Han pasado 19 años desde que Atención Primaria, la revista médica española para médicos de medicina familiar y comunitaria, publicó su primera edición. Considero que su creación desempeñó un papel importante en el desarrollo actual de la medicina familiar y comunitaria en España.
Los médicos generales y de familia españoles son muy respetados en Europa, y tienen una fuerte implicación en organizaciones y redes europeas. Aportan su experiencia adquirida en las actividades innovadoras que desarrolla la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC). Quisiera recalcar la última iniciativa, que culminó con la creación de un grupo de trabajo en «prevención y promoción de la salud». Aproximadamente 20 países europeos están involucrados hoy en el Grupo Europeo de Análisis de Promoción y Prevención de la Salud en Médicos Generales y de Familia (EUROPREV)1. La futura reunión de todas las redes y organizaciones europeas, que se celebrará en Palma de Mallorca, y su participación en las discusiones sobre las más amplias cuestiones de la medicina general y de familia europea son las más importantes y recientes aportaciones de la semFYC.
Todo ello constituye una buena base para valorar la nueva expansión de la revista médica española. La idea y la propuesta que realizaron al comité los editores de Atención Primaria es que avance hacia una revista que adopte una mayor dimensión mediterránea y meridional en lugar de mantenerse en la perspectiva estatal que mantiene en la actualidad.
Muchos factores podrían dar apoyo a esta idea. En primer lugar, razones históricas: la unidad médica del mundo mediterráneo, como ocurría en la Antigüedad y en la Edad Media. La medicina como un sistema científico surgió como un fenómeno griego y mediterráneo. La medicina fue transmitida a través de los egipcios a los griegos, y la medicina científica griega estaba bajo la influencia de la revolución científica loniana. Desde Hipócrates a Galeno, la medicina se perpetuó a través de la medicina bizantina tardía, árabe y latina. Toda la medicina del Mediterráneo fue llevada a Siria, Egipto, norte de África y España2.
En segundo lugar, hay notables similitudes entre los países del sur de Europa, como sucede, por ejemplo, por lo que atañe al patrón de morbilidad y mortalidad. Francia, Italia, España y Grecia ocupan entre el cuarto y el séptimo lugar de los países europeos en cuanto a expectativa de años de vida se refiere, muy por encima de la media europea (72,45 años). La «paradoja» mediterránea es más obvia cuando se estudia la mortalidad atribuible a cardiopatía isquémica en todas las edades. Francia, España, Portugal, Italia y Grecia tienen el menor índice en Europa de mortalidad por cardiopatía isquémica (57,98/100.000 por año para Francia; 90,46 para Grecia; 140,63 para la media europea). Grecia, Portugal y España presentan, a su vez, el más bajo nivel de mortalidad por neoplasias malignas (162,61/100.000 en Grecia; 169,87/100.000 en Portugal, y 178,22/100.000 en España), claramente inferior a la media europea (195,02/100.000). Se ha discutido mucho sobre el papel potencial que tiene el estilo de vida mediterráneo, y particularmente el componente micronutricional. Se ha escrito abundantemente sobre el papel de la dieta mediterránea y el efecto antioxidante del aceite de oliva sobre la salud. Un estudio reciente, publicado como un trabajo de investigación en The Lancet, reflejó que el uso en el oeste de Europa de los trans fatty acids (TFA), que se sustituyen por las grasas saturadas, ha demostrado elevar el colesterol y posiblemente son un nuevo riesgo independiente de la enfermedad cardiovascular3. Italia, Grecia y España presentan la menor ingesta en TFA (0,5-0,7% de la energía) entre los países participantes.
El estilo de vida en cuanto a características culturales presenta numerosas similitudes entre los países mediterráneos así como en el comportamiento de las enfermedades. Es bien sabido que los factores culturales desempeñan un papel significativo en los deseos y actitudes de los pacientes. El Mediterráneo es el área geográfica donde puede verse una concepción anímica de las enfermedades y se puede encontrar una amplia variedad de creencias y prácticas. La conducta afectiva no-verbal parece ser el factor más importante que determina la satisfacción de los pacientes en los países mediterráneos. Este patrón de comportamiento ha sido considerado como significativamente influyente en la calidad de la atención, y puede ser el principal origen de la insatisfacción del paciente4. No obstante, se precisan más estudios en entornos locales acerca de este importante factor.
Finalmente, el contexto legislativo o institucional del sistema sanitario nacional, en el que médicos generales y de familia están invitados a desempeñar un papel, parece tener muchas similitudes en los países del sur de Europa. Las semejanzas son más aparentes en España, Portugal y Grecia, lugares donde, durante la última década, han seguido la misma estrategia para el desarrollo de la atención primaria a través de los centros de salud. Los lectores españoles posiblemente pueden encontrar muchas otras razones para profundizar en la idea de que Atención Primaria es una revista con orientación hacia el sur de Europa y el área mediterránea. Entiendo que la implementación de esta propuesta necesita de la consideración de algunos procedimientos prácticos, como la presentación de artículos en cualquiera de los idiomas, en inglés o en español, con un resumen correspondiente en uno de estos dos últimos idiomas. De todas formas, considero que la cuestión más importante es el reconocimiento y la aceptación de esta sugerencia. Para evitar malentendidos, no ha de ser considerada como una propuesta hacia la creación de una nueva revista. Además, mi sugerencia no ha de suponer actividades conjuntas entre sociedades o asociaciones en el área mediterránea, como en Escandinavia (véase la Scandinavian Journal of Primary Health Case). Por el contrario, los médicos generales e investigadores europeos disponen de su propia revista, la Revista Europea de Medicina General, que ha publicado recientemente su tercer volumen, y ha alcanzado unos buenos resultados en su evaluación cara a su inclusión en Index Medicus en su última fase. Mi propuesta se refiere a una expansión potencial de la revista española, que se concretaría en los siguientes objetivos:
Promover y fomentar un futuro debate entre médicos generales de diferentes países mediterráneos.
Promover investigación interdisciplinaria en el campo de la medicina de familia y general en la cuenca mediterránea.
Apoyar que los profesionales de atención primaria de salud intercambien experiencia.
Promover una coordinación entre el sur de Europa y el norte de África en el ámbito de la atención primaria.
De todas formas, para ello se necesitaría obviamente el consenso de la Sociedad Española.
