Introducción. La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria crónica desmielinizante, la causa más frecuente de discapacidad neurológica de adultos jóvenes1,2. Las formas clínicas se agrupan en dos grandes grupos: remitentes recidivantes (RR) y crónicas progresivas (CP)3.
Objetivo. Conocimiento clínico-epidemiológico y principales limitaciones de pacientes con EM. El uso de la Expanded Disability Status Scale (EDSS) por el médico de familia.
Diseño. Estudio descriptivo, transversal, mediante entrevista y exploración física personal.
Emplazamiento. Área de Salud de Cuenca.
Participantes. Pacientes con el diagnóstico de EM en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca.
Mediciones principales. Se utilizó la EDSS (tabla 1), validada universalmente para evaluar la discapacidad en enfermos diagnosticados de EM4,5.
Resultados. De los 41 pacientes estudiados, 26 eran mujeres. La edad media fue de 40,34 ± 12,19 años. El 46,3% presentaba forma RR, con edad media de 34,4 años, respecto a las formas CP, con una media de 45. La edad media de diagnóstico fue de 32,12 ± 9,46; en formas RR con medias de 28 años respecto a CP con 35 años. Los síntomas más frecuentes de inicio fueron parestesias (51,2%) y pérdida de fuerza (34,1%), y fueron también los de mayor frecuencia durante la evolución, con porcentajes del 73,2% ambos. Cuando se presentó ataxia al inicio, el 90% de éstos evolucionaron a forma CP (p < 0,008) y, por tanto, presentaron una mayor discapacidad. La media de EDSS fue de 3,4 ± 3,22, con diferencias estadísticamente significativas entre medias de formas RR (0,9) y CP (5,5) (p < 0,001). Un 61% tenía un EDSS < 6, es decir, deambulaban sin ayuda (todas las formas RR y un 27,3% de las CP). Refiere limitaciones por la enfermedad un 63,4%; para deambular, un 46,3%, y miccionales, un 19,5%. Requiere ayuda en las actividades de la vida diaria un 41,5% de los afectados.
Discusión y conclusiones. El perfil epidemiológico coincide con el referido en la bibliografía: adultos jóvenes de predominio femenino1,2. Los síntomas más frecuentes de presentación fueron las parestesias y la pérdida de fuerza, como en otras series5. La ataxia, al inicio, demostró ser un síntoma de mal pronóstico al evolucionar la mayoría de los afectados a formas CP, y actuó como un marcador de mal pronóstico, al igual que en otros estudios6. El EDSS se presenta como una buena escala para valorar la discapacidad de enfermos con EM, con una buena correlación según las formas clínicas, RR con menores valores de EDSS y discapacidades, respecto a CP con mayores puntuaciones y afecciones. En conclusión, encontramos que la EDSS es una escala que debe ser conocida por el médico de familia, para poder evaluar los cambios evolutivos en los pacientes con EM.