Introducción. Oligella urethralis es una bacteria que se encuentra como comensal en el tracto genitourinario, sobre todo en mujeres1. Se considera que tiene un bajo potencial patogénico, pero su aislamiento en muestras invasivas demuestra que ocasionalmente puede causar infección por su naturaleza oportunista.
Previamente O. urethralis estaba incluida en el género Moraxella, como M. urethralis. En 1987 se describe por primera vez un nuevo género, que difiere de Moraxella1. Se propone el nombre de Oligella. Es una bacteria de pequeño tamaño y requerimientos nutricionales limitados. En la actualidad este género sólo incluye 2 especies: O. urethralis (anteriomente denominada M. urethralis) y O. ureolytica (previamente incluida en el grupo CDC IVe).
Caso clínico. Se describe el caso de una paciente de 70 años que acude al centro de salud por presentar disuria, polaquiuria y escozor miccional. Entre sus antecedentes figuran parto con desgarro vesical, 2 operaciones de vejiga con secuelas posquirúrgicas, histerectomía, litiasis vesical con expulsión de cálculos blanquecinos e hipertensión arterial controlada farmacológicamente. Radiológicamente, el riñón derecho presenta contorno irregular por la presencia de cicatrices a nivel cortical, sugestivas de pielonefritis crónica. En la urografía se aprecia abolición funcional del riñón izquierdo y signos de perinefritis en sistema excretor derecho.
Durante los últimos años ha presentado infecciones urinarias de repetición (> 3/año) por Escherichia coli, Proteus mirabilis y Enterococcus faecalis, tratadas según el resultado del antibiograma. En alguna ocasión se instauró tratamiento de mantenimiento con trimetoprima-sulfametoxazol durante 6 meses. Los últimos episodios inmediatamente anteriores al de la consulta se trataron con fluoroquinolonas.
Al acudir por el cuadro actual, se realizó sedimento urinario, con más de 10 leucocitos/campo y flora bacteriana abundante. El urocultivo se realizó en agar sangre y agar cled, obteniéndose un recuento de incontables colonias pequeñas, no hemolíticas, de color blanquecino (crecimiento más patente a las 48 horas de incubación). La bacteria aislada era gramnegativa y de morfología cocoide. Con los resultados de las pruebas microbiológicas habituales y los obtenidos con el biocódigo 0000045 del sistema API NE (bioMérieux, Francia), se llegó al diagnóstico microbiológico. La cepa se identificó como O. urethralis.
Las pruebas de susceptibilidad antimicrobiana se realizaron por microdilución. La cepa era sensible a ampicilina, amoxicilina-clavulánico, cefalosporinas, aminoglucósidos, fosfomicina, nitrofurantoína y trimetoprima-sulfametoxazol y resistente a fluoroquinolonas. Se trató con fosfomicina durante una semana, con mejoría rápida del episodio. Posteriormente experimentó un nuevo episodio por Enterobacter cloacae. Recientemente se ha sometido a litotricia, permaneciendo sin infecciones urinarias hasta la fecha.
Discusión y conclusiones. Los pocos casos de infección por O. urethralis descritos con suficiente información clínica tenían en común la presencia de factores de riesgo. Se ha aislado en líquido articular como causante de artritis séptica en un paciente anciano con adenocarcinoma rectal y condrocalcinosis de rodilla2, y en sangre y orina en un caso de urosepsis en un paciente con carcinoma colorrectal y alteraciones renales. También se han descrito 2 casos de peritonitis por O. urethralis resistente a quinolonas, asociados a diálisis peritoneal crónica ambulatoria4. Ambos pacientes habían sido tratados en repetidas ocasiones con ciprofloxacino. Al encontrarse en el tracto genital femenino puede causar infección genital, como en un caso de vulvovaginitis con abundante leucorrea en una paciente con encefalopatía crónica, como secuela de prematuridad con enfermedad de membrana hialina5.
En nuestra paciente también concurren múltiples factores de riesgo, principalmente insuficiencia renal leve por pielonefritis crónica del riñón derecho y abolición funcional del izquierdo secundaria a infecciones de repetición por alteración vesical. Los tratamientos previos con fluoroquinolonas pudieron favorecer la selección de una especie oportunista resistente a este grupo de antibióticos. El sedimento patológico, con piuria y bacteriuria, la sintomatología y la mejoría tras el tratamiento hacen pensar en O. urethralis como agente causal del episodio de infección urinaria.