A pesar de que la investigación cualitativa en atención primaria a la salud ha ido en aumento1, y de que en los posgrados en salud pública cada vez se imparten más los contenidos sobre metodologías de este tipo2, existen comunidades académicas y gubernamentales salubristas que muestran reticencia a aceptar la valía de los resultados cualitativos, al menos en el escenario latinoamericano. Se esgrimen argumentos tales como: escasa rigurosidad y objetividad, así como confiabilidad y validez3,4; desechando la posibilidad de implementarlos, como complementos. La labor es continuar disuadiendo a los investigadores cuantitativos recalcitrantes a abrazar el método cualitativo y a esclarecer definitivamente que la investigación cualitativa no es opuesta a la cuantitativa, sino complementaria, pues desarrolla la perspectiva del análisis cuantitativo tradicional.
Ilustremos con dos casos hipotéticos: A) resultados cuantitativos arrojaron una correlación estadísticamente significativa entre la adherencia al tratamiento y resultados satisfactorios de control glucémico en pacientes diabéticos hospitalizados. Pero, en seguimiento ambulatorio, se perdió tal adherencia. B) Una encuesta donde se midió el «nivel» de conocimiento sobre la lactancia materna en un grupo de mujeres embarazadas, arrojó «altos» porcentajes de conocimientos; pero, durante el seguimiento, se observó que de las mujeres encuestadas, menos de la mitad utilizó este método.
Si a ambos estudios los complementamos con herramientas cualitativas obtendríamos, además, procesos de significación, representación y/o prácticas sociales relacionadas con la adherencia al tratamiento y con lo simbólico en la maternidad. Bajo un enfoque cualitativo, las personas describen, explican sus acciones sobre la base de tres aspectos: por causas tradicionales, sentimientos afectivos o por elementos racionales. Las narrativas de los participantes muestran: lugar, ponderación, uso y potencia explicativa sobre las actitudes y percepciones que en lo cuantitativo se ha pretendido medir durante años.
En la tabla 1, se enlistan características presentes en ambos enfoques: lo cualitativo favorece las muestras representativas de los fenómenos sociales, seleccionadas intencionalmente. Lo cualitativo responde al paradigma interpretativo-comprensivo, versando el reconocimiento a la importancia de los aspectos simbólicos y significativos, la centralidad del lenguaje en la producción y reproducción en la cotidianidad1,5. Por ello son de naturaleza flexible. Los protocolos se ajustan desde los aspectos emergentes y relevantes a la pregunta de investigación inicial. Los procesos de salud-enfermedad, pueden ser altamente sensibles, ocasionando disrupciones vivenciales y las dimensiones de análisis no pueden ser anticipadas.
Comparativo entre enfoques de investigación
Enfoques | |
---|---|
Cuantitativo | Cualitativo |
Selección de la muestra | |
Alto número de personasRepresentativos de un universoAleatoria | Pocas personas, representativas del fenómeno |
Tamaño de la muestra | |
Cálculo estadísticos | Saturación teórica |
Reclutamiento de participantes | |
Criterios de inclusión y exclusión | Intencional y exhaustivo |
Análisis de datos | |
Procesamiento estadístico | Análisis de contenidoCategorías inductivas y deductivas |
Presentación de los resultados | |
Gráficos, tablas, el menor texto posible | En textos e imágenes |
La combinación del muestreo deliberado con un formato de preguntas abiertas priva a lo cualitativo de la cuantificación y de generalización de conclusiones, ya que estas son totalmente sobre situaciones contextualizadas. Es una limitante comparada con la rapidez de los datos numéricos para actuar ante situaciones de salud macrosociales, muy común en los cuantitativos. Lo cualitativo se realiza sobre fenómenos micro sociales, por la naturaleza puntal e irrepetible de estos en la cotidianidad. Insistiendo en la complementariedad se invita a conocer el caso de éxito sobre investigación cualitativa y promoción de la salud, en la Comunidad de Madrid durante un periodo de 10 años6.
El investigador «cuantitativo» se pregunta entonces, «¿cómo mido la narrativa de un grupo de personas?» Establecemos que no es medición lo que se realiza, sino la interpretación: se genera una hipótesis de trabajo, se profundiza en el asunto y, al final, no habrá valor de «p» para darle significado a los resultados. Finalmente, cada enfoque traduce las complejidades de la realidad de la vida cotidiana, extraídas en la observación de las unidades de análisis. Esperamos que con el fin de aumentar la investigación cualitativa en atención primaria no haya «peros que valgan» para académicos ni para directivos en los sistemas de salud.