Explorar las influencias de integrantes del grupo familiar en las prácticas de alimentación de madres hacia preescolares, en familias de barrios vulnerables en la Región Metropolitana de Santiago, Chile.
DiseñoEstudio cualitativo.
LugarNueve jardines infantiles de la Región Metropolitana, Santiago, Chile.
ParticipantesVeinticuatro madres y un padre de hijos preescolares.
MétodoSe realizaron 25 entrevistas semiestructuradas con técnica de foto-elicitación y su posterior análisis temático inductivo de las influencias familiares.
ResultadosLas participantes describieron que las influencias familiares sobre las prácticas de alimentación que aplicaban en sus hijos preescolares dependían de la estructura familiar y de la cercanía entre familiares. Algunas de estas influencias afectan directamente la conducta alimentaria del niño, especialmente en familiares que cohabitan juntos, mientras que otras estaban mediadas por las relaciones generadas entre padres y otros miembros de la familia. El padre, en familias biparentales, y abuelos del preescolar son los familiares más influyentes. Los padres participan en la alimentación del niño y generalmente se alinean a las prácticas de alimentación con la madre. Los abuelos enriquecen la experiencia alimentaria de preescolares ofreciendo preparaciones caseras, expresando afecto con los alimentos, incluso opciones poco saludables, y apoyando a padres a diversificar y estructurar la alimentación del niño.
ConclusionesEl impacto de familiares y sus dinámicas en las prácticas alimentarias parentales y la alimentación de preescolares varían según la cercanía o cohabitación entre familiares. El desarrollo de estrategias de prevención y tratamiento de obesidad infantil debería considerar un enfoque familiar en familias vulnerables.
To explore family members’ influences on mothers’ feeding practices of preschoolers in Chilean families residing in vulnerable neighborhoods from the Metropolitan Region of Santiago, Chile.
DesignQualitative study.
LocationNine child care centers in Región Metropolitana, Santiago, Chile.
ParticipantsTwenty-four mothers and one father of preschool children.
MethodPhoto-elicitation techniques were applied to 25 semi-structured interviews and their subsequent inductive thematic analysis of family influences.
ResultsThe participants described that the family influences on their feeding practices depended on the family structure and the interpersonal closeness between relatives. Some influences directly affected child eating behavior, especially in relatives who live together, while others were mediated by the relationships generated between parents and other members of the family. Fathers, in two-parent families, and grandparents are the most influential relatives on the participants’ feeding practices. Generally, fathers participated and were in line with the mother's feeding practices of their children. Grandparents enriched their grandchildren's eating experiences by offering homemade preparations, expressing affection with food, including unhealthy options, and supporting parents to diversifying and structuring feeding practices.
ConclusionsAccording to their interpersonal closeness or cohabitation, parental feeding practices and child eating behaviors were impacted by family members and their dynamics. The development of strategies to prevent and treat childhood obesity should consider a family approach in vulnerable families.
El exceso de peso infantil es un problema de salud pública que ha aumentado progresivamente a nivel mundial1, incluso en la región de América Latina y el Caribe2. Chile presenta una de las prevalencias más altas de la región1, donde el sobrepeso y la obesidad en menores de 6 años alcanzó el 34,8% al año 2017 3 y afectó a uno de cada 2 niños de entre 4 y 6 años, siendo más afectados los niños y niñas de bajo nivel socioeconómico4. A pesar de diversas iniciativas implementadas para frenar la tendencia al aumento de esta condición, no se manifiestan signos de desaceleración1.
El exceso de peso es especialmente preocupante en edades tempranas, porque aumenta su probabilidad de mantener esta condición en la vida adulta5,6. Por otra parte, el abordaje en malnutrición por exceso es más exitoso cuando se realiza en grupos de niños menores7. En este contexto, es necesario focalizar esfuerzos en niños en edad preescolar, quienes están desarrollando autonomía y son permeables a su entorno sociocultural, mientras que también son altamente dependientes de su madre, padre y otros adultos a su cuidado8.
Entre los factores condicionantes del exceso de peso infantil está la influencia familiar. La familia es una unidad organizada que comprende diferentes sistemas y niveles de influencias que interactúan entre sí9. Al respecto, se ha estudiado que la familia puede influir en las prácticas de consumo de alimentos en el hogar, la transferencia de hábitos intergeneracionales y las interacciones y aportes entre padres, hijos y otros integrantes del grupo familiar, condicionando la alimentación infantil10,11. Respecto a miembros específicos de la familia, los padres definen el tipo de alimentos, el tamaño de las porciones, los horarios y frecuencias de comidas de niños preescolares10 y emplean diferentes estilos de alimentación que condicionan la ingesta alimentaria y su consecuente exceso de peso11. Por su parte, los hermanos pueden influir en la conducta alimentaria de otros hermanos de forma positiva o negativa12. En particular, los abuelos afectan el comportamiento alimentario13, la ingesta de alimentos y el estado nutricional de sus nietos14, especialmente si viven con ellos15, mientras que otros familiares como tíos y primos también pueden contribuir de forma relevante en el cuidado y alimentación de sus parientes pequeños16.
A pesar de la presencia de múltiples miembros familiares en el hogar y lo crucial de las prácticas de alimentación de los padres en la prevención de la obesidad infantil17,18, la evidencia respecto a las influencias familiares sobre la alimentación en niños preescolares es limitada11, especialmente en países latinoamericanos, donde la complejidad y especificidad de los contextos locales de cada país son muy diversos. Por ejemplo, Bolivia presenta una mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en menores de 5 años de áreas rurales, mientras que en niños de Honduras y Perú, la prevalencia es mayor en áreas urbanas19. En Chile, a la alta prevalencia de obesidad infantil, se agrega que uno de cada 5 hogares son extendidos, es decir, además de padres e hijos viven otros parientes como abuelos y tíos, hogares que también presentan una mayor incidencia de pobreza multidimensional20. Datos nacionales también confirman que las familias de menor nivel socioeconómico tienen una alimentación de menor calidad y que los preescolares comen de manera poco saludable21. Debido a estas diferencias regionales y locales, entender cómo los integrantes de la familia afectan la alimentación de preescolares de hogares vulnerables en Santiago de Chile adquiere relevancia. El objetivo de este artículo es explorar las influencias que las madres perciben de integrantes del grupo familiar sobre las prácticas parentales de alimentación hacia sus hijos preescolares, en familias de barrios vulnerables de Santiago, Chile. Esta información contribuiría a reducir la brecha en la literatura sobre esta temática con el caso de Chile y a mejorar el abordaje de la obesidad infantil en Latinoamérica.
Participantes y métodosEste artículo se desarrolló a partir de un estudio mayor (estudio madre) que exploró, a través de múltiples métodos, la socialización parental en el ámbito alimentario de niños preescolares22. En una primera etapa del estudio madre, se abordó los estilos parentales de alimentación y su asociación con el estado del peso de preescolares. En la segunda etapa, independiente de la información recolectada y los resultados en la fase cuantitativa, se exploró las perspectivas de madres y un padre que se relacionaban con la forma en que alimentan a sus hijos/as preescolares como parte del estudio de socialización parental con niños preescolares. Dado que el primer análisis entregó una riqueza de múltiples aspectos que influyeron en los estilos parentales, entre ellos, la influencia familiar fue relevante. El presente estudio corresponde a un segundo análisis en profundidad, de parte de los resultados obtenidos en la fase cualitativa del estudio madre. Los datos fueron recopilados entre octubre de 2018 y enero de 2019.
La investigación fue realizada en la zona urbana de Santiago de Chile, país considerado de altos ingresos, de acuerdo al Banco Mundial23, pero con un alto índice de desigualdad socioeconómica24. Santiago, capital de Chile, posee la más alta densidad poblacional, alcanzando más del 40% de la población25. Por estos motivos, Santiago es una ciudad que puede representar la diversidad de contextos y dinámicas familiares que presenta la población vulnerable del país.
Para realizar esta investigación, se trabajó en conjunto con la Junta Nacional de Jardines infantiles (JUNJI), organismo gubernamental que se dedica a entregar educación parvularia integral y alimentación a niños y niñas menores a 4 años de edad principalmente, priorizando a aquellas familias con mayor vulnerabilidad económica26: cerca del 90% de los menores que asisten a los jardines infantiles JUNJI pertenecen a los 2 quintiles inferiores de ingreso27. De los jardines JUNJI, se trabajó intencionadamente con aquellos localizados en zonas de vulnerabilidad, medido por el indicador de pobreza multidimensional. Este indicador establece que una persona u hogar es multidimensionalmente pobre si presenta carencias en un conjunto de 5 dimensiones que aseguran el bienestar integral: Educación, Salud, Trabajo y seguridad social, Vivienda y entorno y Redes y Cohesión cocial28.
Se trabajó con 9 jardines infantiles de la red JUNJI, donde se invitó a participar a padres, madres y sus hijos preescolares. Para esto, se publicó el volante informativo del estudio en los jardines infantiles. En estos volantes aparecían los criterios de inclusión correspondiente a: ser madres o padres mayores de 18 años, chilenos, tener hijos/as preescolares entre 3 a 5 años sin problemas de salud que afecten su crecimiento (por ejemplo, una enfermedad metabólica o deglución de alimentos afectada, entre otras), las madres o padres debían pasar la mayor parte del tiempo con el niño fuera de su jornada escolar e interactuar con ellos en contextos relacionados con la alimentación. Se seleccionó a padres/madres con niños/as entre 3 y 5 años, porque, al igual que niños menores, están en un período de gran dependencia de sus familias para el desarrollo de sus hábitos alimentarios, pero a diferencia de niños mayores, están desarrollando aspectos de autonomía e independencia8.
Además del volante informativo dispuesto en el jardín infantil, se envió una carta explicando el estudio con el formulario de consentimiento. A las/los participantes que se interesaron en participar y devolvieron el consentimiento, se les realizó una evaluación telefónica para verificar el cumplimiento de los criterios de inclusión y resolver dudas antes de realizar una primera reunión. Se invitaron a 32 participantes que cumplían con los criterios de inclusión. Posteriormente, se llevaron a cabo entrevistas con foto-elicitación. Esta técnica se define como la incorporación de fotografías en entrevistas, como el estímulo que permite la expresión de los participantes29 y ha sido aplicada anteriormente en población similar a la del presente estudio30 además de en otras investigaciones realizadas en el laboratorio donde fue formulado este estudio31,32. Se seleccionó la metodología de entrevista individual para poder evitar cualquier juicio social de pares33,34 respecto a la alimentación del hijo/a35,36, y con esto lograr que los participantes puedan expresarse libremente, sin temor a ser criticados.
Previo a la entrevista, se coordinó una reunión con los padres para entregar indicaciones respecto a la toma de fotografías. A cada participante se le entregó una cámara desechable y las respectivas consideraciones éticas al momento de fotografiar (por ejemplo, precaución al tomar fotografías de niños, pedir autorización a otros en la fotografía, entre otros). Como instrucción se indicó a cada madre o padre que debía tomar fotografías importantes para ellos, que representaran cómo ellos alimentan a sus hijos/as preescolares, cómo su hijo/a se relaciona con los alimentos y situaciones, lugares y personas que influyen en cómo ellos alimentan a sus niños/as. Los participantes tomaron fotografías durante un período entre 7 a 21 días.
Estas fotografías fueron desarrolladas y se usaron en las entrevistas con los participantes. Para discutir acerca de las fotografías, se utilizó la técnica SHOWeD37, para estimular la obtención de información más allá de lo que aparece en las fotografías y facilitar la verbalización de ideas38. La técnica SHOWeD incluye preguntas como ¿Qué es lo que ve en esta imagen?, ¿Qué está pasando en esta imagen?, entre otras. Además, se contó con una guía de preguntas distintas a la de SHOWeD, a partir del protocolo de entrevista adaptado de Dev (2013)39 y a la guía de entrevista de Sherry et al. (2004)40, para complementar información obtenida por esta técnica. Esta guía de preguntas incluyó, por ejemplo, «¿hay cosas o situaciones que son difíciles para usted al alimentar a su niño/a?»
Las entrevistas fueron grabadas y luego transcritas verbatim. En el estudio madre, se realizó un análisis temático inductivo41 de las influencias sobre las prácticas parentales de alimentación con los preescolares. Uno de los temas encontrados fue la influencia familiar en la alimentación de los niños. Dada la riqueza de este tema en el discurso de las y el participante, para este estudio se realizó un segundo análisis solo enfocado en los códigos y categorías asociados a este tema, en donde se recodificó y se elaboraron nuevas categorías, temas, y subtemas42, logrando una mayor profundidad de análisis. En la figura 1 se ejemplifica el proceso de formación de categorías desde los códigos para formar los temas. Para reorganizar la información se usó el programa AtlasTi, versión 8.0.43 22,41.
Para aumentar la integridad de este estudio, se utilizaron algunos criterios de rigor recomendados para evitar sesgos en estudios de tipo cualitativo. Para reducir el sesgo por entrevistas, toda la metodología fue realizada por un investigador con formación y experiencia en entrevistas con foto-elicitación. Además, las y el participante fueron seleccionados según la comprobación de los criterios de inclusión, confirmados telefónicamente antes de la primera entrevista. Las y el participante fueron reclutados desde la red nacional de jardines infantiles de Chile, instituciones que priorizan niños de familias en condición de vulnerabilidad, además de situarse en barrios de alta vulnerabilidad. También se prefirió utilizar la triangulación de analistas por sobre otras43 en la cual la codificación inicial fue llevada a cabo por 4 investigadores, y el análisis fue realizado por 2 investigadores del equipo de manera independiente. De igual manera, se analizó casos negativos, los que confirmaron patrones identificados en la mayoría del grupo dadas características similares44. Finalmente, se realizó verificación de los resultados con un grupo de madres que pudieron ser contactadas posterior al análisis de los datos.
El protocolo de investigación fue aprobado por el Comité de ética de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (Aprobación protocolo n.o 19014). Este comité evaluó el protocolo al conformar un estudio en sujetos humanos y asegurar el cumplimiento de los principios de respeto por las personas, beneficencia y justicia. Además, la JUNJI realizó una revisión del protocolo antes de aprobar el reclutamiento de participantes. Los participantes firmaron el consentimiento informado antes de realizar procedimientos.
Resultados y discusiónDe 32 participantes que se invitaron, 30 personas aceptaron participar, de los cuales 24 madres y un padre finalizaron el estudio. Cinco participantes no lo acabaron por falta de tiempo e imposibilidad de contacto. Dado que la mayoría de quienes finalizaron el estudio fueron madres, es que, desde aquí en adelante en el manuscrito, nos referiremos solo a madres o las participantes.
De las 25 participantes y preescolares, destaca que el 84% y el 60%, respectivamente, presentan exceso de peso. El tamaño promedio de integrantes de la familia es de 5 personas y el 80% de las familias es biparental. Otras características generales se pueden observar en la tabla 1. Debido a que las madres describieron que la estructura familiar se relacionaba con las influencias familiares, se presenta en la tabla 2 la estructura familiar clasificada como nuclear o extendida. En la tabla 3 se detallan citas para ejemplificar cada tema.
Características sociodemográficas y nutricionales de las participantes
Características | Categorías | Total de participantesn=25 |
---|---|---|
Cuidadores | ||
Edad en años, promedio±DE | 32.1±7.6) | |
Tipo de cuidadores, n (%) | - Madre | 24 (96) |
- Padre | 1 (4) | |
Nivel educacional, n (%) | - Básica | 3 (12) |
- Secundaria | 13 (52) | |
- Técnica después de secundaria | 3 (12) | |
- Educación universitaria | 6 (24) | |
Situación laboral, n (%) | - Sin empleo | 5 (20) |
- Empleada/o | 20 (80) | |
Vivienda, n (%) | - Dueño/a | 10 (40) |
- Arrienda | 5 (20) | |
- Allegados | 10 (40) | |
Tamaño de familia, promedio (rango) | 5 (2-14) | |
Hermanos, promedio (rango) | 8 (0-3) | |
Tipo de familia, n (%) | - Familia biparental | 20 (80) |
- Familia uniparental | 5 (20) | |
Tipo de sistema de salud, n (%) | - Público | 8 (78%) |
- Privado | 2 (8%) | |
- Ambos | 5 (20%) | |
Categorización estado del pesoa, n (%) | - Bajo peso | 1 (4) |
- Normal | 3 (12) | |
- Sobrepeso | 8 (32) | |
- Obeso/a | 13 (52) | |
IMC (promedio±DE | 31±7,1) | |
Niños/as | ||
Edad en años, promedio, rango | 3,8 (3-5) | |
Sexo, n (%) | - Niñas | 10 (40) |
- Niños | 15 (60) | |
Categorización estado del pesob | - Normal | 10 (40) |
- Sobrepeso | 5 (20) | |
- Obeso/a | 10 (40) |
Categorización del estado del peso
Estructura familiar e integrantes del hogar que viven con el preescolar, cuyo participante es el padre o madre
Familia nuclear(n=12; 48%) | Familia extendida(n=13; 52%) | ||
---|---|---|---|
Con quién vive el preescolar | n | Con quién vive el preescolar | n |
Con madre | 2 | Con madre y abuela y/o abuelo | 3 |
Con madre y padre | 2 | Con madre, padre, abuela y/o abuelo | 3 |
Con madre y padre y un hermano | 6 | Con madre, padre, hermano, abuela y/o abuelo | 1 |
Con ambos padres y más de un hermano(a) | 2 | Con madre, padre, abuela y tía | 1 |
Con madre, padre, bisabuela y/o abuelo, y otras familias (tío-tía y primos) | 3 | ||
Con madre, padre, tíos | 2 |
Citas destacadas para cada tema identificado por las participantes
Temas | Citas destacadas |
---|---|
Tema 1«Cercanía con familiares»” | 1a. «Mi papá llega:”ya, les traje esto” [alimentos no saludables], yo”pero papá!”, entonces... [es difícil que el abuelo no le traiga alimentos no saludables], más cuando uno vive de allegado. Es que esta es la casa de mi mamá y mi papá. Nosotros no vivimos aquí [en el primer piso de la casa], nosotros vivimos allá arriba en una pieza.... ahora ya no le trae cosas [me costó] más de un año.» (E23) |
1b. «Acá nosotros nos fuimos al norte de nuevo, pero nos fuimos para el fin de semana largo para el primero de noviembre, entonces llegamos de sorpresa. Nosotros vivimos un poquito más abajo y fuimos a ver a unos tíos, entonces ahí allá le dan [a la niña] que se sirva y aprovecha, entonces come todo lo que haya y arrasa con todo, empieza a comer un poquito de esto, un poquito de esto, y ahí yo no puedo colocar límites, porque por más que les digo “no le den tanto por favor” me dicen “pero sí es un poquitito, ella quiere probar”, entonces al final come todo, ahí no tengo… ahí como que no existo, yo no puedo decirle “no”, porque son cosas que no comemos constantemente, entonces a ella le gustan» (E11) | |
Tema 2«Como pareja, tenemos acuerdos y diferencias en la alimentación del niño» | 2a. «…el papá siempre ha sido más riguroso en ese sentido y ha sido más estricto, yo [mamá] siempre he sido más permisiva… él [preescolar] sabe que conmigo consigue más cosas que con el papá.» (E4) |
2b. «… hay mamás y papás que trabajan, pero el hombre siempre trabaja de por sí. Una tiene hijos y yo [madre] también trabajaba, bueno tiré licencia hasta que mi hijo tuvo dos años, y ahí decidí retirarme para poder criarlo por lo menos los primeros años dije yo, porque son importante que vea la parte maternal. Entonces el hombre de por sí siempre trabaja, mi marido trabaja harto, llega tarde entonces como que igual se dan ciertas cosas que yo no sé…. porque no está con él [preescolar], entonces me dice “no estoy en todo el día con él y como llegar a retarlo”, decirle “no, no te voy a dar un vaso de bebida, si no estoy en todo el día con él”, no quiero ser el papá que nunca está con él y cuando está no le deja hacer nada. Igual es súper culpable, se siente súper culposo, un marido culposo, un papá culposo…» (E2) | |
2c. «Él [papá del preescolar] piensa muy similar… también trata de limitar algunas cosas, a veces un poco más complaciente. Entonces tampoco obliga a la niña a comer, trata de respetar los horarios, si tengo que salir yo [mamá] fin de semana y le da el almuerzo a la hora que corresponde sin que yo le tenga que decir “recuerda que la niña tiene que comer”. No, yo salgo y ella está almorzando porque tiene que comer a la hora que corresponde y trata de hacerle comidas también que sean más con verduritas, la cosa que sea un poquito más saludable para ella.» (E11) | |
Tema 3«Abuelos/as pueden facilitar y/u obstaculizar la alimentación saludable de sus nietos preescolares» | 3a. «En general le doy acá la comida [muestra un plato], pero no se lo doy lleno porque mi mamá [abuela] me decía “No le des mucha comida, porque él [niño] donde ve tanta no va a querer comer, entonces anda sirviéndole de porciones chicas”, entonces le sirvo como hasta acá y si quiere más le sirvo un poco más.» (E4) |
3b. «…algunas decisiones de alimentación, yo prefiero preguntarle a ella [bisabuela], le digo “estará bien si le doy esto, le hará mal?” “no”, me dice, “si él [preescolar] tiene que comer de todo”.» (E12) | |
3c. «Como no la ven mucho [preescolar] y son sus regalonas, entonces le celebran todo y para que la niña esté contenta tiene que comer diez veces, diez veces le dan de comer, si la niña para que esté feliz toma helado y quiere una casata, le compran la casata.» (E11) | |
3d. «Claro, cuando llega del trabajo [el abuelo] les trae [a los niños] bebida, les trae dulces, les trae galletas, que el helado, que “¿por qué no les diste lo que les traje” [pregunta a la mamá]… Que “por qué están tomando agua, que dales bebida que yo les tengo ahí” De hecho él [abuelo] como su cariño lo expresa así, comprando cosas para comer.» (E23) | |
3e. «Incluso cuando voy donde mi mamá [abuela] trato de dejarla poco rato [a preescolar]. De repente cuando la he dejado, yo sé que ella le da de todo, helado, dulces, todo lo que pille se lo da… Me dice “pero si son niñas, después crecen” … ella dice eso, pero yo le digo no porque…, bueno ahí tuvimos varias discusiones porque yo llegaba a buscarla y tenía collac, andaba comiendo puras cuestiones que no tenía que comer.» (E21) | |
Tema 4«El niño imita a hermanos y primos» | 4a. «…Yo trato siempre de decirle [a hermana mayor], que no diga que no le gustan las verduras delante de ella [preescolar], porque la influencia mucho… dice: no, “no me gustan las verduras”, y la otra dice: “a mí tampoco me gustan las verduras”… quiere ser igual a su hermana en todo.»’ (E21) |
4b. «Los primos comen más rápido, de hecho les digo “ya comete otro” “ya échate un poco” y se comen toda la comida, pero ponte tú no come más rápido [el preescolar] pero se come toda la comida porque tiene que ganar.» (E2) |
A continuación, se describen 4 temas principales que se obtuvieron respecto a las influencias familiares en las prácticas de alimentación hacia el preescolar. La saturación de la información se determinó al analizar la entrevista 22, cuando no se encontraron códigos ni temas nuevos.
Tema 1: «Cercanía con familiares»Las participantes indicaron que cada miembro de la familia se relacionó con el preescolar y sus padres (padre-madre, abuelos-padres, otros miembros-padres) en distintos contextos de alimentación familiar que dependían de la cercanía habitacional e interpersonal entre familiares. La mitad de los preescolares de este estudio vivía, además de padres y hermanos, con otros miembros familiares como abuelos, tíos y primos (tabla 2) quienes influyeron en su alimentación de diferentes formas, especialmente cuando las madres viven de allegadas en la casa de otros familiares (tabla 3.1a). En familias de origen latino, es frecuente la presencia de miembros de la familia extensa en el hogar, quienes inciden en la rutina alimentaria de niños o sobre sus padres45. En Chile, en las últimas décadas ha incrementado la proporción de familias extendidas, integradas por otros familiares o no parientes, hogares que también presentan más altos niveles de pobreza multidimensional20. El incremento sostenido del precio de las viviendas y los costos asociados al pago de arriendo o créditos hipotecarios representa una considerable carga económica que abarca casi la mitad del total de ingresos de hogares vulnerables del país46. Esta situación lleva a las familias a vivir de allegados con otros familiares para poder mantener redes de apoyo y garantizar el acceso a una vivienda cuando el presupuesto es insuficiente47.
Las madres describieron que familiares que habitan en el mismo barrio o ciudad se relacionan con el preescolar cotidianamente porque lo cuidan y alimentan mientras sus padres trabajan. Estos familiares también interactúan con el preescolar los fines de semana, en festividades y/o eventos especiales. Otros miembros de la familia extendida que viven en regiones lejanas interactúan de forma más esporádica con el niño, en períodos como vacaciones. En ambos casos, los encuentros familiares son una oportunidad para compartir comidas más abundantes y menos saludables, alimentos que también ofrecen al niño.
A pesar de que se ha estudiado que un funcionamiento familiar, desde la perspectiva del orden y comer en familia, influye positivamente en el desarrollo de conductas alimentarias saludables en sus integrantes48, en familias chilenas la alimentación está mediada por un relevante componente social, que no necesariamente influye positivamente. Este componente social en las comidas familiares, además de promover la unión y socialización, puede generar conflictos respecto a qué alimentos preparar u ofrecer para que sean del agrado de todos sus miembros. Esta situación limita a las madres que intentan promover una alimentación saludable en sus familias49, tal como manifestaron madres de este estudio (tabla 3.1b). Por tanto, comer en casa y en familia, como las madres de este estudio describen, no necesariamente trae beneficios alimentarios y nutricionales para la familia. Además, un metaanálisis reciente describió que las comidas familiares frecuentes, independiente del número de miembros participantes, se relacionan con una buena salud nutricional en niños al promover una mejor calidad alimentaria50. Aunque en familias chilenas no se ha estudiado esta relación, es habitual que familias de menor nivel socioeconómico compartan las comidas con otros miembros familiares51, como ocurrió en este estudio.
Tema 2: «Como pareja, tenemos acuerdos y diferencias en la alimentación del niño»Las participantes que eran madres en pareja describieron que repartían las actividades respecto a la alimentación de su hijo con su pareja/esposo. Aunque discutían las prácticas de alimentación que aplicaban y consensuaban estrategias para el bienestar del niño, también presentaban diferencias.
Subtema 2.1: «Tenemos diferencias al alimentar al niño»Algunas madres se perciben como más permisivas o estrictas que sus parejas al alimentar al niño, diferencias que se reflejaron en los tipos, la frecuencia de consumo o el tamaño de las porciones de comidas que le ofrecían (tabla 3.2a). De igual forma, se observó una disparidad entre madres y padres en la participación que tenían al alimentar al preescolar. El rol de los padres o parejas se centró en apoyar a las madres cuando necesitaban ayuda en el hogar o cuando trabajaban, ya sea cocinando, preparando o sirviendo la comida, según el tiempo que pasan en el hogar. Por este motivo, era habitual que los padres apoyaran más la alimentación del niño los fines de semana, en días de descanso. Sin embargo, algunas madres mencionaron que los padres en esta situación se mostraron más permisivos con el niño respecto a qué alimentos comer, al sentirse culpables por pasar menos tiempo con él debido a las extensas jornadas laborales (tabla 3.2b). En consecuencia, el apoyo de los padres en la alimentación de preescolares en este estudio estuvo condicionado por sus horas de trabajo diario y por la coincidencia con los horarios de alimentación del niño.
El rol del padre en alimentar al niño al cohabitar con él debe analizarse con cautela, debido a que la participación del padre ocurre solo cuando él está disponible. Este hallazgo puede deberse, en parte, a un moderado aumento de la mujer chilena en la fuerza laboral, desde un 30% el año 1990 a un 48,3% al 2015 52. Este incremento ha sido favorecido por programas gubernamentales que promueven la actividad laboral femenina y un mayor involucramiento de padres en la crianza53,54, lo que pudo haber generado un ajuste de responsabilidades por ambos padres en el cuidado de sus hijos53. A pesar de esta tendencia, los hombres mayores de 15 años en Chile lideran la tasa de participación laboral con más de un 70%, a diferencia de las mujeres que no superan el 50%55. De las mujeres que reportaron no trabajar, el 16,4% indica que lo hace por cuidar a familiares, entre ellos niños, o por dedicarse a quehaceres del hogar, cifra que se incrementa al 23,8% en mujeres de menor nivel socioeconómico56. Nuestros resultados, en conjunto con los datos nacionales y regionales disponibles57, dan cuenta que aún existe un desbalance en la distribución de las tareas de cuidado de niños en hogares biparentales, principalmente en familias vulnerables, en las cuales los padres participan como proveedores y las madres son las encargadas del cuidado y de la alimentación del preescolar al pasar más tiempo con él.
De manera contraria, el 20% de las participantes que fueron madres sin pareja y que conformaron hogares monoparentales, desestimaron el rol de los padres en la alimentación y crianza del preescolar. En este grupo, el término de la relación o a la ausencia de contacto con el padre, sumado a que ellas eran quienes trabajaban, desencadenó que otros miembros familiares como los abuelos, tuvieran un rol preponderante en la alimentación del niño.
Subtema 2.2: «Consensuamos la mejor estrategia alimentaria para el niño»El rol del padre descrito por las participantes se centró en las interacciones alimentarias con el niño e indirectamente al interactuar con la madre, para definir en conjunto la mejor estrategia alimentaria para el niño. Los padres en familias biparentales, en general, estaban involucrados y se alinearon a las reglas de alimentación del niño con la madre en lo que se permite comer (tabla 3.2c). Mientras que se ha argumentado que los padres tienen un abordaje alimentario de limitada receptividad comparado con las madres53, la concordancia entre estilos y prácticas de alimentación entre ambos se asocia a niños con comportamientos alimentarios más saludables58. Por tanto, este estudio contribuye a entender potenciales vías en la que las madres influyen en la alimentación de preescolares en América Latina. Sin embargo, el rol de padres y no solo de madres en la alimentación del preescolar es un campo de estudio emergiendo en países desarrollados58, y la escasa evidencia disponible sostiene la potencial relevancia que tendría la influencia paterna en los hábitos alimentarios y el estado del peso en niños59.
Tema 3: «Abuelos/as pueden facilitar y/u obstaculizar la alimentación saludable de sus nietos preescolares»Los abuelos/as o incluso bisabuelos del preescolar destacan por ser los integrantes de la familia con una gran influencia en la alimentación de nietos pequeños. En este sentido, los resultados muestran diferencias en los tipos de influencias y en el rol diferenciador que tendrían abuelas y abuelos.
Subtema 3.1: «Abuelas enriquecen la experiencia alimentaria del niño y transfieren información a las madres»Desde la perspectiva de las participantes, las abuelas, principalmente, son quienes apoyan y mantienen las rutinas de alimentación del niño mientras los padres trabajan y el preescolar queda a su cuidado. Las madres reconocen que reciben orientación de las abuelas –materna o paterna– acerca de los desafíos para alimentar a sus hijos. Por ejemplo, aprendieron a cocinar o preparar alimentos caseros gracias a ellas, les consultan inquietudes y les enseñan estrategias para estructurar, modelar y diversificar la alimentación de sus hijos (tabla 3.3a y 3b). Además, las abuelas se involucraron más directamente en la alimentación de sus nietos, preparando comidas caseras típicas o del agrado del niño, ofreciendo nuevos alimentos, incorporando alimentos saludables en diversas preparaciones e involucrando al preescolar en la preparación de alimentos. Estudios previos concuerdan con estos resultados, al destacar el rol que tienen los abuelos para diversificar la alimentación de sus nietos60 y el rol específico de las abuelas como cuidadoras y transmisoras del conocimiento adquirido por su propia experiencia, sobre la alimentación en niños57, promoviendo así entornos alimentarios más saludables61.
Subtema 3.2: «Abuelos/as limitan los esfuerzos de los padres de mantener una alimentación saludable en el niño»Por otra parte, las madres mencionaron que cuando los abuelos/as o bisabuelos/as recibían al preescolar en sus casas o lo visitaban, acostumbraban a expresarle su cariño con la comida (tabla 3.3c) preparando, en el caso de las abuelas, y regalando y ofreciendo, en el caso de los abuelos, alimentos de la preferencia del niño, generalmente opciones poco saludables (tabla 3.3d). Esta práctica en familias chilenas de ofrecer alimentos o comidas especiales es una forma de expresar cuidado y afecto entre sus miembros49. Algunos estudios han evidenciado la percepción errónea sobre el peso del nieto que tienen abuelos, sobrealimentándolo, complaciéndolo14 y contribuyendo a su exceso de peso, especialmente si cohabitan juntos15,62. En este estudio se visibiliza un apoyo hacia la madre y el niño, en el caso de las abuelas, y una potencial obstaculización, principalmente de los abuelos, en la mantención de hábitos saludables y un óptimo estado nutricional del preescolar. Por tanto, abuelas y abuelos pueden ser integrantes esenciales en intervenciones de nutrición infantil en familias vulnerables14.
Algunas participantes refirieron no preocuparse porque los abuelos ofrecieran opciones poco saludables a sus nietos, ya que esto ocurriría solo en ocasiones especiales. Sin embargo, a otras les disgustaba que mostraran afecto con la alimentación, lo que las llevó a limitar la frecuencia de visitas donde los abuelos o a discutir mejoras en la alimentación con ellos, cuando se oponían a sus reglas (tabla 3.3e). Las diferencias en actitudes y comportamientos alimentarios entre madres y abuelos generan conflictos y tensiones que perjudican las prácticas de alimentación14. No obstante, los abuelos manejan mejor las diferencias intergeneracionales, al respetar la autoridad y responsabilidad de padres en la alimentación del niño, incluso cuando no estén de acuerdo62. Esta disposición a dialogar y consensuar la estrategia alimentaria entre padres y abuelos también se vio reflejada en este estudio, aspecto que podría ser potenciado en intervenciones familiares en población infantil. Estos resultados, manifiestan la necesidad de continuar estudiando la calidad de las vinculaciones generadas entre padres, abuelas, abuelos y niños, que determinan los hábitos alimentarios del preescolar. Esta información apoyaría el trabajo de los profesionales de salud con las familias, al permitirles identificar influencias intergeneracionales positivas, para potenciarlas o sugerir ajustes, especialmente si las familias conviven o mantienen contacto frecuente.
Tema 4: «El niño imita a sus pares como hermanos y primos»Respecto a la influencia de hermanos, las participantes describieron que los preescolares compartían actividades relacionadas con la alimentación como cocinar, comer juntos, así como también imitar las preferencias o disgustos alimentarios de sus hermanos. Los hermanos mayores incentivaron y apoyaron el consumo de alimentos a los preescolares, mientras que los preescolares solían jugar durante la alimentación con hermanos menores (tabla 3.4a). Igualmente, los primos influyeron en la conducta alimentaria del preescolar a través del modelamiento e imitación (tabla 3.4b). En línea con nuestro estudio, se ha reportado que hermanos pueden influir en la alimentación de forma positiva o negativa63 y hermanos mayores aplican conductas de cuidado con sus hermanos, imitando el comportamiento de sus madres12. Por consiguiente, en familias de preescolares con hermanos y primos con los que comparten frecuentemente, estos podrían ser una influencia positiva si se estimula el modelamiento de conductas alimentarias saludables, aunque aún falta explorar el impacto63.
Conclusiones e implicanciasEste estudio contribuye a la comprensión de las influencias de familiares que afectan las prácticas parentales de alimentación y conductas alimentarias en preescolares de familias vulnerables. La cercanía entre familiares condicionó el relacionamiento entre sus miembros, influyendo directamente en la alimentación del preescolar o a través del relacionamiento y contacto con sus padres. En ambos casos, padres, en familias biparentales, y abuelos, presentaron una influencia preponderante, obstaculizando o facilitando la alimentación saludable.
Esta información puede enriquecer el abordaje en programas de obesidad infantil al considerar aspectos interpersonales de la familia nuclear y extendida, particulares en familias vulnerables. Los resultados tienen el potencial de reflejar lo que ocurre en otros países latinoamericanos que comparten características del grupo y contexto de Santiago de Chile. Sin embargo, se requiere más investigación que permita dimensionar el impacto de estas influencias e interacciones de miembros familiares en las prácticas parentales de alimentación, en la conducta alimentaria y el estado nutricional de preescolares en Latinoamérica.
LimitacionesEl estudio se centra en preescolares de familias vulnerables de la Región Metropolitana, por tanto, los resultados no necesariamente representan a familias en mejor situación socioeconómica de Chile. Además, los resultados reflejan principalmente la perspectiva materna, por la muestra predominante de madres, siendo necesario expandir el estudio del punto de vista paterno sobre la alimentación de sus hijos preescolares. Finalmente, aunque la entrevista con foto-elicitación fue recibida positivamente por él y las participantes, fueron necesarios recordatorios telefónicos y extensión de tiempo para la toma de fotografías.
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La familia se encuentra entre las influencias más importantes en la adquisición de hábitos alimentarios saludables y el estado del peso de niños pequeños.
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La familia puede influir en las prácticas de consumo de alimentos y la transferencia de hábitos alimentarios intergeneracionales.
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La evidencia respecto a las influencias de miembros familiares sobre la alimentación en niños preescolares es limitada en Chile y Latinoamérica.
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Caracterizar la estructura familiar, la cercanía habitacional y las interacciones interpersonales son fundamentales para comprender en profundidad las influencias de familiares.
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Padres en familias biparentales participan y acuerdan la alimentación del niño con la madre, pero las madres continúan siendo las principales responsables de la alimentación. Por su parte, los abuelos/as ayudan a mantener rutinas y diversificar la alimentación de su nieto preescolar, pero también lo consienten ofreciendo alimentos y comidas poco saludables.
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Aporta información valiosa de las dinámicas e influencias familiares para alimentar a niños preescolares en el contexto de familias vulnerables en Chile.
Esta investigación fue financiada por The Center for Latin American an Caribbean Studies de la University of Illinois de Urbana-Champaign, a través de Tinker Fellowship 2017 y 2018, y la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y su programa Becas Chile 2016 (beca #72170608).
Conflicto de interesesNinguno.
Expresamos nuestro agradecimiento a todos los padres y madres de preescolares y otros involucrados que accedieron desinteresadamente a participar y apoyar esta investigación. También, a la Universidad de Illinois de Urbana-Champaign y al programa Becas Chile, que financiaron la investigación.