sexuality. Semi-structured audio-taped interviews were conducted under informed consent.
Resultsin couples 1 and 2 there was no dialogue and proper negotiation about family economy, which caused difficulty and tension between spouses, in addition, the distribution of economic resources was based on the needs. In couple 3, dialogue and economic cooperation were more equitable and based on the planning and organization of the primary and secondary needs, favoring the integration and a more stable family dynamics.
Conclusionsdifficulty in communication and the implicit functions of the gender role, do not allow negotiation, planning or organization of the family, which is a risk factor for the integration and family health.
descrever as negociações sobre aspectos econômicos em famílias recasadas.
Métodosestudo qualitativo e interpretativo. Sob a hipótese de que os pares recasados são mais vulneráveis ao fracasso, porque eles levam para os papéis de gênero implícitos e o papel de cada um dos cônjuges, o que dificulta a comunicação, negociação e acordos na família, a seguinte hipótese é proposta “falta de negociação e acordo sobre o papel dos cônjuges no casal predispõe desagregação da família reconstituída”. Os critérios de selecção eram casais recasados, beneficiários da clínica de medicina familiar (cmf) “Gustavo A. Madero” Instituto da Segurança Social e Serviços para Trabalhadores do Estado (issste), Distrito Federal, México. Na amostra de conveniência três casais foram incluídos, ou seja, seis cônjuges Foi usado como instrumento um guia de entrevista considerando cinco dimensões de estudo: negociação de acordos econômicos, puericultura, trabalhos domésticos, comunicação do casal e sexualidade. Entrevistas semi-estruturadas foram áudio-gravadas, sob consentimento informado.
Resultadosnos casais 1 e 2, não houve diálogo adequado ou negociação de economia familiar, o que causou dificuldade e tensão entre os cônjuges, além disso, a distribuição de recursos econômicos foi baseado nas necessidades. No casal 3, foram mais equitativo no diálogo e na cooperação económica e foram baseadas no planejamento e organização das necessidades primárias e secundárias, o que favoreceu a integração e uma dinâmica familiar mais estáveis.
Conclusõesa dificuldade de comunicação e funções que leva implícito o papel de gênero, não permitem a negociação, planejamento ou organização da família, o que é um fator de risco para a integração e saúde da família.
La familia reconstituida es una estructura familiar en la que al menos uno de los miembros de la pareja aporta algún hijo de una relación previa.1–3 Se espera que para el 2020 este tipo de familias supere en número a las familias nucleares tradicionales, ya que 50% de las parejas que se casan en primeras nupcias se separan y 70% de los divorciados vuelven a formalizar una relación de pareja.4–5 En nuestro país, la economía capitalista y la pobreza han dado lugar a cambios en la dinámica familiar, tradicionalmente al integrante de la pareja del género femenino se le ha encomendado el hogar, el cuidado de los hijos, el mantenimiento y el arreglo de la casa, y en la actualidad, además trabaja, para ser también proveedora económica. El hombre no ha dejado de ser proveedor, no obstante, ahora en conjunto se encarga del cuidado de los hijos, las labores domésticas y el mantenimiento de la casa, dando lugar al intercambio de roles.6–7
Los cónyuges mediante el diálogo, negocian, organizan y acuerdan la contribución que va a asumir cada uno, para que el aporte económico sea equilibrado. La mujer puede o no estar satisfecha, con este rol de salir a trabajar y ganar dinero para la familia, mientras que para el hombre constituye una situación difícilmente eludible, la dinámica familiar ha cambiado, pero no la estructura del pensamiento de los cónyuges. La mujer, por lo general, cumple el papel de negociadora respecto a los problemas que se generan en la familia, busca el diálogo con su pareja, para que los dos puedan tomar decisiones en conjunto; el hombre está más o menos abierto a las propuestas, aunque en algunas ocasiones el que tiene más ingreso económico, ejerce el poder y la autoridad sobre el otro.8–10
El dinero es un factor de conflicto en los hogares, pues representa poder y control; cuando hay crisis económica y surgen situaciones no previstas derivadas de la manutención, el cuidado de los hijastros y los hijos de la nueva relación, pueden generarse problemas serios en la pareja, predisponiendo a la disolución de muchos matrimonios, por lo que es importante que reciban ayuda terapéutica familiar para que sus dificultades no afecten a la salud familiar.11–13
La pregunta de investigación que guió este trabajo se refiere a ¿cómo se negocian los acuerdos económicos en las familias reconstituidas de clase media en la Ciudad de México? El objetivo fue identificar los conflictos que surgen en la pareja por situaciones relacionadas con la distribución de los recursos económicos en la familia.
Material y métodosSe realizó un estudio de tipo cualitativo e interpretativo durante el periodo comprendido entre abril y diciembre de 2013. Los criterios de selección de la muestra fueron parejas en segundas nupcias, derechohabientes y no derechohabientes, de ambos sexos, atendidos en la clínica de medicina familiar (cmf) “Gustavo A. Madero”, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (issste), Distrito Federal, México, (cuadro 1). El muestreo fue por conveniencia, bajo consentimiento informado y se incluyeron tres parejas, es decir, seis cónyuges de familias reconstituidas. Se utilizó como instrumento una guía de entrevista que consideró las cinco dimensiones del estudio: negociación económica, cuidado de los hijos, labores domésticas, comunicación en la pareja y sexualidad. Se realizaron entrevistas semiestructuradas que fueron audiograbadas, se procedió a la transcripción y codificación según la teoría fundamentada y finalmente se elaboró el análisis relacionando los testimonios, tipologías, bibliografía y la interpretación de la investigación. En este artículo se presenta lo relacionado a la dimensión “negociación de los acuerdos económicos en la familia reconstituida”.
Datos sociodemográficos de los entrevistados
Pareja | Nombre | Edad | Escolaridad | Lugar de Residencia | Ocupación | Hijos previos | Hijos en común | Toxicomanías |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | Yamel | 35 | Licenciatura en Administración | D.F. | Hogar/repostería | 0 | 1 | Tabaquismo |
Víctor | 44 | Secundaria | D.F. | Mozo en un bar | 4 | Alcoholismo | ||
2 | Yuridia | 39 | Secundaria | Ecatepec | Policía | 3 | 1 | Tabaquismo |
Javier | 38 | Primaria | Ecatepec | Policía | 2 | Alcoholismo | ||
3 | Lucy | 41 | Preparatoria | D.F. | Secretaria | 1 | 2 | Ninguno |
Marco | 35 | Preparatoria | D.F. | Micro-empresario | 0 | Ninguno |
Fuente: entrevistas realizadas, 2013
Caso 1. Yamel y Víctor habitan en casa de los padres de Yamel, él tiene cuatro hijos de tres matrimonios anteriores y es quien decide sobre el manejo de su ingreso laboral, pone sus reglas y no permite la negociación, si ella le pide más dinero, él le contesta que consiga un empleo, pues considera que no puede aportar más dinero, porque sus otros hijos también necesitan manutención; Yamel tolera esta situación.
Nunca acordamos, Víctor dijo que sólo me daría lo que pudiera, que no le exigiera, que tiene otros hijos, y que (yo) trabajara para mis lujitos. Él trabaja de mozo en un bar, gana $3 000 al mes,me da $1 000 a la quincena; para ayudarnos vendo postres y lo que gano lo uso para nuestros gastos, nos ayudan mis papas (Yamel).
Para Víctor, los gastos deberían ser equitativos, por lo que le pide a Yamel que consiga un empleo estable que no dependa de la venta de repostería y le ayude cuando no tenga dinero.
Caso 2. Yuridia y Javier viven en casa del primer matrimonio de Yuridia, ambos tienen hijos de su primer matrimonio, Yuridia tiene la custodia de sus tres hijas y Javier aporta para la manutención de sus dos hijos y de Melanie hija de ambos. Trabajan como policías y acordaron que Javier le daría la mitad de su sueldo y la otra mitad la usaría para la manutención de sus otros hijos, Yuridia pondría el total de su sueldo ya que sus tres hijas viven con ella.
Javier no tiene sentido de pertenencia a la familia de Yuridia, lo que dificulta la integración, otorgando la responsabilidad de sus tres hijas sólo a ella. Él piensa mantener sólo a la hija que tienen en común, por lo que no está a negociación dar más de lo acordado.
Acordamos que los gastos de Melanie, la despensa y el pago de la casa, me tocaban a mí; a Yuridia le tocan los gastos de sus tres hijas, los servicios y los gastos extras que fueran saliendo (Javier).
Caso 3. Lucy y Marco habitan en la casa que ambos compraron, Lucy tiene una hija de 13 años de su primer matrimonio y tres hijos que tuvo con Marco. Él es microempresario, Lucy es secretaria, el manejo económico es diferente, juntan sus ingresos y llevan la contabilidad. Su recurso es la confianza y el amor, gracias a ello tienen sentido de pertenencia y se integran adecuadamente como familia.
Trabajamos los dos, acordamos juntar nuestros sueldos. Marco administra, tenemos una cuenta y de ahí se paga la casa, servicios, etc., lo que sobra lo ahorramos, para él, mi hija es su hija, sin discriminación, confió en él (Lucy).
Marco acepta a Lucy con su hija, lo que habla de una adecuada adaptabilidad y flexibilidad, valores y seguridad, lo cual ayuda a tener buenos acuerdos de familia y propiciar estabilidad.
Aportamos nuestro sueldo completo a una sola cuenta, cada quien se queda con el 10%. Tenemos una lista de los pagos, servicios, etc., los dos revisamos el balance de los gastos, el dinero es de la familia, su hija es mi hija, no es de que a ti te tocan los gastos de tu hija; aun cuando el papá de Lizbeth da pensión, es para ahorro de nuestra hija (Marco).
Distribución de los gastos familiaresLa transparencia y honestidad permite el desarrollo de la confianza, valor que ayuda a resolver las dificultades económicas.
En el caso 1, la falta de negociación y organización ha provocado que sus prioridades sean comprar lo que hace falta y pagar deudas, sin que exista un plan de ahorro para la vivienda, imprevistos o su vejez. Como todo lo gastan, se vuelven vulnerables, lo que propicia estrés familiar constante.
Lo que me da es para comprar lo que se necesita, ropa, comida, gasolina, etc., y gastos de Victoria. Lo que junto de mis ventas es para la niña, de la casa no nos preocupamos, mis padres pagan los servicios, despensa y colegiatura del kínder de Victoria (Yamel).
Para Víctor, la prioridad es pagar lo que deben, comprar lo que necesitan y con el dinero excedente divertirse.
Los fines de semana platicamos sobre qué hace falta, qué hay que pagar y si saldremos o no. Compramos lo que necesitamos, pagamos y al que le sobre dinero invita (Víctor).
En el caso 2, la falta de estructura familiar, confianza, pertenencia e integración, dificultan el diálogo y la negociación. El no tener planes en común para la economía familiar los mantiene en crisis y estrés constante, lo que puede predisponer a la separación.
Mis hijas son mi responsabilidad, recibo pensión, de ahí compro lo que necesitan, Javier me da sólo para los gastos de su hija. Con la mitad de su sueldo compramos la despensa, para lo demás, él dice que es mi casa, son mis hijas y yo lo tengo que pagar (Yuridia).
Para Javier, la presión y el control que percibe de parte de Yuridia, así como el ambiente hostil, limitan su rol de padre de familia, el cual dificulta el diálogo, la negociación y la integración familiar.
Las compras y el pago de servicios los realizamos los dos, ella paga la mensualidad de la casa, otras veces yo, le doy la mitad de mi sueldo, y cuando necesita, le doy todo, pero cada día exige más y ya no puedo (Javier).
En el caso 3 la estructura familiar está basada en el amor, diálogo, apoyo, compresión y confianza, recursos que les ayudan a solucionar dificultades económicas, permitiéndoles cierta estabilidad familiar y económica.
El pago de servicios, la despensa, etc., están programados, los imprevistos, por ejemplo, el llevar al niño al doctor y comprar medicinas, le digo (a Marcos) “aquí está el ticket, lo puse del gasto, me lo repones” y lo toma de la cuenta común, así estamos siempre de acuerdo (Lucy).
Para Marcos compartir todo con su pareja, ayudarse y realizar actividades conjuntas es muy importante para su familia.
Problemas en la economía familiarLa falta de organización y conocimiento de la economía familiar afecta su estabilidad. Las personas que no tienen la capacidad para planear, organizar y ahorrar, pueden invertir mal el dinero.
En el caso 2, el alcoholismo de Javier es un factor que hace que ella reaccione negativamente, creando un ambiente hostil, lo cual dificulta el diálogo y la negociación, además de afectar su estabilidad económica y emocional.
Él es alcohólico, antes tomaba poco, ahora cuando toma, se gasta el dinero, luego dice que él aporta más, que le quito todo su dinero. Pero no, es equitativo, él también vive en esta casa y tiene que darme para los gastos (Yuridia).
Javier se siente incomprendido, la presión que ejerce Yuridia, probablemente, no le permite tomar su rol de padre de familia, limitación que le provoca frustración.
Me exige todo mi sueldo, dice que no le alcanza, yo también tengo gastos, luego tengo que pedir prestado para poder solventarlos y eso no lo entiende (Javier).
En el tercer caso, la unidad de los recursos personales y familiares han favorecido la salud familiar.
Tratamos de enfrentar y solucionar las dificultades en su momento, no hay problemas, administramos bien nuestras necesidades y gastos, no gastamos lo que no tenemos (Lucy).
Marco relata que cuando no tenía trabajo, él se ocupó del hogar, mientras su esposa trabajaba. Aunque bajó su autoestima y para su esposa no fue fácil ser la figura fuerte, por no estar preparada emocionalmente para ello, Marco desempeñó el rol de padre de familia ofreciendo seguridad y confianza, hasta que encontró empleo.
Los primeros años de casados no tenía un empleo estable y Lucy ponía todo su sueldo, me desesperaba porque no disponía de dinero, pero entendí que ella me amaba y yo le correspondí, tomando el rol del hogar, después tuve un empleo estable y me convertí en proveedor, y los dos decidíamos (Marco).
DiscusiónEste estudio es pionero en este campo, ya que no se cuenta en México con investigaciones que nos den un panorama a profundidad respecto a la negociación de los roles de pareja. Conocer estas experiencias, permitirá llevar a cabo intervenciones de terapia familiar de forma oportuna.
En los últimos años la vida en pareja se ha complicado, el alto costo de bienes y servicios, y la liberación femenina, han transformando los roles en la familia, los hombres y las mujeres han adquirido nuevas responsabilidades que, por ejemplo, hace 40 años no tenían. Antes de los años setenta, el rol femenino y masculino estaban muy bien definidos y aceptados, la mujer aspiraba a encontrar un hombre con quien compartir toda la vida, tener una familia para cuidarla, atender a su esposo y cumplir con las labores domésticas. El hombre, era el proveedor de la casa y tenía en sus manos la última palabra en las decisiones familiares, incluyendo las económicas.
En este estudio encontramos que la mujer no sólo continúa teniendo a su cargo el hogar, como centro de sus prioridades, sino que ha incorporado otras actividades, como estudiar o trabajar, para contribuir económicamente. El hombre dejó de ser el único proveedor económico y en la actualidad colabora activamente en la crianza y educación de los hijos (suyos y de su pareja), así como en trabajos domésticos. Estas nuevas tareas, en ocasiones generan disfunción familiar, ya que son fuente de discusiones sobre las expectativas y predispone a la separación o el divorcio.
Las parejas reconstituidas tienen mayores conflictos en su vida matrimonial porque tanto el esposo como la esposa se sienten con autoridad para opinar en campos que antes eran exclusivos de un sólo género. Estos matrimonios se pueden estancar en conflictos que a menudo empeoran y se convierten en francas luchas de poder, ya que no consideran la posibilidad de resolver sus diferencias a través de la negociación; es necesaria una comunicación abierta y sincera sobre los mutuos intereses y deberes, de ahí que la negociación sea una habilidad fundamental, no sólo para la supervivencia matrimonial sino para crear uniones estables, duraderas y felices.
La terapia familiar, según el Modelo Estructural de Minuchin12–15, propone trabajar en los siguientes aspectos para lograr una negociación eficaz entre la pareja: 1) dar estructura reforzando la alianza conyugal, 2) adoptar la actitud de “ganar- ganar”, 3) aprender a convivir y a ceder ante las preferencias y necesidades del cónyuge, 4) estar dispuestos a obtener menos de sus expectativas para llegar a acuerdos, 5) evitar chantajear afectivamente, 6) ser empático hacia la otra persona sin descuidar los puntos de vista personales, y 7) evitar resentimientos ocultos o venganzas.
Aunque este estudio consideró una muestra de tres parejas, como todo estudio cualitativo, su objetivo no era presentar una muestra estadísticamente representativa, sino abordar el tema a profundidad para explicar, desde la experiencia de los cónyuges entrevistados las modalidades de negociación en el aspecto económico que afectan la estabilidad y salud familiar. La intención fundamental de esta investigación es aportar estrategias terapéuticas para ayudar a las familias reconstituidas a resolver los conflictos derivados de las deficiencias en las negociaciones de pareja.
Este artículo debe citarse: Herrera-Gómez F, Hamui-Sutton A. Negociación de los aspectos económicos en familias reconstituidas: efectos en la salud familiar. Aten Fam. 2014;21(3):73–76.