Varón de 55 años a tratamiento inmunosupresor con azatioprina por enfermedad de Crohn que consulta por dolor en el ojo derecho. Se inició tratamiento con colirios de ofloxacino y diclofenaco ante la sospecha inicial de conjuntivitis con mala evolución clínica presentando edema palpebral con dificultad para la apertura del ojo derecho, fiebre elevada y aparición de vesículas y posteriormente de costras melicéricas en todo el territorio de la primera rama del trigémino, compatibles clínicamente con herpes zóster oftálmico con sobreinfección estafilocócica (figs. 1 y 2).
Una tomografía computarizada craneal descartó afectación orbitaria, presentando celulitis preseptal y periorbitaria, y la analítica realizada no mostró alteraciones patológicas.
Se decidió ingreso hospitalario para tratamiento intravenoso con aciclovir y amoxicilina/clavulánico y se asoció tratamiento tópico con ácido fusídico, y oftálmico con aciclovir y ofloxacino. Las lesiones cutáneas mejoraron progresivamente hasta su desaparición presentando paresia del elevador del párpado y recto superior del ojo derecho, y neuralgia posherpética como secuelas.
El herpes zóster se produce por la reactivación del virus varicela-zóster que ha quedado latente en un ganglio sensitivo1–3. La manifestaciones clínicas más comunes del herpes zóster oftálmico son la presencia de cefalea, fiebre, dolor o hiperestesia unilateral en el ojo afecto y la aparición de vesículas a lo largo del territorio de la primera rama del trigémino1,2. Es importante realizar un diagnóstico precoz para evitar la pérdida de visión u otras complicaciones, principalmente en los pacientes inmunodeprimidos. El tratamiento se realiza con antivirales, pudiendo asociarse tratamiento antibiótico si existe sospecha de sobreinfección bacteriana1,3. El empleo de analgésicos, antidepresivos tricíclicos y gabapentina es útil para el tratamiento de la neuralgia1–3.