Sres. Directores: La medicina es UNA, y la homeopatía es una terapia válida por su planteamiento teórico y por sus casos documentados de curación en revistas homeopáticas, que carece de efectos secundarios, es de bajo coste y puede ser efectiva en tratamientos de nuestra atención primaria siempre que se aconseje por profesionales médicos cualificados.
A España retornó la homeopatía con la democracia, y podemos afirmar que actualmente es mal conocida.
La homeopatía es una terapéutica médica actual que se integra dentro de la corriente de ciencias médicas y humanas que llamamos medicina holística.
Está basada en leyes de las cuales la más importante es la Ley de semejanza: a) toda sustancia farmacológicamente activa produce en un individuo sano y sensible a ella un conjunto de síntomas que son característicos de dicha sustancia; b) todo individuo enfermo presenta un conjunto de síntomas que caracterizan su enfermedad, y c) tras la administración a dosis homeopáticas de la sustancia que produjo (en su experimentación) los síntomas del enfermo, éste se cura o mejora, cumpliéndose en el enfermo la ley de semejanza (la experimentación pura se hizo en sujetos voluntarios sanos y se llama en homeopatía patogenesia).
La definición que dio el Dr. Fernández en su artículo1, por tanto, no es muy acertada: «Las sustancias que pueden dañar al organismo pueden ser utilizadas, a dosis muy pequeñas, para estimular las células dañadas por ellas cuando se encuentran en nuestro cuerpo a dosis más grandes.» Igualmente, introduce otras afirmaciones erróneas como:
«Se emplea para las diluciones alcohol 90%, siendo que se utiliza agua alcoholizada.»
«Existen otras clases de homeopatía, como la fitoterapia.» La fitoterapia no tiene nada de homeopatía, pues es la utilización de plantas medicinales usando la ley de los contrarios (como la medicina convencional).
«El proceso de producir medicamentos homeopáticos y su composición difieren entre los distintos laboratorios.» En la actualidad la farmacopea homeopática está regulada en España (BOE 20-XII-90, Ley del Medicamento y Real Decreto Nov. 94) y en toda la Unión Europea.
Respecto de los ensayos clínicos con homeopatía hay que destacar algunos puntos. El primero basado en dificultades económicas, ya que al ser remedios baratos la inversión en investigación no es muy rentable, de ahí la dificultad para encontrar patrocinadores. Además el tratamiento homeopático debe ser individualizado, tanto en el producto como en la dosificación, ya que la homeopatía trata personas enfermas y no enfermedades, con lo que se debe comparar tratamiento homeopático frente a placebo2-5 y esto sólo puede realizarse por homeópatas cualificados que demuestren su eficacia y eficiencia en su desarrollo.
El desconocimiento del mecanismo de actuación de la homeopatía puede indicar dos cosas: que carezca de efecto o que nos esté mostrando la ignorancia del cientifismo: «Como no se conoce el mecanismo de actuación no es efectivo», a pesar de que en los ensayos clínicos se vea un efecto positivo frente a placebo. Sería como negar la existencia de corrientes eléctricas en puntos de la superficie corporal (evidenciadas con voltímetros) porque se desconoce su origen celular y su utilidad.
Únicamente llevando a cabo ensayos clínicos correctos, tanto desde el punto de vista metodológico como homeopático, será posible convencer de la eficacia de la homeopatía. Este tipo de estudios ya está planificándose6.
La medicina tradicional avanzó enormemente sin las exquisiteces metodológicas introducidas en los últimos años; así, por ejemplo, la digital fue usada durante siglos sin conocer por qué mejoraba a sujetos con insuficiencia cardíaca.
La homeopatía se encuentra en sus fases iniciales de desarrollo y requiere cierto tiempo para que se comprenda su mecanismo de actuación y se hagan diseños metodológicos más adecuados a este método terapéutico.