Sr. Director: La III Semana sin Humo se desarrolló con gran éxito la última semana de mayo de 2002. Al igual que el año pasado, el Centro de Salud Delicias Sur de Zaragoza ha intentado participar activamente en este evento1. Se organizó una mesa informativa atendida por los médicos residentes del centro durante 4 h diarias. En esta mesa se recogían firmas por un ambiente sin humo, a los pacientes fumadores se les realizaron una encuesta y una cooximetría, y se les informó de la existencia y el funcionamiento de la consulta de ayuda al fumador del centro. Se captó a 107 fumadores, de los que el 53,9% eran mujeres. Del total de fumadores, el 48,5% tenía entre 21 y 40 años, y el 65,4% fumaba más de 10 cigarrillos al día. Al determinar el monóxido de carbono se observó que un 53,8% daba lecturas de entre 10-20 partes por millón, no tanto en relación con el consumo habitual de tabaco como con el tiempo transcurrido desde el último cigarrillo fumado. Del total de fumadores, un 72,2% había dejado de fumar en alguna ocasión al menos 24 h, en ocasiones en relación con procesos respiratorios agudos u otro tipo de patología aguda. El número de intentos de dejar de fumar en el pasado más frecuentemente comunicado por los fumadores fue uno o dos en el 60% de los encuestados. El período más largo que se habían mantenido sin fumar en el 45,5% de los casos fue de menos de dos meses. Para la deshabituación tabáquica no utilizó ningún tipo de ayuda el 83,3%. El principal motivo de la recaída resultó ser la adicción en un 52,8% (en este apartado se incluyeron el deseo compulsivo de fumar [41,1%] y la ansiedad [11,6%]). Por último, se preguntó a los encuestados si conocían la consulta de deshabituación tabáquica que funciona en el centro de salud, a lo que respondió negativamente un 55,6% y no sabía cómo funcionaba un 78,1%. Un 44% de los encuestados afirmó que estarían interesados en citarse en la consulta para obtener más información o comenzar un programa de deshabituación tabáquica. De los datos obtenidos llama la atención que un elevado porcentaje de los encuestados quiere dejar de fumar, pero pocos lo consiguen definitivamente. Se confirma que los principales motivos del fracaso al intentar dejar de fumar son la adicción que crea el tabaco, el desconocimiento de las posibles ayudas que se ofertan desde el ámbito médico y la aceptación social todavía muy alta del hábito tabáquico (un 35,2% de los fumadores han confesado que vuelven a fumar en actos sociales o por la presión del ambiente de trabajo).
Es muy relevante el hecho de que en esta serie casi el 85% de los fumadores admite haber intentado dejar de fumar por sí mismos sin ningún tipo de ayuda. Según estudios previos solamente un 1-2% de la población general consigue dejar de fumar espontáneamente sin ninguna clase de ayuda ni intervención sanitaria2. Nuestro sistema sanitario no está consiguiendo encauzar el deseo de ayuda de estos pacientes y ofrecerles una terapia específica. Dentro del sistema sanitario también está fracasando la atención primaria, aunque puntualmente pueda haber algunos avances esperanzadores. En el Reino Unido también se ha estimado que la mayoría de los fumadores intenta dejar de fumar por sí mismos a pesar de existir más de 500 unidades de tabaquismo3. Las dos causas principales de este fracaso son que sólo se interviene con algunos fumadores, generalmente los que tienen patología asociada al tabaco, y que no se suele ofrecer soporte farmacológico. Está demostrado que, en general, la terapia de soporte farmacológico multiplica por tres o más el porcentaje de éxitos medidos en abandonos consolidados4.
Lo que se puede concluir a partir de la experiencia de esta Semana sin Humo es que hay que ser más sistemático a la hora de intervenir en pacientes fumadores, aconsejar no sólo a los que presentan patologías crónicas, sino también a los que están asintomáticos, y tanto a los que fuman 40 cigarrillos al día como a los que fuman 10. Lamentablemente sabemos que sólo uno de cada tres fumadores es aconsejado por su médico de familia para que abandone el tabaco5,6. Disponemos de medidas terapéuticas efectivas y debemos estar atentos para ofrecérselas a los fumadores que estén realmente preparados para dejar de fumar. Es importante ser sistemático a la hora de hacer la intervención breve o mínima en fumadores. Es también muy importante organizar al centro para ofrecer ayuda específica a los fumadores que precisen terapia farmacológica y un programa de seguimiento, bien individual o grupal. Hay que conocer de qué recursos disponemos en nuestro entorno para derivar a los fumadores con los que no hayamos obtenido éxito, después de intentarlo de forma efectiva y organizada. Es importante, en suma, dejar de ser neutrales, inactivos, tibios o perezosos ante el primer problema de salud pública que tiene delante todo el sistema sanitario y, en primer lugar, la atención primaria. La Semana sin Humo de la semFYC puede contribuir a alcanzar esos objetivos. Apoyemos la Semana sin Humo cada año, pero también cada día.