Igual que una enfermedad que no se conoce no se puede sospechar ni diagnosticar, un paciente cuya complejidad no se entiende no puede atenderse correctamente. En la sociedad actual, donde la diversidad individual es cada vez más amplia1, es de vital importancia que el médico de familia se «familiarice» con los grupos sociales menos prevalentes. Por ello, el objetivo de este trabajo es estudiar el conocimiento que los sanitarios de atención primaria tienen sobre la población transgénero y si dicha percepción coincide con la realidad.
Se ha realizado un estudio observacional descriptivo al conjunto de sanitarios en un centro de salud a través de la cumplimentación de una encuesta para explorar el conocimiento de diferentes conceptos en la esfera de la diversidad de género; posteriormente se les proporcionó la definición correcta de los conceptos previos y se preguntó si esta coincidía con el significado que ellos pensaban previamente, de manera que se valoró si la percepción de conocimiento de los participantes era realista (fig. 1). También se interrogó sobre el número de pacientes transgénero por cartera y su nivel formativo sobre el abordaje de este perfil de paciente.
Resumen gráfico sobre el cambio en la percepción de conocimientos de los participantes antes y después de proporcionarles las definiciones correctas. Primero se les preguntó si conocían el significado de los términos que aparecen en la columna central; después se les proporcionó la definición correcta y se les volvió a preguntar si mantenían que conocían su significado. De esta manera se daba la oportunidad a los participantes de cambiar sus respuestas en función de si su percepción de conocimiento había cambiado tras tener la definición exacta. Para plasmar esto se establecieron 3 categorías para la elección de los participantes: «conozco el concepto», «lo conozco parcialmente» y «no lo conozco» (estas 2 últimas categorías aparecen agrupadas en una única barra en el gráfico para facilitar su análisis). En la columna de la izquierda se reflejan las opiniones vertidas previas a proporcionar la definición y en la columna de la derecha las opiniones posteriores. Se puede observar cómo en 6 de los 7 conceptos existe un incremento en los porcentajes de la columna de la derecha respecto a los de la izquierda en lo que atañe al conjunto de participantes que consideran que no conocen o conocen parciamente los conceptos preguntados; esto refleja un cambio en la autopercepción de sus conocimientos, con tendencia a sobreestimarlos.
En el estudio participaron 20 adjuntos y residentes de las especialidades de medicina de familia, pediatría y enfermería con una edad promedio de 41 años, ratio 1/10hombre/mujer y 26años promedio de ejercicio.
Las preguntas sobre terminología mostraron que en 6 de las 7 definiciones planteadas los encuestados corregían sus respuestas tras aportarles el significado correcto de las mismas, aumentando el porcentaje que refería desconocerlo o estar equivocado respecto a su percepción previa.
Se refirieron 0,07 pacientes transgénero promedio por cada cartera de pacientes; hasta un 45% de los encuestados indicó no tener ningún paciente transgénero en su cartera.
En lo que respecta al nivel formativo el 95% refirió no conocer o no estar seguro sobre cuál es su papel en el manejo de los pacientes transgénero y el 40% los derivaría a una especialidad hospitalaria errónea (incluyendo psiquiatría). Estos datos concuerdan con que el 50% considerase no estar bien formado. El 95% mostró interés por recibir formación sobre esta área.
La identidad de género es un tema complejo en el que abundan las ideas preconcebidas. Los sanitarios debemos tratar a los pacientes transgénero con aceptación y sin prejuicios2. Nuestros resultados reflejan que existe un escaso conocimiento sobre la terminología que engloba la diversidad de género o las peculiaridades del manejo de dichos pacientes. Igualmente hay una falsa percepción sobre el conocimiento que se tiene sobre este campo con tendencia a sobreestimar el mismo. A pesar de la diferencia de años, estos datos apoyan las conclusiones reflejadas por el estudio de 2016 sobre la falta de conocimiento en población transgénero dentro de la Comunidad de Madrid3.
También existe una llamativa diferencia entre la representación de población transgénero en la sociedad (1-4,5%)4 y las carteras sanitarias encuestadas (0,07%); esta divergencia podría deberse a una falta de recursos del sector sanitario para llegar a estos pacientes, si bien hay que recordar que no todas las personas transgénero sienten la necesidad de consultar por su identidad5.
La escasa formación percibida por los sanitarios encuestados contrasta con su unánime deseo y clara predisposición a recibirla, lo que plantea si esta carencia de conocimientos pudiera deberse a una necesidad de actualización en los planes de estudio de aquellas especialidades con un abordaje transversal del paciente. Estos resultados corroboran el artículo de Ly Pen et al.3, en el que el 70% de los encuestados acudiría a cursos de formación gratuitos sobre el manejo de la población transgénero.
Conflicto de interesesLas autoras declaran no tener conflicto de intereses.