Objetivos. Cuantificar la ganancia ponderal a corto plazo tras el abandono del hábito tabáquico, y describir los factores asociados con esa ganancia ponderal.
Diseño. Observacional (cohorte prospectiva y concurrente).
Emplazamiento. Atención primaria. Centro de Salud Benquerencia de Toledo.
Participantes. Un total de 69 fumadores que iniciaron un programa de deshabituación, entre marzo y diciembre de 2001.
Intervenciones. Consejo médico y tratamiento farmacológico desarrollado en una consulta de deshabituación tabáquica.
Mediciones principales. Se recogieron las variables: edad, sexo, talla, peso (inicial, al segundo y al sexto mes), índice de masa corporal (IMC), test de Fageström, tratamiento farmacológico (ninguno, tratamiento sustitutivo con nicotina [TSN] o bupropión), inicio o no de dieta hipocalórica y aumento de la actividad física habitual.
Resultados. Iniciaron el programa en ese período 69 personas, con edad media ± DE de 43,7 ± 8,9 años (rango, 26-69). El 52,2% eran varones. El test de Fageström (TF) presentaba 6,3 puntos de promedio. Se indicó TSN a 35 pacientes, bupropión a 36, ambos fármacos a 4 y dos no recibieron medicamentos. Hubo 12 abandonos, por recaída en el consumo, antes del segundo mes (17,4%). En los que continuaron, la media de peso al inicio era de 72,2 ± 14,4 kg, y al segundo mes de 74,3 ± 19,7 kg lo que implica una ganancia ponderal media de +2,1 kg (IC del 95%, 1,7-2,6). Al sexto mes, continuaban 47 personas con un incremento de peso respecto al inicial de +3,8 kg (IC del 95%, 3,0-4,6). Tanto la ganancia ponderal al segundo como al sexto meses se correlacionó débilmente con la puntuación del TF (r = 0,25 y 0,27, respectivamente), siendo superior en varones y en los que no hicieron dieta y/o ejercicio (fig. 1). No se observaron diferencias entre los tratados con TSN y los tratados con bupropión.
Discusión y conclusiones. El abandono del hábito tabáquico conlleva un aumento de peso en torno a los 2 kg a los 2 meses y casi 4 kg a los 6. Estos incrementos son superiores a los observados en otros estudios4,5. El aumento ponderal parece ser menor en las mujeres5, en personas con poca dependencia tabáquica6 y en los que realizan dieta hipocalórica y ejercicio físico6. Estas medidas deben ser siempre recomendadas a las personas que dejan de fumar, para evitar recaídas. El tipo de fármaco empleado en la deshabituación no parece influir.
Figura 1. Ganancia ponderal al segundo y al sexto mes según el sexo, la dieta, el ejercicio y el tratamiento farmacológico.
El tabaco es reconocido como la principal causa evitable de muerte en los países desarrollados1. Su consumo está considerado actualmente como una enfermedad adictiva crónica que afecta al 36% de los españoles2. El dejar de fumar es difícil y las recaídas son muy frecuentes, siendo muchos los fumadores que necesitan varios intentos para abandonar definitivamente el hábito. Una de las causas principales de recaída es el aumento de peso3, hecho perturbador que dificulta grandemente la deshabituación.
Este trabajo ha sido presentado en el III Congreso de Atención Primaria de Castilla La Mancha, celebrado en Albacete, en mayo de 2002.