Objetivo. Identificación de factores asociados al padecimiento de IRA.
Diseño. Estudio descriptivo mediante encuesta directa.
Emplazamiento. EAP «El Naranjo», Área 9 de la CAM.
Pacientes. 362 pacientes consultantes de 0-14 años.
Mediciones y resultados principales. Se realizaron 362 encuestas que incluían ítems relacionados con sus antecedentes personales, hábitat, situación y calidad de vida y actividades del paciente; de las mismas, 180 se hicieron a sujetos que acudían a consulta con síntomas clínicos de IRA y 182 a sujetos que lo hacían en el mismo período a consulta por otro motivo. El perfil de los sujetos encuestados fue predominantemente mujeres de 6-10 años, prevaleciendo en el conjunto de la población los antecedentes catarrales frente a cualquier otro antecedente patológico encuestado, y el haber tomado como tratamiento sintomático AAS y como tratamiento etiológico fundamentalmente penicilinas. Viven en casas de 100 metros cuadrados, con 3 habitaciones, siendo las mismas en mayor número compartidas por 2 sujetos, teniendo los individuos estudiados un solo hermano, de 1-9 años.
Conclusión. No se han encontrado factores protectores frente a IRA en la población infantil estudiada.
Objective. Identification of factors associated with suffering Acute Respiratory Infections (ARI).
Design. A descriptive study using a direct survey.
Setting. «El Naranjo» Primary Care team, Area 9 Madrid.
Patients. 362 patients between 0 and 14.
Measurements and main results. 362 interviews were carried out, covering items connected with personal background, living conditions, situation and quality of life and activities. 180 patients attending with clinical symptoms of ARI were interviewed, as well as 182 who attended during the same period for other reasons. The profile of the patients interviewed was mainly: females between 6 and 10, with more history of catarrh than any other pathology, and who had taken aspirin to treat symptoms and mainly Penicillin as an aetiological treatment. They lived in homes measuring 100 square metres, with three bed-rooms which were shared in the main by two people, and had one brother aged between 1 and 9.
Conclusion. No protective factors against ARI were found in the group of children studied.
Introducción
Es sabido que las infecciones respiratorias agudas (IRA) son la causa más frecuente de consulta pediátrica1,2, ocasionando un alto absentismo escolar.
Definida como la inflamación de vías respiratorias superiores por causa infecciosa, un 90% son de causa viral; en menores de 3 años predomina el virus respiratorio sincitial; en mayores, un 30% son ocasionadas por el estreptococo betahemolítico grupo A y el resto por otras bacterias tales como Haemophilus, Chlamydia, Staphylococcus... todas ellas menos frecuentes como agentes etiológicos3,4.
El objetivo de este trabajo fue el hallazgo de factores posiblemente asociados al padecimiento clínico de IRA en época invernal mediante el empleo de un estudio transversal. Para ello se ha diseñado un estudio observacional en el que se compararán las variables epidemiológicas que influyen tanto en la presencia de IRA como en la ausencia de dicha afección. Este enfoque metodológico es recomendado por diversos autores, ya que permite investigar los posibles factores asociados (causas --desde el punto de vista probabilístico--) anteriores al suceso y/o existentes para determinar las enfermedades infecciosas y, a la vez, permite seleccionar y establecer las relaciones causales entre un conjunto de variables epidemiológicas.
Material y métodos
Se realizó el estudio en un centro de salud del Área 9 de la CAM elegido al azar, cuyo EAP presta atención pediátrica a 6.800 individuos de 0-14 años, de los cuales 1.900 son varones y 4.900, mujeres. Los cupos de pediatría de dicho centro cuentan con una media asistencial en época invernal de 25 pacientes/día, de los cuales, según la experiencia clínica, la mayoría acude por IRA. Durante las temporadas invernales de los años 1993-1994 y 1994-1995, se procedió al estudio de niños de 0-14 años que acudieron al centro elegidos al azar. El criterio de inclusión fue el de sospecha clínica de padecer IRA, definida por la presencia de todos y cada uno de los siguientes signos y síntomas clínicos:
Fiebre, con temperatura mayor o igual a 38 ºC tomada en axila, tos seca, odinofagia.
No haber tomado antibióticos 72 horas antes del momento en el que se decide su inclusión.
Se eligieron a la vez niños no sintomáticos de IRA en un número equivalente al de sintomáticos, entre los consultantes del mismo intervalo de edad, que acudieran al centro por cualquier otro motivo de consulta distinto de IRA. Se emparejaron los 2 grupos por edades similares y asimismo por pertenecer a igual consulta e igual área de residencia, lo que implica un alto porcentaje de similares características ambientales, económicas y familiares. Para responder a nuestro objetivo de describir los factores asociados a la IRA, se elaboró una encuesta para ser respondida tanto por los casos sintomáticos (180) co mo por los no sintomáticos (182), a fin de conocer el grado de coincidencia o no entre ellos para dichas variables en el momento del estudio. La encuesta busca describir y confirmar variables que clásicamente se han relacionado con las infecciones respiratorias de vías altas. La misma fue realizada tras atender al paciente y a partir de las contestaciones del acompañante adulto en el caso de niños muy pequeños, o ratificada por ellos mismos en niños con edad suficiente para contestar por sí mismos (tabla 1).
Resultados
Una vez recogidos los datos durante el tiempo indicado, se elaboró una base de datos, mediante el programa Dbase IV. El análisis estadístico se realizó en el Centro de Proceso de Datos de la Universidad Complutense de Madrid, mediante el programa BMPD Statical Software.
En la población total, la distribución de edad y sexo respecto a la variable síntoma es la que muestra las tablas 2 y 3.
Respecto al estudio descriptivo de las variables que representan antecedentes personales, la primera estudiada fue la de antecedentes catarrales, detectándose 173 (47,7%) niños con síntomas positivos y 153 (42,26%) con síntomas negativos para una p=0,0001; el antecedente odinofagia lo presentaban 143 (40,5%) pacientes con IRA y 148 (40,8%) sin ella; tos negativa en 118 (32,58%) con IRA y en 182 (50,27%) sin IRA; otros antecedentes patológicos previos tampoco fueron significativos; fueron negativos en 141 (38,95%) sujetos con síntomas positivos y en 121 (33,42%) con negativos, resultando todos ellos con p>0,05, y no siendo estadísticamente significativos.
El tratamiento sintomático con AAS fue el más usado; lo presentaban 172 (47,51%) sintomáticos y 159 (43,92%) de los no sintomáticos, para una p=0,0053. El empleo previo de AINE se encuentra en 126 (34,8%) de sintomáticos y en 134 (37%) de no sintomáticos. En 143 (39,5%) de niños sintomáticos previamente se emplearon penicilinas como tratamiento etiológico, mientras que fue usado en 121 (33,42%) de los no sintomáticos, siendo estadísticamente significativo para una p=0,005.
Para conocer el hábitat del sujeto, estudiamos si vivían en casa propia; 198 (54,69%) sintomáticos lo hacían y asimismo 164 (45,9%) de no sintomáticos. Son viviendas de 86-100 metros cuadrados en 137 de sintomáticos y 112 de no sintomáticos de IRA; valores estadísticamente significativos con una p=0,0000, con 3 habitaciones (86,46%), las cuales suelen ser ocupadas por 2 niños (60,77%) en ambas poblaciones (p=0,0000), sin literas (95,3%). Las viviendas son soleadas en un 98,34% de los casos, que se distribuye en 175 (48,34%) en niños con síntomas y 181 (50%) sin síntomas, con jardín en un 57,12% de los casos, distribuido en 106 (29,28%) niños con IRA y 101 (27,9%) sin IRA. La salida al campo de los pacientes resulta un factor protector frente al padecimiento de IRA, con una p=0,03.
Predominan niños con un solo hermano (67,1%), distribuido en 106 (93%) en sintomáticos y 137 (37,8%) en no sintomáticos, de 1-9 años, en número de 121 (32,4%) en sintomáticos y 147 (40,6%) en no sintomáticos, con una p=0,0012.
Se estudió igualmente si el padre tenía estudios, resultando que 169 (46,8%) con síntomas tenían un padre con estudios, y 163 (45,02%) sin síntomas tenían padre sin estudios, con una p=0,1353. En cuanto a los estudios de la madre, resultó que 164 (45,3%) con IRA tenían madre con estudios y 165 (45,5%) no tenían síntomas y sí una madre con estudios, con una p=0,8813.
Nuestra población acude a aulas con 20 alumnos, siendo 97 (26,79%) sintomáticos y 117 (32,3%) no sintomáticos; acuden al comedor escolar 176 (48,6%) de los sintomáticos y 177 (48,87%) de los no sintomáticos, mientras que son 11 (30,6%) de los sintomáticos los que realizan actividades extramurales y 141 (38,95%) de los no sintomáticos los que sí las realizan, siendo una variable estadísticamente significativa para una p=0,0011.
Discusión
Este trabajo representa un estudio epidemiológico de las variables que podrían influir en la afección de IRA en la población infantil de 0-14 años atendidos en una consulta de pediatría de un centro de salud.
La mayor parte de los pacientes fueron mujeres, de 6-10 años, ambos datos concordantes con el Padrón Municipal de Fuenlabrada de 1991.
El estudio epidemiológico de las IRA representa un gran problema, por la propia dinámica de la población, su incidencia y por problemas diagnósticos de laboratorio6,7.
Como es sabido que existen factores ambientales que favorecen la presentación de IRA, quisimos conocer la presencia de alguno de ellos, comparando la misma con la que existe en una población similar sin IRA, empleando para el diagnóstico de la misma los criterios de Dagnelie8.
De todos los antecedentes patológicos estudiados en nuestra población, sólo resultó significativo el antecedente catarral, tanto en niños sintomáticos como en no sintomáticos de IRA, lo que nos hace ratificar la alta frecuencia de estas afecciones.
Fue el AAS el más frecuente tratamiento sintomático, mientras que era la penicilina el tratamiento etiológico más frecuentemente empleado, aunque si consideramos la frecuencia de etiología viral en estas afecciones podríamos cuestionarnos lo adecuado de su empleo3,4.
En cuanto al hábitat del sujeto, ha resultado que ninguna de las variables estudiadas fue significativa. En cuanto que la salida al campo haya resultado protectora, se puede afirmar que la polución aumenta la presencia de IRA, sin que seamos capaces de medir en este estudio el grado de polución del ambiente estudiado5,6.
Otras variables, como si los padres tenían estudios, suponiendo con ello un mejor nivel económico y mejor calidad de vida, no resultaron significativas, aunque sí está recogida la influencia positiva de la educación sanitaria para prevenir las IRA en madres de infantes, tal y como demostró Kayseri en la temporada invernal 1990-1991.
En cuanto a factores que pudieran influir y estar relacionados con la vida cotidiana del sujeto, no resultaron significativas las variables número de niños que acuden a la misma clase o acudir al comedor escolar; sí en cambio lo fue el hecho de realizar actividades extramurales, lo cual fue beneficioso, sin poderse afirmar rotundamente que son niños que realizan estas actividades porque son más sanos o bien porque el deporte es salud8.
De todo ello podemos concluir no existe ninguna característica común concluyente en niños de 0-14 años de los investigados que tenga un valor estadísticamente significativo para poder determinar la población que con más facilidad presentaría IRA.