Introducción. Cumplimentar recetas de tratamientos crónicos genera mucho trabajo en las consultas de atención primaria y gastamos demasiado tiempo de nuestra vida laboral en esta tarea burocrática. El programa informático OMI-AP disminuye esta enorme carga de trabajo permitiendo la impresión automatizada y su entrega en la unidad administrativa (circuito de recetas crónicas).
Objetivo. Cuantificar el número de pacientes que se beneficia del circuito de recetas crónicas y valorar los rasgos sociosanitarios de estos pacientes, así como saber a qué enfermedades se asocian estas recetas y qué fármacos se usan habitualmente.
Diseño. Estudio descriptivo, transversal, de todos los pacientes a los que se les presta el servicio del circuito de recetas crónicas en nuestro centro de salud, analizando datos sociosanitarios a través de la historia informatizada.
Emplazamiento. Centro de Salud El Greco, Getafe, Madrid.
Participantes. Todos los pacientes del equipo de atención primaria (EAP) Greco I que estaban incluidos en el circuito de recetas crónicas en los 3 meses previos al estudio (marzo-mayo de 2004).
Mediciones principales. Las variables estudiadas fueron número de pacientes incluidos en el circuito, número de recetas generadas, edad, sexo y régimen sanitario de los pacientes, las enfermedades a las que están asociadas estas recetas y los principios activos usados.
Resultados. De los 10.363 pacientes pertenecientes al EAP Greco I en la fecha del estudio, 1.672 están incluidos en el circuito de recetas crónicas, lo que supone un 16,13% del total, algo superior al que se muestra en el trabajo de Alonso López et al1. De éstos, el 54,9% son mujeres.
En los 3 meses del estudio se ha generado un total de 25.737 recetas, englobando activos y pensionistas, lo que da una media de 5,13 recetas/paciente/mes. El 67,11% de los pacientes incluidos en el circuito es pensionista, pero éstos generan el 79,2% del total de recetas.
Según la edad, el grupo etario que más pacientes con recetas crónicas tiene es el de 60-69 años (28,75%). Las tres cuartas partes de los pacientes incluidos en el circuito (76,2%) tienen 50-79 años.
Las enfermedades asociadas con más frecuencia a estas recetas son la hipertensión (códigos CIAP K86 y K87) (20,6%), seguida de la cardiopatía isquémica (K74, K75 y K76) (7,4%), la diabetes mellitus (T90) (7,4%), la hiperlipemia (T93) (5,1%), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (R95) (3,1%) y la fibrilación auricular (K78) (2,8%).
El fármaco más recetado de forma crónica según principio activo es enalapril (4,8%), seguido de paracetamol (4,5%), ácido acetilsalicílico (3,9%), atenolol (2,9%), clor-talidona (2,5%), la asociación de amilori-de e hidroclorotiacida (2,5%), metformina (2,4%) y simvastatina (2,2%).
Discusión y conclusiones. El uso del circuito de recetas crónicas genera un volumen de trabajo alto en todo el EAP, pero supone una desburocratización importante de las consultas y disminuye el número de visitas a la consulta por ese motivo1. Además de ser beneficioso para el personal sanitario, es un servicio más que se le ofrece al usuario del sistema de salud que le permite recoger «su medicación de siempre» en la unidad administrativa, sin necesidad de solicitud de cita previa y, en ocasiones, de esperar la demora de nuestras consultas. El funcionamiento de este circuito requiere una buena coordinación de todo el EAP y de los usuarios.