Sr. Director: En relación con el artículo publicado «Lo que la atención primaria en España puede enseñar a Brasil»1, quería exponer lo que, a médicos de atención primaria en formación, enseñó Brasil.
El sistema de salud brasileño tiene características propias y diferentes a las del sistema español2. Un sistema donde convive un sistema público gratuito y universal con el segundo mayor sistema privado del mundo. La confianza de la población en el sistema público de salud es mínima; la población con mayor poder adquisitivo no acude a los servicios públicos e incluso las personas con dificultades económicas realizan esfuerzos para conseguir un seguro privado. Por este motivo, en la realidad, la sanidad pública brasileña es universal, pero utilizada por los más pobres.
Debido a que el funcionamiento de la atención primaria en Brasil en la práctica no es tan universal, y no existe ese filtro para la derivación a la medicina especializada, se llevan a cabo en muchas ocasiones pruebas innecesarias por no realizar un diagnóstico correcto. Se debe valorar y aprender del trabajo en equipo desempeñado en el Programa de Saúde da Familia (PSF) con reuniones periódicas entre todos sus profesionales (médicos, profesionales de enfermería, auxiliares de enfermería y agentes de salud) para solucionar problemas diarios ante la falta de medios y recursos económicos de la población atendida. Estamos en desacuerdo con el Dr. Lendimuth Mancini, al menos con lo que respecta a nuestra experiencia en la ciudad de Petrópolis. Los profesionales no están desmotivados sino que resalta su entrega a los pacientes con las consultas diarias, las programadas y las visitas domiciliarias; a la docencia, con el paso de estudiantes de medicina de la Universidad de Petrópolis, y a la formación, con sesiones clínicas semanales.
Por otro lado, el desarrollo de un plan sanitario que fortalezca las actividades preventivas es la base de cualquier sistema sanitario; dentro de nuestro medio las actividades de prevención primaria son llevadas a cabo por el médico y el personal de enfermería; pero en Brasil, un país que carece de lo más básico en algunas regiones, este papel lo asumen todos los trabajadores del PSF.
La comunidad, la gran olvidada de nuestra especialidad (medicina de familia y comunitaria) en nuestro medio, en Brasil cobra un valor importantísimo3-7; se desarrollan multitud de actividades con grupos de mu-jeres, grupos de prevención de diabetes e hipertensión arterial, grupos de educación sexual en adolescentes, y la observación y conocimiento del funcionamiento familiar y del domicilio donde los pacientes viven. Por último, ha sido reconfortante ver publicado un artículo sobre el sistema de salud público brasileño y español. Fue un placer aprender en un PSF de Petrópolis (Estado de Río de Janeiro [Brasil]).