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Vol. 34. Núm. 9.
Páginas 463-464 (noviembre 2004)
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Comentario: Tendencias en el consumo de tabaco en España
Commentary: Trends in Tobacco Use in Spain
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F.. Camarellesa
a Centro de Salud General Mascardó. Madrid. España.
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M Nebot, Z Tomás, MJ López, C Ariza, E Díez, C Borrell, JR Villalbí
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Epidemiología descriptiva del tabaquismo en nuestro país

En nuestro país hay escasas series históricas sobre el consumo de tabaco. Sólo disponemos de datos acerca de la prevalencia del consumo de cigarrillos en España desde el año 1987, según las diferentes Encuestas Nacionales de Salud (ENSE). Según la ENSE de 2001, la prevalencia de tabaquismo en la población española mayor 16 años era en ese año del 34,4%. Comparado con los resultados obtenidos en la ENSE de 1987, en la que la prevalencia fue del 38,4%, se observa un ligero descenso del consumo de tabaco en España1. Algunos resultados proporcionados por la ENSE de 2003 relativos al primer trimestre sitúan el consumo de tabaco en el 31% de la población mayor de 16 años. Estos datos son provisionales y no están publicados.

Los patrones de consumo de tabaco varían considerablemente según el sexo y la edad. En la ENSE de 2001, el porcentaje de varones fumadores fue del 42,1% y el de mujeres, del 27,2%. Al analizar la evolución del tabaquismo en España de 1987 a 2001 podemos observar que el consumo de tabaco ha descendido sensiblemente en los varones (del 55 al 42,1%), mientras que en las mujeres se ha incrementado (del 23 al 27,2%). Hay una tendencia hacia un descenso del consumo en los varones y un aumento en las mujeres, aunque en estas últimas parece que se ha estabilizado.

Por grupos de edad, el porcentaje más alto de población fumadora se observa en el grupo de 25-44 años (48,2%), seguido del grupo de 16-24 años (41,7%).

Llama la atención que en las mujeres jóvenes, de 16 a 24 años, el porcentaje de tabaquismo es mayor que en los varones (el 40,8% de los varones y el 42,7% de las mujeres). Este predominio de mujeres fumadoras se repite en edades escolares. Según los datos de la última encuesta sobre el uso de drogas en la población escolar realizada en 2000 (Plan Nacional Sobre Drogas), el 30,5% de los escolares de 14-18 años han fumado en el último mes. Las chicas tienen una prevalencia de consumo mayor que los chicos (35,8 frente a 25,2%).

Es importante disponer de indicadores que nos permitan controlar el consumo de tabaco y sus tendencias en relación con factores sociodemográficos. Esto nos puede servir para diseñar y corregir las políticas de prevención que se establezcan. A este respecto, hay que destacar la pertinencia y utilidad de la Encuesta de Salud de Barcelona (ESBA), que proporciona datos epidemiológicos de tabaquismo anteriores al inicio de las ENSE del Ministerio de Sanidad.

Los datos de prevalencia total y distribución por grupos de edad obtenidos en la ESBA son similares a los hallados en las ENSE y resaltan la necesidad de focalizar los esfuerzos de prevención y control del tabaquismo en mujeres y en jóvenes.

Como curiosidad, cabe destacar que hay variaciones geográficas del consumo de tabaco en España, con apreciables diferencias en la prevalencia del tabaquismo entre comunidadades autónomas. Cantabria y Murcia son las comunidades con una mayor prevalencia de tabaquismo y Castilla-La Mancha, Baleares y Aragón las que presentan una prevalencia menor2.

Tabaquismo en el mundo

La prevalencia del tabaquismo varía según los países, tanto en la prevalencia total como en su distribución por sexos. En la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos, el consumo de tabaco se ha estabilizado y ha comenzado a disminuir; sin embargo, en el ámbito mundial cada vez hay mayor un número de fumadores de ambos sexos.

En la Unión Europea, la prevalencia de tabaquismo varía según los países. Si comparamos el consumo en nuestro país con el de otros países europeos observamos que nos situamos en la banda alta de consumo de tabaco. Los países con menor consumo son Reino Unido (27%), Suecia (20%) Dinamarca (27%), Italia (27,5%), Países Bajos (27,5%), Francia (27%) y Portugal (23,3). En la otra banda se sitúan países como Polonia (34%), Rusia (45%), Grecia (45%) y Turquía (40%)3. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es reducir a menos del 20% el número de fumadores en cada país.

Otros determinantes del consumo de tabaco

Además del sexo y la edad, el nivel socioeconómico se ha identificado como una variable que explica las tendencias del consumo de tabaco. En España, el porcentaje de población que ha dejado de fumar es mayor en los niveles educativos más altos. La tendencia es un mayor consumo en las clases menos privilegiadas, tanto en varones como en mujeres2.

La ESBA proporciona datos muy interesantes sobre la intención de abandonar el hábito por parte de los fumadores, los intentos previos de abandono y datos sobre el recuerdo del consejo sanitario del médico para dejar de fumar que no nos proporcionan las ENSE.

Con respecto a la intención de dejar de fumar, cabe destacar que en la ESBA la sitúa en el 65,7%. Este porcentaje es similar al de otros estudios realizados, que sitúan alrededor del 70% el porcentaje de fumadores que desean dejar de fumar definitivamente; además, un 46% intenta abandonarlo cada año y más del 70% de los fumadores establecen un contacto anual con el ámbito sanitario4.

En el II Estudio de la Efectividad de las Actividades Preventivas del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (PAPPS) de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC, 2001) se constató que se administró consejo antitabaco al 33% de los fumadores. También, en la reciente Encuesta a la población para la valoración y el conocimiento de su percepción sobre actividades preventivas del PAPPS (2003), se objetiva que el 45,3% de la población encuestada recuerda haber sido aconsejada alguna vez en la consulta sobre el abandono del hábito tabáquico. Estos datos son similares a la proporción de fumadores que declaran haber sido aconsejados para dejar de fumar por su médico, que la ESBA sitúa en el 48,1%. Cabe destacar que el consejo sanitario para dejar de fumar proporcionado por un profesional sanitario es la actividad preventiva con una mayor relación coste-efectividad5. La clásica revisión de Schwartz de las intervenciones para controlar el tabaquismo encuentra que la mediana de las tasas de abstinencia al año para el consejo médico era del 6%, con un rango del 3 al 13%6.

El consumo de tabaco tiene un componente de adicción a una sustancia (nicotina), un componente psicológico y uno de dependencia social, por lo que es necesario estudiar las actitudes de los fumadores ante el consumo de tabaco y valorar las tendencias sociales a este respecto para intentar abordar de manera global este importante problema de salud pública. El excelente artículo sobre el que se basa este Comentario editorial explora, además de datos epidemiológicos del tabaquismo, datos sobre aspectos motivacionales y sociales del consumo de tabaco que nos pueden ser de gran utilidad para la prevención y el control del tabaquismo, en los que la atención primaria desempeña un papel de primera línea.

Bibliograf¿a
[1]
Plan Nacional de Prevención del tabaquismo. 2003. Disponible en: www.msc.es
[2]
Encuesta Nacional de Salud de España 1987, 1993, 1995, 1997. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo 1989, 1995, 1997 y 1999.
[3]
2003). American Cancer Society, World Health Organization and International Union Against Cancer. Disponible en: www.who.int www.uicc.org www.cancer.org
[4]
The Tobacco Use and Dependence Clinical Practice Guideline Panel, Staff, and Consortium Representatives. JAMA 2000;283:3244-54. Disponible en: www.cdc.gov
[5]
The cost-effectiveness of counselling smokers to quit. JAMA 1989;261:75-9.
[6]
Methods of smoking cessation. Med Clin North Am 1992;76:451-76.
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