Introducción. La diabetes mellitus gestacional (DMG) se define como la intolerancia a la glucosa que se detecta por primera vez durante la gestación. Aunque es variable en función de los criterios diagnósticos utilizados y de otros factores, la incidencia de DMG en la población caucasiana de los países industrializados oscila entre el 2 y el 5%1. En nuestro país se han realizado varios estudios de incidencia de DMG, con distintos métodos y en diversas áreas geográficas, aunque no se cuenta con datos de la mayoría de las comunidades autónomas. La DMG, por otra parte, se ha asociado con complicaciones obstétricas y morbilidad fetal en estudios de cohortes a gran escala realizados hace una década2,3.
Objetivo y diseño. El objetivo principal de este trabajo es conocer la incidencia de DMG en el área de Avilés (Asturias), que comprende una población aproximada de 160.000 habitantes, en el año 2003. El objetivo secundario fue establecer la asociación de esta enfermedad con la morbilidad maternofetal en el ámbito referido. Para ello se ha diseñado un estudio de cohortes retrospectivo.
Emplazamiento y participantes. A partir de los registros del Servicio de Bioquímica del Hospital San Agustín (HSA) de Avilés, se identificaron los tests de cribado (O'Sullivan [TOS]) (n = 899) y de diagnóstico (sobrecarga oral de glucosa [SOG]) (n = 191) de la DMG efectuados entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2003. Se comprobó que ninguna de las 899 gestantes había realizado más de 1 TOS.
Mediciones principales. Las mediciones principales, además de la incidencia de DMG, fueron: a) parámetros clínicos (raza, edad, paridad y número de abortos) y obstétricos (semana, vía del parto y morbilidad) de las gestantes, y b) parámetros de bienestar de los recién nacidos (test de Apgar, peso, malformaciones congénitas y morbilidad).
Resultados. La incidencia acumulada de DMG en 2003 en el área de Avilés fue del 4,67%, según los criterios de interpretación de la SOG de O'Sullivan y Mahan1. El número de nacimientos en el área sanitaria entre el 1 de abril de 2003 y el 31 de marzo de 2004 fue de 981. El número de TOS, que por protocolo se efectúa de modo universal entre las semanas 24 y 28 de gestación, en 2003, constituye un 91,6% de esta cifra de población diana.
Se recogieron datos de las 38 (90,5%) pacientes diagnosticadas de DMG (n = 42), en cuya historia clínica figuraban registros relacionados con el embarazo (grupo DMG). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre este grupo y una muestra 38 gestantes sin intolerancia a la glucosa (grupo no DMG) respecto a las mediciones obstétricas referidas a la madre (tabla 1) y las mediciones principales del recién nacido (tabla 2). El grupo no DMG se obtuvo de la población gestante con TOS negativo, mediante un muestreo aleatorio con reemplazamiento. La raza (caucasiana en el 100%) y los antecedentes obstétricos (paridad y número de abortos) fueron similares en ambos grupos; la edad fue significativamente mayor en el grupo DMG (media, 33,2 frente a 31,1 años; intervalo de confianza [IC] del 95% de la diferencia de la media, 1,87-2,34; p = 0,025).
Discusión y conclusiones. La incidencia de DMG hallada en este estudio es totalmente superponible a la encontrada por Gorgojo Martínez et al4 en la zona suroeste de Madrid en 1999 (4,8%), o por la Unidad de Diabetes y Embarazo del Hospital La Paz de Madrid en 1989 (4,5%)5, y algo superior a la estimada por Jiménez-Monleón et al6 en Granada en 1995 (2,5%).
En conjunto, parece que en la población autóctona española, en gestantes no seleccionadas y con los criterios clásicos (O'Sullivan y Mahan) de interpretación de la SOG, la incidencia de DMG oscila entre el 3 y el 5%. Los datos aportados por este trabajo permiten confirmar que la incidencia de la enfermedad en el área de Avilés se sitúa dentro de ese rango.
La mayoría de los grandes estudios sobre DMG refieren un aumento de la probabilidad de parto por cesárea entre 2,0 y 2,5 veces en el grupo de pacientes expuestas a la hiperglucemia7,8. En el HSA, la tasa sobre el total de nacimientos en el año 2003 fue del 21%, según consta en la Memoria del centro9. De modo apriorístico consideramos que la tasa de cesáreas en pacientes con DMG, en nuestro medio, podría situarse en torno al 50%. En estas condiciones, la potencia del estudio para detectar diferencias, con una confianza del 95%, sería de un 85,2% en un contrate unilateral y de un 76,3% en un contraste bilateral. En realidad, la cesárea se practicó en un 13,2% de los nacimientos del grupo no DMG y en un 18,4% de los del grupo DMG (diferencia estadísticamente no significativa). Estos porcentajes difieren ampliamente de los asumidos para el cálculo de la potencia estadística del estudio.
En una revisión de la Biblioteca Cochrane realizada en 2004 se alude a que la única complicación de la que se informa casi sistemáticamente en la DMG es la macrosomía neonatal10. Sin embargo, la relación causa-efecto entre las anomalías de la tolerancia a la glucosa y el aumento de peso al nacer no está clara todavía para los revisores. Los estudios en nuestro país no muestran diferencias entre las cohortes expuesta y no expuesta en cuanto a macrosomía11, partos distócicos6, resultados del test de Apgar4 o malformaciones. Cabe considerar la relevancia que un buen seguimiento obstétrico y endocrinológico pueda tener en la prevención de posibles complicaciones de la DMG. En este sentido, las condiciones de la atención sanitaria pueden ser muy diferentes entre países.
Los datos de este trabajo coinciden con las estimaciones más recientes de los grupos españoles. Sin embargo, sería necesario aumentar el número de gestantes con DMG evaluadas para poder confirmar los resultados sobre la asociación entre DMG y morbilidad maternofetal perinatal. Bien mediante una selección multicéntrica, bien mediante la captación de pacientes a lo largo de varios años, un estudio con cohortes más numerosas permitiría obtener conclusiones definitivas y evaluar otros factores (origen étnico, peso materno) que pueden influir en los resultados.