El interesante artículo «Conocimiento, conducta y actitud ante el Código europeo contra el cáncer por parte de los profesionales sanitarios de atención primaria» de L.A. Pérula de Torres et al.1 aporta la importante información de que la mitad de los profesionales de atención primaria (AP) no conoce el Código Europeo Contra el Cáncer (CECC) teniendo en cuenta que el cáncer es la segunda causa de muerte en España. Plantea, asimismo que dentro de las recomendaciones algunas tengan una práctica más extendida que otras.
En cuanto al cribado colorrectal, el 85,2% de los profesionales de AP que respondieron a su encuesta nunca se lo había realizado. Lo atribuyen a la poca sensibilización respecto a la prueba de la sangre oculta en heces (SOH). Aun así, existen varias pruebas para realizar este cribado no mencionadas en el artículo: SOH que puede ser mediante la prueba del guayaco (SOHg) o utilizando métodos inmunológicos (SOHi), sigmoidoscopia flexible o colonoscopia. Se pueden realizar solas o combinadas para mejorar la sensibilidad. Varios estudios han indicado que la mejor periodicidad para realizarlas es SOH anual, sigmoidoscopia cada 5 años y colonoscopia cada 10 años, considerando que los resultados son negativos. En el caso de obtener un resultado positivo en alguna de las 2 primeras pruebas comentadas, es necesario hacer una colonoscopia2,3.
Por lo que respecta a la prueba SOHi, presenta bastantes ventajas en relación con el método del guayaco: mayor sensibilidad, una única muestra de heces y no requiere una restricción dietética, un punto importante a considerar para poder aumentar la adherencia de la población al programa del cribado. Por estas razones, es una de las pruebas incluida dentro del programa del cribado de CCR en España2.
Pese a que todas las pruebas del cribado del CCR varían en valores como rentabilidad o la potencial eficacia de disminución de la incidencia y la mortalidad de la neoplasia, aplicarlas en un programa estatal del cribado del cáncer colorrectal disminuiría significativamente las muertes por esta causa3. Además, en estudios realizados se ha demostrado que estas pruebas son más coste-eficaces que las realizadas en otras neoplasias como las de cérvix, mama o próstata2.
El cáncer colorrectal es el más prevalente teniendo en cuenta ambos sexos, con un porcentaje del 10,7%, y es el segundo tumor con más mortalidad en España4. Sin embargo, sabiendo estos datos, según estudios de 2017, las Comunidades Autónomas (CC. AA.) de Andalucía, Asturias, Extremadura, Madrid, Ceuta y Melilla tienen tasa de cobertura de programa de cribado de CCR menor del 20%. Además, 7 provincias de las CC. AA. mencionadas tienen una tasa de mortalidad por esta neoplasia mayor a la media española (Asturias, Cáceres, Badajoz, Huelva, Córdoba, Sevilla y Melilla)5. Esta poca adherencia al programa de cribado del CCR se da a pesar de que la tasa de supervivencia a 5 años es del 90% en los pacientes diagnosticados en una etapa precoz (cuando la neoplasia está localizada).
Para cumplir el objetivo del CECC y mejorar el pronóstico en todas aquellas personas que son diagnosticadas de CCR habría que asegurar un buen cribado a nivel estatal sabiendo que es coste-efectivo y que mejora significativamente la supervivencia. Cabe señalar que el programa de cribado mencionado hasta ahora se realiza en el grupo de edad entre los 50 y los 69 años y en personas que no tengan factores de riesgo añadidos, como CCR hereditario en su familia.
A mis compañeros por la ayuda recibida ante las dudas presentadas en este tiempo.