Al año, en los servicios médicos se ponen más de 12 billones de inyecciones intramusculares en el mundo1.
Los médicos de familia, en nuestra práctica clínica habitual, es muy frecuente que tengamos que desplazarnos a la cabecera de nuestros pacientes para tratar en el domicilio sus dolencias, y en muchos casos administrar, incluso los propios médicos, sobre todo en medios rurales, la medicación intramuscular que precisa el paciente. Es por eso que el profesional debe estar formado2,3 en esta técnica, conocer los efectos adversos y las posibles complicaciones.
Conocemos algunas variables que afectan al dolor y a las preferencias de los pacientes sobre la administración de medicamentos vía intramuscular4, como puede ser el menor dolor cuando se utilizan 2 agujas diferentes para cargar y para pinchar5.
Pero ¿realmente somos conscientes los médicos de cuanto duelen los inyectables y de cuál es la mejor técnica a utilizar para la administración de medicación intramuscular?
Para responder a dicha pregunta hemos realizado un estudio descriptivo transversal para valorar las variables que afectan al dolor de la administración intramuscular. En dicho trabajo 16 profesionales del área de salud de Talavera de la Reina, médicos y enfermeros durante los meses de noviembre 2014 a abril 2015, recogieron datos de los inyectables que pusieron, utilizando su práctica clínica habitual, diferenciándose inyectables en 2 tiempos (primero clavar aguja y luego asociar jeringa cargada) o en bayoneta (jeringa con aguja ya cargada), y realizar cachete o no cachete previa a la administración. Como criterios de inclusión fueron pacientes que acuden a consulta y se les administró medicación de las familias AINE, metamizol, corticoides, antihistamínicos y neurolépticos o medicación psiquiátrica. Se sacan del estudio otros medicamentos como antibióticos (penicilina G benzatina) y otras preparaciones especiales. El trabajo contó con la aprobación del comité de investigación del Área de Salud de Talavera de la Reina y se solicitó el consentimiento informado.
Se recogía información socio-demográfica de los pacientes y una valoración por la escala EVA 1-10 del dolor del inyectable.
Se obtienen 483 muestras, con una media edad de 55,7 años (rango: 18-90; mediana: 56), 64% mujeres. La mayoría de los profesionales utilizan la técnica en 2 tiempos (75,50%) no aplicando previamente cachete (53%). Los medicamentos que producían más dolor fueron los neurolépticos (EVA=32,1), seguidos de metamizol (EVA=18,5), corticoides, (EVA=15,8), AINE (EVA=14,7) y difenhidramina (EVA=6,4). La media fue de 15,8 puntos (rango: 0-100), mediana: 10, percentil 75: 30), sin encontrar diferencias estadísticamente significativas entre los distintos grupos (p>0,05).
Analizamos por separado y en conjunto las variables de administración (tabla 1).
Encontramos diferencias estadísticamente significativas (p<0,05) según se aplica la técnica bayoneta (EVA: 13,4±21,48) frente a la aplicación en 2 tiempos (EVA: 24,2±21,94), estas diferencias no se aprecian si se aplica o no, el cachete.
En conclusión, podemos decir que no existió diferencias significativas entre la percepción del dolor de los distintos grupos de medicamentos y que la técnica menos dolorosa para los pacientes fue la aplicación en bayoneta, precedida del cachete, con respecto a la inyección en 2 tiempos.