Hemos leído el interesante documento de consenso, publicado en su revista, «Criterios de derivación en hiperplasia benigna de próstata para atención primaria»1. Quisiéramos felicitar a los autores por su excelente trabajo y efectuar una consideración respecto al tratamiento con bloqueadores alfa adrenérgicos.
El síndrome de iris flácido intraoperatorio (IFIS), descrito por Chang y Campbell en el año 2005, se observa durante la microcirugía de cataratas mediante facoemulsificación ultrasónica en pacientes que están o han estado en tratamiento con bloqueantes alfa-1 adrenérgicos; está compuesto por una tríada: iris flácido atónico que se ondula en respuesta a la irrigación intraocular propia de la fluídica peroperatoria, tendencia iridiana a prolapsarse hacia la punta del facoemulsificador y las incisiones, y una miosis progresiva ineluctable a pesar de la utilización de medidas farmacológicas preoperatorias habituales2. Las complicaciones que pueden derivarse de este síndrome, como por ejemplo la atrofia sectorial iridiana, hernias de iris, diplopía monocular o el edema macular quístico entre otras, afectan a la mejoría visual del paciente esperable tras la cirugía de cataratas3. Aunque se han dado casos de IFIS con todos los bloqueantes alfa-1 adrenérgicos empleados habitualmente para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata o el tratamiento de la hipertensión arterial, la prevalencia más alta se produce con tamsulosina (57-100% de pacientes que la toman)2.
En enero del 2007, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios emitía una nota informativa acerca de los bloqueantes alfa-1 adrenérgicos y el IFIS, mientras se esperaba la aportación de nuevos datos (http://www.aemps.es/actividad/alertas/usoHumano/seguridad/bloqueantes-alfa1.htm) con 2 recomendaciones: 1) en los pacientes que se encuentran en tratamiento con bloqueantes alfa-1 adrenérgicos se recomienda suspender dicho tratamiento al menos 1-2 semanas antes de la cirugía de cataratas, e incluir preguntas sobre el tratamiento con bloqueantes alfa-1 adrenérgicos en el estudio preoperatorio o preanestésico del paciente para adecuar la preparación y realización de la cirugia de cataratas, y 2) no recomendar el inicio del tratamiento con bloqueantes alfa 1-adrenérgicos en aquellos pacientes en los que se haya planificado cirugía de cataratas.
Los últimos artículos de revisión indexados en Medline4,5 destacan que la interrupción temporal de la tamsulosina previa a la cirugía puede no ser efectiva y puede no reducir la severidad del IFIS6. Por otro lado, a pesar de las distintas estrategias farmacológicas utilizadas por los oftalmólogos durante la cirugía en los pacientes que están o han estado en tratamiento con tamsulosina, no se consigue impedir completamente su aparición5. Por lo tanto, además de sugerir la completa anamnesis en cuanto a antecedentes farmacológicos, de igual modo que se hace con los anticoagulantes, por parte de los oftalmólogos, parece razonable recomendar que desde las consultas de Atención Primaria y de Urología se pregunte a los pacientes candidatos a tratamiento con bloqueantes alfa-1 adrenérgicos acerca de la posibilidad de problemas oculares y se solicite una valoración oftalmológica previa a la prescripción de éstos, con el fin de determinar si es oportuno realizar la cirugía de cataratas de manera electiva4.