Objetivo. Analizar las manifestaciones clínicas, las enfermedades alérgicas concomitantes y las concentraciones de anticuerpos IgE e IgG específicos en los casos diagnosticados de alergia al toxoide tetánico, en una consulta de alergia durante un período de 15 años (1990-2005).
Diseño. Estudio descriptivo.
Emplazamiento. Servicio de alergia. Hospital Universitario La Fe. Valencia.
Participantes. Se ha estudiado de forma consecutiva a 14 pacientes con edades comprendidas entre los 18 y 60 años, que fueron remitidos para estudio por haber presentado síntomas alérgicos tras la administración previa de toxoide tetánico y precisar revacunación. Todos los pacientes han seguido control en régimen ambulatorio en nuestro servicio. En todos ellos se confirmó hipersensibilidad mediada por anticuerpos IgE frente al toxoide tetánico y se descartó hipersensibilidad a otros componentes de la vacuna mediante pruebas cutáneas y epicutáneas con timerosal y fosfato de aluminio.
Mediciones principales. Se han analizado retrospectivamente las historias clínicas, las características clínicas y biológicas de la reacción, y las enfermedades alérgicas asociadas. Se realizaron pruebas cutáneas con toxoide tetánico (prick puro e intradermorreacciones al 1/100). Se determinaron las concentraciones séricas de IgE total y específica frente a toxoide tetánico mediante ELISA (UNICAP®, Pharmacia, Suecia), así como las concentraciones de anticuerpos IgG frente a toxoide tetánico (ELISA).
Resultados. Los principales datos analíticos y biológicos de los pacientes se recogen en la tabla 1. La edad media ± desviación estandar de presentación de la primera reacción adversa fue 39,2 ± 12,6 años. La media de la IgE sérica total fue de 147 ± 12,1 kU/l; la media de IgE específica frente al toxoide tetánico, de 4,2 ± 5 kU/l, y la media de IgG, 3,9 ± 1,9 U/ml. La prueba cutánea fue positiva en 8 pacientes con respuesta inmediata y en 2 de ellos con reacción tardía.
La reacción adversa más frecuente fue una reacción local exagerada (57,1%), definida como la aparición de edema y rubefacción posvacunal que afectaba a las 2 articulaciones adyacentes al lugar de inyección. Un 28,6% presentó fiebre y urticaria. En el 21,4% de los casos apareció angioedema. Ningún paciente había presentado cuadros anafilácticos graves, con compromiso respiratorio o cardiovascular. Todos los pacientes presentaron titulaciones de anticuerpos IgG en un rango protector1.
Discusión y conclusiones. Las reacciones adversas al toxoide tetánico abarcan desde el enrojecimiento y el edema limitados al lugar de administración hasta fiebre, cuadros de urticaria generalizada e incluso se han descrito casos de reacciones anafilácticas graves2. El toxoide tetánico se administra a menudo como tratamiento profiláctico de la infección tetánica y contiene, además del toxoide tetánico, otros agentes que pueden ser potencialmente antigénicos, como el tiomersal y el fosfato de aluminio2. Aunque esta vacuna se ha utilizado ampliamente, las reacciones de hipersensibilidad inmediatas son excepcionales y la incidencia de reacciones anafilácticas a la inmunización se ha establecido en torno al 0,001%3. Estas reacciones se deben al desarrollo de anticuerpos IgE específicos, cuya presencia puede evidenciarse por medio de tests cutáneos o estudios serológicos3.
Sobre los efectos a largo plazo de la vacunación antitetánica, se ha observado que a los 10 años de la última dosis de la vacuna, el 71-87% de los que recibieron 3 dosis estarían protegidos4 con valores protectores (> 0,01 U/ml) de IgG específica frente al toxoide tetánico.
En los casos que se han estudiado, las concentraciones de IgG específica se encontraban por encima del valor protector. Por ello se consideró innecesario revacunar a los pacientes, evitándose así los riesgos que implicaría la readministración del toxoide. En cualquier caso, los pacientes alérgicos a toxoide tetánico que hubiesen mostrado concentraciones no protectoras de anticuerpos podrían haber recibido un protocolo de desensibilización5.
Es importante también señalar que se pueden detectar anticuerpos IgE específicos hasta en la mitad de los individuos inmunizados; sin embargo, este hallazgo no se correlaciona con el desarrollo de reacciones de hipersensibilidad6. Se considera de especial interés detectar a los pacientes con historia de reacciones alérgicas frente al toxoide tetánico y con una profesión de riesgo para contraer la infección tetánica (veterinarios, carniceros, jardineros, personal sanitario, etc.), puesto que en ellos sería necesaria con más frecuencia una revacunación. Proponemos realizar en estos casos un estudio alergológico orientado hacia la detección de anticuerpos IgE específicos frente al propio toxoide, así como a los excipientes que puedan incluirse en la vacuna y la determinación de anticuerpos IgG frente al toxoide tetánico.