De una vez por todas, las administraciones públicas han de pasar a la acción y convertir el discurso de la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud en una realidad cotidiana que impregne la actividad de nuestros centros de salud y de nuestros profesionales. Nuestro sistema sanitario lo necesita, los usuarios lo merecen y los profesionales sanitarios hace mucho tiempo que lo reclaman. Fernando Marqués
El pasado 5 de septiembre fallecía en Barcelona Fernando Marqués. Aunque ya conocíamos el pronóstico implacable de su enfermedad, la noticia fue un golpe muy duro, que atravesó rápidamente geografía, instituciones, colectivos profesionales, y obtuvo una respuesta tan unánime como espontánea: todos lamentábamos profundamente la desaparición prematura de un hombre como Fernando, alegre, activo, comprometido con su profesión y su trabajo desde múltiples facetas. Porque Fernando tenía una insaciable inquietud vital y un sólido compromiso con la promoción de la salud, en la que “militaba” desde hacía muchos años, participando en las actividades de la International Union for Health Promotion and Education, y en los últimos años, a través del grupo de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud del PAPPS, grupo que había coordinado en los últimos 3 años. Fernando demostró su inquietud inscribiéndose en la primera edición —con todas las incertidumbres que ello comporta– del máster en Salud Pública del extinto Institut de Salut Pública (ISP), en 1989–1991, una experiencia que le ayudó a adquirir una visión más salubrista, pero no más teórica, ya que Fernando incorporó la visión preventivista a su trabajo asistencial como médico de atención primaria, que ejercía en el Área Básica de Cervera-Guissona, en la que había sido director. Siempre fiel a su pasión por la educación sanitaria, cursó unos años más tarde el máster en Promoción y Educación para la Salud de la Universidad de Lleida y pronto empezó a ejercer un papel muy activo en la difusión de los principios y métodos de la promoción de la salud: como profesor de Educación para la Salud en la Fundación Universitaria del Bages, como profesor de Educación para la Salud en la Universitat de Girona y como miembro del Aula de Salut de la Universitat de Lleida. Prueba de su carácter inquieto y de su enorme iniciativa fue también su papel destacado en la Asociación de Titulados en Salud Pública de Cataluña (AMASPUB), de la que fue socio fundador y en la que actualmente era vocal de la Junta Directiva.
Mucho más allá de un breve resumen de actividades, la verdadera dimensión humana de Fernando ha quedado reflejada en la imagen que nos queda: alegre, activo, comprometido, parecía siempre de buen humor y con capacidad para involucrarse en nuevas aventuras profesionales. Los que hemos tenido la fortuna de conocerte y trabajar contigo te recordaremos e intentaremos aprender de tu ejemplo.