Objetivo. Conocer las actividades habituales de una muestra de pacientes crónicos domiciliarios y relacionarlas con variables sociodemográficas, el perfil del cuidador y la valoración clínica y funcional.
Diseño. Estudio descriptivo, transversal.
Emplazamiento. Pacientes en programa de atención domiciliaria (ATDOM) de ámbito rural y urbano.
Participantes. Un total de 134 pacientes encuestados en 8 centros de asistencia primaria urbanos y 4 rurales.
Mediciones. Encuesta con las siguientes variables: sociodemográficas, perfil del cuidador, escalas de Barthel, Pfeiffer y Yesavage, limitaciones sensoriales, manipulación y deambulación, y listado de actividades lúdicas.
Resultados. El 71,6% de los encuestados vivía en el ámbito urbano, mientras que el 28,4% restante vivía en el ámbito rural. Había un claro predominio de mujeres (61,9%) respecto a varones (38,1%). La edad media era de 82,2 ± 8,9 años, con un rango de edad de 42-100 años. Un 12,7% de los encuestados vivía solo, mientras que el 87,3% vivía en compañía. Predominaba el estado civil de viudedad (viudos 47,8%, casados 44,0%, solteros 6,7% y separados 1,5%). El nivel educativo de los pacientes encuestados era limitado según los estudios realizados (no lee ni escribe 23,9%, estudios primarios 66,4%, bachillerato 8,2%, título superior 1,5%). Los cuidadores de los usuarios eran mujeres en su mayoría (mujeres 80,6%, varones 19,4%) y su relación con el paciente era la siguiente: hijos 44,4%, cónyuges 25,6%, hijos políticos 2,3%, padres 1,5%, vecinos 0,8%, remunerados 9,8% y otros 15,8%.
El 45,9% de los pacientes presentaba una escala de Yesavage sugestiva de depresión. Un porcentaje importante de pacientes refería alteraciones visuales (71,1%), auditivas (56,3%), en la manipulación de las manos (41,8%) y en la deambulación (22,4%). El promedio del índice de Barthel era de 65,1 ± 24,7, mientras que la media del número de errores del test SPMSQ de Pfeiffer era de 3,5 ± 1,4. Era frecuente la pluripatología (cardiovascular 56,7%, respiratoria 23,1%, osteoarticular 49,3%, psiquiátrica 17,9%, neurológica 20,1%, metabólica 25,4%, uroginecológica 20,9% y otros 22,4%) y la toma de medicación (cardiovascular 67,9%, respiratoria 20,9%, analgésicos 50,0%, antidepresivos 18,7%, ansiolíticos 21,6%, uroginecológica 8,2% y otro tipo de medicación 26,1%)
De las actividades registradas (tabla 1) destacan por las mañanas: escuchar la radio (28,9%), leer (24,4%) y realizar ejercicio físico (20,0%); por las tardes predominaban ver la televisión (78,5%), dormir (37,0%) y recibir visitas (39,3%), mientras que durante las noches rezaba el 16,3%. En los días festivos se incrementaban las actividades de rezar (31,1%) y recibir visitas (60,0%). Destacan un mayor número y más variedad de actividades en el ámbito rural y una mayor relación social. En comparación, son más frecuentes (p < 0,05) en el ámbito rural las actividades de pintar, realizar manualidades, cuidar el jardín, rezar y recibir visitas. Coser, y escuchar la radio se relaciona con ser mujer y vivir solo (p < 0,05). A mayor grado de autonomía y capacidad cognitiva, se lee, se escucha la radio y se cocina más (p < 0,05). La presencia de limitaciones sensoriales y manuales condiciona la realización de algunas actividades. Así, ciertas limitaciones sensoriales condicionan menos ver la televisión y escuchar menos la radio. Cuanto mayor es la habilidad manual, más se cose, se cocina y se lee
(p < 0,05).
Discusión. Recrearse es una necesidad para el ser humano. La disminución de las capacidades sensoriales o de la agilidad de las personas puede limitar la elección y duración de las actividades de diversión y ocio. Desde el grupo de Atención Domiciliaria (ATDOM) de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (SCMFiC) ya describimos la situación en nuestro ámbito respecto a la atención domiciliaria1. En esta ocasión nos propusimos realizar un estudio descriptivo transversal con el objetivo de conocer las actividades habituales de una muestra de pacientes en el programa ATDOM2 y relacionarlas con las variables sociodemográficas, la valoración clínica y funcional, y el perfil del cuidador3.
Dentro de nuestra actividad asistencial habitual, a menudo debemos atender a pacientes recluidos en su domicilio como consecuencia de las diversas enfermedades invalidantes. El seguimiento de la valoración global de estos pacientes4 por el equipo multidisciplinario nos permite conocer su entorno familiar y las actividades recreativas que este tipo de pacientes realizan en sus domicilios. Cabe destacar un mayor número y más variedad de actividades en el ámbito rural, con una mayor relación social. La presencia de limitaciones sensoriales y manuales condiciona la realización de ciertas actividades, hechos que se deben intentar paliar mediante un adecuado seguimiento5.
Finalmente, queremos recalcar 2 aspectos. En primer lugar, hemos encontrado mayores limitaciones en las actividades realizadas en comparación con las halladas en estudios similares realizados en la vejez6 y no centrados como el nuestro en los pacientes crónicos domiciliarios. Por otra parte, en el futuro sería interesante profundizar en el estudio de la supuesta relación descrita entre la satisfacción que extraemos de cierta actividad y la naturaleza de dicha actividad, para así conocer mejor las actividades que aportan más significado a la vida de las personas mayores6.