Presentamos un episodio de priapismo iatrogénico por dosis máximas de aripiprazol en un varón joven. Se trata de un caso inusual, ya que este tipo de efecto indeseable es muy poco frecuente en tratamientos con fármacos psicotrópicos.
El priapismo es la erección persistente del pene o el clítoris, frecuentemente dolorosa, sin que se haya recibido estímulo sexual. Se produce por un mecanismo no bien conocido relacionado con el bloqueo de receptores alfaadrenérgicos. Aripiprazol tiene una importante acción bloqueadora alfa 1, lo que hace que sea capaz de producir este efecto adverso. De todas formas existen casos de priapismo producido por fármacos sin dicha actividad y sin que se haya descubierto su mecanismo1.
En la literatura se encuentra información sobre episodios de erección persistente como urgencia urológica relacionados con diversos antipsicóticos, fundamentalmente trazodona, risperidona, oxcarbazepina, clozapina y combinaciones con litio2. Casi todos los casos descritos ocurren en pacientes que acaban de comenzar con el tratamiento, han cambiado la dosis o que se les ha añadido un fármaco nuevo3.
Varón de 23 años de edad con trastorno esquizofrénico por el que está en tratamiento médico con clorazepato dipotásico (Tranxilium) a dosis de 5mg cada 12h y aripiprazol a dosis de 10mg mañana y noche. Tras una revisión psiquiátrica por presentar clínica activa de su enfermedad, se aumenta la dosis a 15mg mañana y noche (dosis máxima para este fármaco). A los 2 días de tratamiento con esta nueva pauta, el paciente acude a nuestro centro de salud con clínica de erección dolorosa persistente desde hacía más de 24h. Fue remitido entonces al urólogo de forma urgente, por precisar una reducción manual.
Después de este incidente se reduce la dosis de aripirazol a su pauta anterior, y no ha vuelto a ocurrir ningún otro episodio similar.
De entre todos los efectos secundarios del aripiprazol, encontramos que el priapismo está clasificado como de las situaciones raras, pues se ha encontrado como «muy poco frecuentes» (1:10.000) y en situaciones posteriores a la comercialización.
La comunicación de efectos adversos muy infrecuentes adquiere gran importancia en fármacos de reciente comercialización y uso muy limitado.