evaluar la percepción de apoyo en parejas reconstituidas en un centro de salud.
Métodosestudio descriptivo, observacional, de corte transversal, realizado de agosto a diciembre de 2014 en un módulo del centro de salud “Dr. José Castro Villagrana”, ciudad de México. Muestra no aleatoria por conveniencia, en parejas de personas en segundo matrimonio o unión libre (en al menos uno de los miembros de la pareja). Se aplicó Cédula Básica de Identificación Familiar (Cebif-5) con los rubros de identificación, factores demográficos y el apgar Familiar, previa firma de consentimiento informado. Se realizó prueba de Kruskall-Wallis, nivel de significancia 0.05, y se usó el programa spss v. 18.
Resultadosse incluyeron 30 parejas heterosexuales que vivían en unión libre o segundas nupcias. El rango de edad en hombres fue de 23 a 64 años y en mujeres de 23 a 61 años. Se obtuvieron cinco parejas (16.7%) con percepción baja, ocho (26.7%) con percepción media y 17 parejas (56.7%) con percepción alta, solo se obtuvo relación con significancia estadística entre el nivel de percepción y la edad para ambos sexos, en la que: a mayor edad presentaron mejor percepción.
Conclusionesmás de la mitad de las parejas obtuvo un nivel alto de percepción, sin embargo, la edad de las personas influyó en el nivel de satisfacción y percepción de apoyo. La relación de pareja constituye un desafío para mejorar como seres humanos, así como para prevenir dificultades como los divorcios. El abordar estos problemas debería ser una parte sustantiva del trabajo clínico que ejercen los médicos de familia.
to evaluate the perception of support in reconstituted couples in a Health Care Centre.
Methodsdescriptive, observational, cross-sectional study carried out from August to December 2014 in the “Dr. José Castro Villagrana” Health Care Center in Mexico City. Non-randomized sample by convenience, in couples in their second marriage or common-law union (in at least one of the members of the couple). The Basic Certificate of Family Identification (Cebif-5) with the items of identification, demographic factors and family apgar was applied, after previous informed consent. The Kruskall-Wallis test, with 0.05 of significance level, and the spss v. 18 program were used.
Results30 heterosexual couples living in common-law union or remarried were included. The age ranged from 23 to 64 years in men and from 23 to 61 in women. There were five couples (16.7%) with low perception, eight (26.7%) with media perception and 17 couples (56.7%) with high perception. It was only obtained a relationship with statistical significance between the level of perception and the age for both sexes, in which: older showed better perception.
Conclusionsmore than half of the couples obtained a high level perception, however, the age influenced in the satisfaction level as well as support perception. The couple’s relationship is a challenge to improve as human beings, as well as to prevent difficulties such as divorce. There should be a substantive part of the clinical work in Family Doctors practice addressing these problems.
avaliar a percepção do suporte em casais reconstituídos em um Centro de Saúde.
Métodosestudo descritivo, observacional, transversal, realizado no período de agosto a dezembro de 2014 em um módulo do Centro de Saúde “Dr. José Castro Villagrana” Cidade do México. Amostra de conveniência não aleatória, em pares de pessoas em um novo casamento ou coabitação (em pelo menos um dos parceiros). Certificado Básico Família id (Cebif-5) foi aplicado para as áreas de identificação, fatores demográficos e Família apgar, depois de assinar o consentimento informado. Teste de Kruskal-Wallis, foi realizada nível de significância de 0.05, e o programa spss v. 18 foi usado.
Resultados30 casais heterossexuais que vivem em coabitação ou de novo casamento foram incluídos. A faixa etária em homens foi 23–64 anos e mulheres de 23–61 anos. Obtiveram-se cinco casais (16.7%) com baixa percepção, oito (26.7%) com percepção média e 17 casais (56.7%) com alta percepção. Somente se obteve significância estatística entre o nível de percepção e idade para ambos os sexos sendo que quanto mais velho o casal eles tinham melhor percepção.
Conclusõesem mais da metade dos casais obteve-se um alto nível de percepção; no entanto, a idade das pessoas influenciou o nível de satisfação e apoio percebido. O relacionamento é um desafio para melhorar como seres humanos e para evitar dificuldades, como o divórcio. Enfrentar esses problemas devem ser uma parte substantiva do trabalho clínico praticado por médicos de família.
La vida en pareja se caracteriza por su diversidad y transformación a través del tiempo. Las relaciones con otras personas, la familia, la cultura y las circunstancias de la vida influyen en el matrimonio para su persistencia o ruptura. Mucho se ha comentado sobre las implicaciones del conflicto en la relación marital y el divorcio como consecuencia común de la incapacidad para superar las diferencias en la pareja.1
En ocasiones las parejas experimentan conflictos en su relación que no son atendidos y cuando se han agotado las posibilidades de manejar estas dificultades, algunas parejas optan por la separación o el divorcio.2
Los cambios en la estructura y composición de las familias en México sugieren que la tendencia al divorcio yace sobre el debilitamiento de la familia nuclear como referente simbólico y sobre la fragilidad del vínculo matrimonial o de pareja. Las bases del matrimonio han cambiado, actualmente los individuos evalúan la vida en pareja sobre la base de las satisfacciones individuales, afectivas y emocionales que les brinda. Aspectos como la interdependencia económica, el valor de la familia, el medio social o la religión, se han vuelto menos importantes para mantener dicho vínculo.3
Datos estadísticos indican que existen tres formas de disolución de la pareja: por viudez, por separación y por divorcio, siendo actualmente más frecuentes, las últimas dos.3
La tasa de divorcio ha sido tradicionalmente baja en México, no obstante, se reporta una tendencia ascendente desde la década de 1950, en la que era de 4.4%; en 1990 fue de 7.2%; y en años recientes las rupturas se presentan en 14.5% de las parejas.3 En cuanto a la disolución de uniones por separación, en 1996, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (dif) estimaba que estas ascendían a cerca de 23%, además de 5.7% de divorcios registrados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi) para ese mismo año.4
Además del creciente número de divorcios en primeras nupcias, debemos considerar igualmente los datos relativos al número de segundos matrimonios o uniones. En algunos países occidentales los índices correspondientes a segundas nupcias se sitúan por encima de 70% para mujeres divorciadas que vuelven a casarse antes de los tres años, y más de 80%, para los hombres, lo que también incrementa la cuota de divorcios entre parejas casadas por segunda vez. En Estados Unidos de América, 54% de mujeres casadas en segundas nupcias y 61% de hombres, vuelven a divorciarse; y 40% de quienes se casan por tercera vez también reincide en el divorcio.5
La evolución de los valores y la forma de pensar actual aumentan la tasa de divorcios y separaciones y, en consecuencia, la de la reconstrucción de la familia, ya que pese a estas dificultades, las personas, en necesidad de compartir sus vidas, vuelven a casarse y llegan al próximo matrimonio o unión, con hijos propios, de la pareja, e incluso, estos pueden nacer de la nueva unión, formándose entonces una familia reconstituida.1
La familia reconstituida es la formada por una pareja adulta en la que al menos uno de los cónyuges tiene un hijo de una relación anterior, una de sus características fundamentales es que son familias en transición, es decir, organizaciones familiares que tienen que asumir un número importante de cambios en un corto periodo de tiempo.6 Se espera que para 2020 este tipo de familias supere en número a las familias nucleares tradicionales, ya que 50% de las parejas que se casan en primeras nupcias se separan y 70% de los divorciados vuelven a formalizar una relación de pareja.7
Este nuevo grupo familiar carecía de denominación, lo cual colaboraba con su invisibilidad estadística y social. El término “ensamblada” se adoptó en Argentina, tras la entrada en vigor de la Ley del divorcio (1987), debido al crecimiento importante del mismo.8
La mayor responsabilidad para que la nueva familia funcione usualmente está en la pareja,9 una relación de pareja solida es de vital importancia para fortalecer la dinámica familiar en la familia reconstituida. Si este vínculo es fuerte y estable, se convertirá en fuente de apoyo para todos sus integrantes, permitiéndoles afrontar las dificultades que surgen como resultado de este proceso de adaptación o ensamble.1
El objetivo de este estudio fue conocer la percepción de apoyo en un grupo de 30 parejas, miembros de familias reconstituidas, que acudieron a un módulo integral multidisciplinario de un centro de salud en la delegación Tlalpan, de la ciudad de México.
MétodosEstudio observacional, descriptivo y transversal. Previo consentimiento informado, se realizó un muestreo no aleatorio por conveniencia entre los meses de agosto y diciembre de 2014. Se incluyeron parejas unidas en matrimonio o unión libre por segunda vez (en al menos uno de ellos), que acudieron a consulta al centro de salud comunitario “Dr. José Castro Villagrana” de los Servicios de Salud del Distrito Federal. Se aplicó la cédula básica de identificación familiar (Cebif-5) que incluye: identificación y factores demográficos,10 y el apgar familiar.11 Se analizó la información utilizando la prueba no paramétrica de Kruskall-Wallis, nivel de significancia 0.05 y el programa estadístico spss v 18.
ResultadosSe presentaron diferencias en los rangos de edad entre los integrantes de estas parejas, en los hombres de 23 a 64 años y en las mujeres 23 a 61 años, con promedio de 38.7 años para los primeros y 34.3 para las segundas, con diferencia estadística significativa (p=0.001); la escolaridad fue en promedio de 11 años (tabla 1).
Características de la población por sexo
Edad de los hombres por grupo | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
20 a 30 | 8 | 26.7 |
31 a 40 | 10 | 33.3 |
41 o más | 12 | 40 |
Edad de las mujeres por grupo | ||
20 a 30 | 12 | 40 |
31 a 40 | 10 | 33.3 |
41 o más | 8 | 26.7 |
Años de estudio de los hombres por grupo | ||
8 a 11 | 5 | 16.7 |
12 a 14 | 14 | 46.7 |
15 o más | 11 | 36.7 |
Años de estudio de las mujeres por grupo | ||
8 a 11 | 9 | 30 |
12 a 14 | 11 | 36.7 |
15 o más | 10 | 33.3 |
En 17 de las 30 parejas la mujer aportó un hijo a la relación y en 10 fue el padre quien contribuyó con por lo menos un hijo, solo en tres casos, tanto el hombre como la mujer tenían hijos de relaciones previas. En relación con la nueva pareja, en 23 casos hubo hijos en común, en cuatro parejas se dio la situación de embarazo y en tres no hubo hijos con la nueva pareja. El estado civil de las parejas reconstituidas fue en 38% casadas y 62% en unión libre.
En relación con los resultados del apgar familiar, en todas las parejas se obtuvo el mismo resultado para el hombre y la mujer, y se encontraron cinco parejas (16.7%) con percepción baja, ocho (26.7%) con percepción media y 17 parejas (56.7%) con percepción alta; solo se obtuvo relación con significancia estadística entre el nivel de percepción y la edad para ambos sexos (p=0.007 en hombres y p=0.018 en mujeres), en ambos casos con mejor percepción conforme mayor edad (tabla 2).
Resultados del apgar Familiar por variables de estudio
Resultado de apgar en parejas | Frecuencia | Rango promedio | Resultados |
---|---|---|---|
Edad de los hombres por grupo | |||
20 a 30 | 8 | 11 | 0.007 |
31 a 40 | 10 | 12.55 | |
40 o más | 12 | 20.96 | |
Edad de las mujeres por grupo | |||
20 a 30 | 12 | 12.04 | 0.018 |
31 a 40 | 10 | 14.45 | |
40 o más | 8 | 22 | |
Años de estudio de las mujeres por grupo | |||
8 a 11 | 9 | 18.50 | 0.334 |
12 a 14 | 11 | 15.14 | |
15 o más | 10 | 13.20 | |
Años de estudio de los hombres por grupo | |||
8 a 11 | 5 | 22 | 0.071 |
12 a 14 | 14 | 15.71 | |
15 o más | 11 | 12.27 |
Este trabajo se planteó a partir de la pareja en familias reconstituidas, como unidad de análisis de estudio y la expresión de satisfacción de estos padres y madres con una historia anterior y su probable proyección actual. De acuerdo con lo documentado, el presente estudio es el primer reporte de este tipo.
Como limitación del estudio se acepta que la muestra es pequeña y no probabilística. En este trabajo se reportan los resultados del apgar familiar en el que más de 80% de las parejas presentaron satisfacción media y alta, resultó notorio que las edades de las personas influyen en el nivel de satisfacción y percepción de apoyo.
Los resultados obtenidos en este trabajo, hacen referencia al aumento de este tipo de familias en edades más jóvenes, ya que a las ya conocidas en edad media (de 40 años y más), se suman parejas jóvenes de 20 a 29 años que viven una segunda unión con las adaptaciones que ello conlleva. Se observó además, un aumento en el número de hijos cuando ambos miembros de la pareja ya habían sido padres, en 76.6% tuvo hijos con la nueva pareja y 13.3% estaban en espera de tenerlos. Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre la presencia o ausencia de hijos nacidos en la nueva familia y el nivel de percepción, lo que sugiere que no necesariamente un nuevo miembro en la familia ensamblada generará mejor percepción de apoyo. Se ha sugerido en otros estudios que la edad de los niños si es un factor, ya que las madres de hijos preescolares son vulnerables en cuanto a las relaciones de pareja, a la felicidad personal y a la satisfacción en la vida.12
Se da por entendido que es necesario que la pareja haga cambios para adaptarse a su familia ensamblada, lo que representa una oportunidad de tener una familia estable, que aunque puede ser escenario de dificultades, también puede generar grandes recompensas, ese es su reto.1
De aquí la importancia que tiene en nuestro medio que el médico familiar tome en cuenta la existencia de este cambio y pueda apoyar a este tipo de familias en su camino al ensamblaje, ante el futuro próximo, funcionando no como terapeuta familiar sino como orientador de las familias.
Este artículo debe citarse: Montesinos-Guerrero MR, Madrigal-de León HG, González-Pedraza Avilés A. Percepción de apoyo en la pareja reconstituida: el camino al ensamblaje. Aten Fam. 2015;22(2):50-53.