Dada la prevalencia del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en la infancia y adolescencia y las dificultades diagnósticas que se evidencian tanto en la práctica clínica como en la literatura1, se planteó un estudio para analizar la concordancia entre los diagnósticos realizados mediante entrevista clínica en pediatría de atención primaria y los realizados en una unidad de salud mental de infancia y adolescencia (USMIA) mediante evaluación psicométrica y entrevista; además, se evaluó la relación entre el tipo de TDAH diagnosticado en la USMIA y el tratamiento prescrito desde esta unidad.
Se realizó un diseño correlacional, transversal, de un único momento de medida. La muestra incluyó todos los pacientes (n=55) con posible diagnóstico de TDAH detectados desde pediatría y derivados a la USMIA durante el año 2009, con edades entre 3 y 15 años y media de 10±3,05. Posteriormente, en la unidad especializada se realizó una entrevista clínica y se aplicó el SNAP-IV para la evaluación de la existencia o no del trastorno y del tipo, teniendo en cuenta los criterios diagnósticos del DSM-IV-TR2. En función de la información obtenida, tanto del propio paciente como de los familiares y del contexto escolar, se estableció el tratamiento: farmacológico estimulante, farmacológico no estimulante y no farmacológico.
En los resultados, se constató una demora entre la aparición de síntomas, a juicio de padres y maestros, y el diagnóstico e inicio del tratamiento. En todos los tipos de TDAH fue mayor de 3 años. Este hecho, por sí solo, justificaría el esfuerzo de la administración sanitaria con relación a posibilitar un diagnóstico más temprano.
Respecto al grado de coincidencia entre los diagnósticos establecidos en pediatría y en la USMIA, se observaron relaciones moderadas (χ2=21,99, p<0,01,V de Cramer=0,447), destacando por su coincidencia el tipo combinado (65,8%) y, por la mayor discrepancia, los tipos inatento e hiperactivo. Al analizar la relación entre el diagnóstico de la USMIA y el tratamiento, se obtuvieron relaciones moderadas entre las variables (χ2=14,971, p=0,005,V de Cramer=0,369). El tratamiento que aparece con más frecuencia es el farmacológico estimulante, con el doble de casos que el farmacológico no estimulante y el no farmacológico, cifras comparables a las encontradas en la literatura médica3 (tabla 1).
Distribución de tipo tratamiento según diagnóstico de la unidad de salud mental de infancia y adolescencia
Número | Farmacológico estimulante (%) | Farmacológico no estimulante (%) | No farmacológico (%) | |
Inatención | 10 | 0 | 80 | 20 |
Hiperactividad | 7 | 73,7 | 15,8 | 10,5 |
Combinado | 38 | 51,6 | 16,1 | 32,3 |
Total | 54,5 | 21,8 | 23,6 |
Se observó también que el 47% de los casos presenta comorbilidad, siendo la más frecuente los trastornos de conducta en el tipo combinado y especialmente en el hiperactivo, mientras que en el inatento suele ir asociada a trastornos del estado de ánimo o dificultades de aprendizaje. Respecto a los diagnósticos, la escala detectó el doble de casos de inatención que la entrevista clínica, mientras que los pediatras diagnostican casi el triple de casos de tipo hiperactivo/impulsivo que la escala. Hay que señalar la especial dificultad de diagnóstico de la inatención como síntoma y del TDAH con predominio de inatención como síndrome, dadas sus características internalizantes, que resultan menos llamativas y provocan menos perturbación en el contexto. Una importante dificultad en relación al TDAH es la inexistencia de un consenso nacional respecto a protocolo de evaluación e intervención, lo que en la práctica clínica comporta disparidad de criterios diagnósticos y de tratamientos aplicados, así como dificultad pronóstica. Finalmente, en cuanto a la relación entre el tipo de tratamiento pautado y tipo de TDAH, la combinación más frecuente se da entre el farmacológico estimulante y los tipos combinado e hiperactivo/impulsivo, y se observa una clara utilización del farmacológico no estimulante y no farmacológico para el tipo inatento.