Sres. Directores: Es frecuente el uso de la asociación de codeína (10, 15 e incluso 30 mg) al paracetamol para el control de los dolores moderados y severos. Últimamente incluso la OMS recomienda la dosis óptima de 30 mg para el tratamiento del dolor canceroso, y así se hace saber en las fichas técnicas, prospectos e incluso literatura de divulgación médica. Recientemente han aumentado en el mercado la combinación de estos 2 principios para un mejor y más completo alivio del dolor sin incidencia de gastrolesividad y con un amplio perfil de seguridad.
Por otra parte, la práctica de la colecistectomía (tanto urgente como programada) ha aumentado en los últimos tiempos, y gracias al avance de técnicas laparoscópicas es aún mayor el número de enfermos que se ha sometido a una intervención de este tipo.
El presente trabajo viene a reflejar 3 casos con un denominador común: eran pacientes que habían sido sometidos a una colecistectomía (en un período variable de tiempo que oscilaba desde 2 meses a 2 años), a los que se les prescribió en un momento dado, y para el tratamiento de procesos banales (cefaleas en dos de los casos y un proceso gripal en el tercero), preparados de distintas marcas comerciales de paracetamol con codeína. Las dosis de codeína fueron en dos de los pacientes de 10 mg únicamente, y sólo en el tercero de 30 mg.
En los 3 casos, la clínica fue similar, si no idéntica: a los pocos minutos el paciente aqueja un dolor en hemicinturón de gran intensidad con acusado componente vegetativo (náuseas, palidez), que encuentra leve alivio en la posición mahometana y que precisa atención sanitaria urgente (en los 3 casos el paciente fue traído al centro de salud con intenso dolor). Los 3 pacientes (dos de los cuales fueron vistos en un mismo centro de salud) llegaron a ser remitidos al hospital de referencia, donde fueron tratados de manera sintomática, siendo mantenidos en observación tras las correspondientes analíticas urgentes y exploraciones complementarias, y dándoseles de alta con diagnósticos inespecíficos e imprecisos sin llegar a ser ingresados.
La codeína es un narcótico que posee un efecto analgésico moderado (además de su sabido efecto antitusígeno); siendo por otra parte ampliamente conocido que en el tratamiento del dolor de una pancreatitis no está indicado el uso de opiáceos (morfina, ni codeína), pues pueden producir un espasmo en el esfínter de Oddi.
En la cirugía de vesícula, y sobre todo si se ha actuado en la encrucijada biliopancreática, o bien si se han realizado exploraciones intraoperatorias con maniobras sobre la papila o cateterizaciones prolongadas sobre el Wirsung, podría es sólo una hipótesis quedar una hiperreactividad o hipersensibilidad al uso de opiáceos incluso menores, de tal manera que al tomar dosis mínimas desencadenaran cuadros clínicamente indistinguibles de una pancreatitis aguda.
La presente comunicación sólo pretende advertir sobre la posible relación de causalidad que será objeto de estudio en posteriores trabajos existente entre la administración de dosis mínimas de codeína en enfermos colecistectomizados y la presentación en los mismos de un dolor abdominal de la envergadura descrita.
Valga mientras tanto la advertencia, en cuanto a la prescripción de productos con codeína en este tipo de pacientes, ya que ni se advierte en las posibles reacciones adversas o efectos secundarios de las fichas técnicas de estos preparados, ni se tiende a indagar sobre si el paciente ha sido sometido a una cirugía biliar de este tipo antes de recetar estos fármacos, que además muchas veces, y cada vez con mayor frecuencia, son dispensados para el tratamiento de patologías banales.