Sr. Director: En relación con el editorial «Medicamentos genéricos. ¿Por qué no se cumplen las expectativas?»1, me gustaría hacer las siguientes consideraciones:
Se habla de factores que generan desconfianza y dificultan su empleo entre los profesionales al plantear dudas «sobre su verdadera igualdad». No alcanzo a entender el porqué de esa suspicacia entre los profesionales españoles y no entre los de otros países como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, donde el porcentaje de genéricos sobre el total de envases prescritos ronda el 50% (7,31% en España en 2002).
Se citan las reticencias de la población, cuando en dos estudios publicados en esta Revista2,3 queda claro que este argumento no puede objetarse como excusa al hecho de que los genéricos no acaben de despegar.
En cuanto a la introducción de los medicamentos genéricos en el segundo ámbito de atención sanitaria, efectivamente es mucho menor que en atención primaria (4,5 frente a 15,41% en la Comunidad de Madrid en los primeros 9 meses de 2003), pero no olvidemos que el responsable de una receta es quien la firma y la inmensa mayoría de ellas se hacen en atención primaria. Por otro lado, creo que no puede esgrimirse la prescripción inducida para tratar de justificar ningún tipo de perfil de prescripción.
Al hablar de la implantación del sistema de precios de referencia y la bajada de precios de los medicamentos sometidos a él se plantea que «no sabemos hasta dónde podrá seguirse esta cadena sin poner en peligro la calidad del producto». La filosofía del sistema de medicamentos genéricos/precios de referencia es precisamente conseguir reducir los precios asegurando que se mantiene la calidad. ¿Acaso se pretende poner en duda el papel de la Administración como garante de que esa calidad se va a mantener?
Por último, en el editorial se hace alusión a intereses ocultos e inconfesables y profesionales corruptos. No creo que éstos sean términos adecuados en un análisis que se pretende «sosegado».
Recientemente en un artículo de opinión4 se planteaba: ¿por qué no acaban de avanzar los genéricos en nuestro país? Tras un análisis basado en la opinión de los diferentes agentes implicados (responsables de farmacia de mi gerencia, representantes de la industria farmacéutica, farmacéutico local, colegas de mi equipo y pacientes), llegué a la conclusión de que son muchos los factores que pueden estar influyendo en ello, pero bajo mi punto de vista dos son las claves:
Los medicamentos genéricos no acaban de avanzar en nuestro país porque los médicos (principalmente de atención primaria, porque es en nuestro ámbito donde se extienden la mayoría de las recetas y, por otro lado, atendemos enfermedades que en su inmensa mayoría son susceptibles de ser tratadas con fármacos genéricos) no los prescribimos. Y al analizar esta aparente obviedad comparando los porcentajes de prescripción entre diferentes comunidades autónomas, gerencias, equipos y profesionales dentro de un equipo, llegué a la conclusión de que hay unos médicos más concienciados/motivados (utilizo esta expresión deliberadamente y en sentido positivo) que otros con el tema de los genéricos y, en consecuencia, los prescriben más.
La otra clave es: ¿a quién corresponde concienciar/motivar a los médicos españoles para que prescriban más genéricos? Evidentemente a la Administración. Avanzando un poco más, ¿puede la Administración hacer algo más al respecto? La respuesta está en otro artículo publicado en esta Revista5, donde se nos muestra que tras una intervención llevada a cabo en la Gerencia de Atención Primaria de Murcia desde octubre de 1998 hasta marzo de 2000 se pasó del 2,79% al 17,63% de genéricos prescritos sobre el total de envases.
Vaya por delante mi apoyo incondicional al sistema de genéricos/precios de referencia; pero tras reflexionar sobre el tema he llegado a la conclusión de que si la Administración tiene interés en que este sistema funcione deberá plantearse cómo consigue implicar en ello a sus médicos; de lo contrario me temo que las expectativas seguirán sin cumplirse.